La AMNISTIA es un acto jurídico que emana del Poder
Legislativo en virtud de la facultad que le otorga la Constitución Bolivariana
dentro de la más legítima potestad
establecida tanto por el derecho comparado como por la doctrina mundial en esa materia, pero que
de manera obstinada y cruel, las autoridades controladas por el odio y la
dialéctica de la confrontación se niegan a cumplir.
Ya hace siglos, el Derecho Romano estableció el vínculo indisoluble entre la
ley y el delito al fijar la máxima de que “No existe Delito sin Ley” estableciendo al mismo tiempo la posibilidad de que a través de un acto
legislativo pueda decretarse la libertad de aquellos ciudadanos condenados
o procesados injustamente por razones políticas
obligando tanto a las ramas del Poder Ejecutivo como del Poder Judicial
a acatar esa Ley (y no a
obstaculizarla).
La Constitución le otorga también al Poder Ejecutivo la facultad de adoptar el INDULTO que es el
“perdón de la pena” pero se requiere –en ese caso- que exista una sentencia
firme. En cambio, la AMNISTIA es el “perdón del delito” que puede adoptarse en
cualquier momento de la causa. Con el nuevo equilibrio político otorgado por el
soberano a la Asamblea Nacional en las elecciones del 6 de Diciembre, una mayoría calificada constituida por los
diputados de la Asamblea Nacional, cumplieron
con el compromiso ofrecido durante la campaña: OTORGARLE LA
LIBERTAD A LOS PRESOS POLIICOS.
No se trata de la intervención del “imperialismo” como
alega Maduro en sus interminables cadenas de radio y televisión, sino el
desacato de las autoridades
“bolivarianas” al “imperio de la ley”, lo que ha generado una reacción mundial
adversa al incumplimiento grave del
Estado de Derecho, ya que en estos
momentos no se trata solo de la justa
reivindicación de la sociedad civil, o la desesperación de los
familiares de los presos políticos, o los titulares de la prensa. Se trata de
un desacato al principio de separación de poderes y un desconocimiento a la
legalidad. Es por ello que los más destacados representantes en todo el Mundo:
organismos internacionales, gobiernos, parlamentos han reaccionado de manera
airada ante las falsas posiciones asumidas por un sistema cada vez más
autoritario, que impide la marcha de la justicia y de la verdad y que se niega
a darle la libertad los inocentes.
Pero además de negarse a la AMNISTIA, los gobernantes
parecen tener AMNESIA. El propio mandatario ha vuelto a aparecer estos días en
las fotografías de las redes sociales, marchando con otros seguidores de
Chávez, cuando años atrás solicitaba una
Ley de Amnistía para borrar los delitos del Comandante eterno (estos ciertamente graves ya que ocasionaron
muertes debido al Golpe de Estado en contra de un Gobierno democrático) .
Chávez fue puesto en Libertad y luego fue electo Presidente. Hoy los
beneficiados del pasado están obligados
a cumplir la Ley y darles la libertad a
los presos políticos.
Milos Alcalay
milosalcalay@yahoo.com
@MilosAlcalaym
Internacionalista
Miranda - Venezuela
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