El Jihadismo, que la prensa llama “Islam radical”, le
hace la guerra a Occidente. Todos los días. Está muy lejos de ser una guerra
“convencional”, por eso no ha sido declarada formalmente, y por eso se ataca a
las poblaciones civiles. Pero es una guerra; y el terrorismo es su arma
principal. Muy cruel y devastadora.
Y no es una guerra de religión. No es “el Islam”. Por
siglos los musulmanes han convivido con los judíos y los cristianos en diversos
países, como p. ej. España en la baja Edad Media, y en Medio Oriente hasta la
II Guerra Mundial, sin degüellos ni bombazos.
El jihadismo no es islamismo; es otro socialismo violento
y terrorista, que embiste contra Occidente porque le culpa de la miseria y
otras calamidades en los países árabes y musulmanes, consecuencia de la falta
de capitalismo liberal y no de “la explotación” occidental. Y los terroristas
manipulan y se sirven de la religión allí mayoritaria, como pretexto para sus
sanguinarias agresiones.
¿Hay pasajes en el Corán que pueden ser interpretados
como en pro de la violencia? Sí los hay, como también en la Biblia hebrea, que
forma parte de la Biblia cristiana (el Antiguo Testamento); y en todo libro,
sea religioso o no religioso. En todo el mundo, 1.500 millones de personas
profesan la religión de Mahoma. ¿Todos son jihadistas? No; las organizaciones
terroristas suman unos pocos miles: una minoría numérica. ¿Y por qué no hablan
los musulmanes no violentos, la mayoría, que la prensa llama “islámicos
moderados”? Porque están asustados, angustiados, “aterrorizados”: amenazados
por los terroristas. Estadísticamente, la mayor parte de las víctimas del
terrorismo han sido y son musulmanes.
Los musulmanes no terroristas son potenciales aliados
naturales de Occidente. Pero se le dice a la gente que la guerra es religiosa y
del Islam. Muy craso y gravísimo error, pues así de entrada se da la razón a la
venenosa prédica de los terroristas ante el público musulmán.
No es un problema de religión. Es un ataque militar, un
peligro actual para la seguridad de Occidente. El terrorismo es un problema de
seguridad y defensa, y así debe tratarse. Pero no lo hacen los gobernantes
occidentales. ¿Por qué? Porque casi todos son socialistas, y resulta que:
(1) El socialismo ha sido y es enemigo declarado de los
valores, la cultura y la civilización occidental, basada en los principios
liberales clásicos de Gobierno imitado, mercados libres y propiedad privada. Y
los jihadistas también son socialistas y enemigos de Occidente, al que
responsabilizan por todos los males en todo el mundo… como hacen todas las
izquierdas, en todas sus variantes y ramificaciones.
(2) Los políticos occidentales siguen una Agenda de
“política correcta” marxista, que también culpabiliza al Occidente, y por eso
tienden a justificar la embestida terrorista. Agenda que es asimismo contraria
al cristianismo, y a todas las religiones; y por eso se aprovechan de los
ataques jihadistas para esparcir su propaganda antireligiosa, contra el Islam y
las religiones, pretendiendo que el problema es la religión, el fanatismo
religioso y los libros religiosos; y no el terrorismo.
(3) En esa Agenda, seguridad y defensa no son prioridad,
como lo son el “cambio climático”, la “educación pública” o sea adoctrinamiento
“progresista”, y los “progresos” en el Programa económico del Manifiesto
Comunista de 1848 contra las empresas privadas, el capitalismo y los mercados.
Y los temas del marxismo cultural como la “violencia doméstica”, el aborto y el
matrimonio homosexual, el “multiculturalismo”, etc. El terrorismo más bien les
ayuda para asustar a la gente y hacerles clamar por un Gobierno Mundial con una
religión mundial única sincretista, alta prioridad en su Agenda “globalista”.
Por todos esos factores, Occidente está indefenso.
Atentados suicidas sacuden a Europa y al mundo, ¿y qué hace el socialista
Obama? Mira un juego de beisbol en La Habana, y baila tango en Buenos Aires.
¿Es que faltan planes de defensa? ¿No tienen estrategias los Gobiernos? ¿No
tienen doctrina militar? Pues los Gobiernos socialistas no tienen, porque no
les interesa.
Pero en la prensa mundial hay al menos tres “Planes de 10
puntos” publicados, por analistas expertos en guerra y temas militares. Muy
buenos todos, y muy coincidentes en sus recomendaciones básicas, tanto
estratégicas como tácticas, de inteligencia y de propaganda. Y la principal es:
no confundir jihadismo con islamismo, son muy distintos; no todo musulmán es
terrorista, como mucha opinión pública desinformada quiere creer. No le contaré
de todas las doctrinas y medidas de defensa militar que se proponen; puede Ud.
leer aquí:
(1) En The New Middle East: 10 pasos para combatir el
terrorismo de ISIS en Irak y Siria (10 Steps for Combating ISIS Terrorism in
Iraq and Syria), 28 de Julio de 2014. (2) Y en Fox News: Plan de 10 Puntos para
derrotar a ISIS (10 point plan to defeat ISIS), por Kathleen Troia McFarland,
17 de Noviembre de 2015. (3) Y por último en The Star de Toronto, Canadá: 10
medidas para derrotar a ISIS, cómo resistir y finalmente ganar la larga y
difícil guerra que tenemos delante (10 moves to defeat ISIS. How to endure and
ultimately win the long, difficult war ahead), firmado por Irvin Studin, 20 de
Noviembre de 2015.
¡Buen provecho
intelectual!
Alberto Mansueti
alberman02@hotmail.com
@alberman02
Bolivia
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