Estamos conscientes
de que no es una fantasía, pero sí una intención casi irrealizable. Si nos tocara retomar el discurso electoral
que sembró en la conciencia del venezolano ese grado de confianza para
diferenciarnos de los que se aferran a la política de destrucción del país y
los que solicitábamos el voto como arma de combate para ponerle fin al
desastre, no lo pensaríamos. Compartimos
el concepto de que en política lo que es de un color hoy no necesariamente debe
ser igual mañana; pero, ojo, no confundamos
la convicción, los ideales, el respeto y la palabra empeñada con el falso patriotismo.
Es posible que la memoria nos falle, pero en pleno proceso electoral
había solo dos aceras frente a frente; el discurso no era pacífico, no
hablábamos de entendimiento ni de gobierno de transición: la gente no lo
hubiera entendido.
El pueblo no ha
cambiado, pero la desesperación lo atropella;
lo que quiere es zafarse del presidente para no escucharle más sus
huecas palabras sobre un proceso revolucionario cargado de vicios y
pillerías; su preocupación es salir de
Maduro sin importarle si es por revocación o renuncia. ¿Cuántos muertos más hacen falta para ponerle
freno a la inseguridad? ¿Podemos
hablarle de diálogo y entendimiento con el gobierno a quien anda de farmacia en
farmacia buscando infructuosamente la medicina para su tratamiento; o en casos más graves la del paciente que se
muere en el hospital por la carencia de los medicamentos? Hablemos sin tapujos; el gobierno es tramposo, tiene a un Tribunal Supremo arrodillado y cuenta con unas armas que en vez de estar
prestas a defender la soberanía de la nación están al servicio de esta
revolución comunista. Con solo estrechar la mano del adversario, se
repotenciarían los propósitos de esta dictadura.
El juego está
trancado, y para destrancarlo hay que salir de este régimen de rufianes. Somos optimistas, contamos con diputados que se la está jugando por
Venezuela. Antes del seis de diciembre
éramos menos y ahora tenemos la fuerza de las mayorías. Cualquier acción que se aparte de esa pasión
abnegada con que el pueblo conquistó su victoria pudiera derrumbar los pilares
de esa fe. La lucha es dura, pero nuestra misión es reconstruir la patria libre
sobre las cenizas de este canibalismo político.
"Por encima de las tumbas",
ni un paso atrás.
luirgarr@hotmail.com.
hablalaconciencialuisgarrido.blogspot.com
Luis Garrido
luirgarr@hotmail.com
@luirgarr
Carabobo -
Venezuela
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