COLOMBIA EN CÁPSULAS
Una de las prisiones de mayor seguridad en EEUU se encuentra a 15 horas
de trayecto por carro desde Tucson en Arizona. En ADX Florence está confinado
desde hace 11 años Simón Trinidad, uno de los más sangrientos guerrilleros
colombianos. El antisocial miembro de las FARC en sus altos niveles, con un
prontuario inenarrable de delitos en Colombia, fue extraditado en el año 2004 a
Estados Unidos durante la administración de Alvaro Uribe.
Los cargos tenían que
ver con tráfico de drogas y lavado de activos aunque en su haber se encontraban
atentados y asesinatos de todo tipo y color. Sin embargo, su reclusión en esta
cárcel de máxima seguridad tiene como causa inmediata el secuestro en 2003 de
tres contratistas norteamericanos en suelo colombiano.
Por este delito, Juvenal
Ovidio Ricardo Palmera Pineda recibió una sentencia condenatoria de 60 años de
cárcel. En las últimas semanas y bajo el cobijo del Proceso de Paz tramitada
por el Presidente Juan Manuel Santos, se estovo gestando todo un movimiento
para conseguir un perdón presidencial en los Estados Unidos para el guerrillero
que permita su excarcelación.
Quienes un primer lugar han adelantado las
gestiones son los propios guerrilleros, entusiasmado por el resultado
“positivo” de las conversaciones que tuvieron lugar en La Habana. Paralelamente
quienes velan por el futuro de las instituciones en Colombia, también armaron
una agresiva campaña encaminada a llamar la atención mundial sobre tal
desaguisado.
Por fortuna, la agenda del Presidente Barack Obama no pudo ser
perforada por quienes han cabildeado a favor del perdón de Trinidad y el reo
deberá cumplir una condena cuyo fin tendrá lugar en el año 2056. Lo que es
seguro es que un presidente como Donald Trump no prestará oídos a tales cantos
de sirena.
Otro que no parece entender la clase de juego que se juega en Colombia
es el Presidente Francois Hollande. En Colombia se espera su visita entre el 22
y el 26 de este mes y, dentro del equipo presidencial, se acaricia la idea de
que el mandatario pueda visitar uno de los centros de reagrupación de las FARC
para el proceso de entrega de armas que está previsto en el acuerdo firmado por
el gobierno de Juan Manuel Santos y la cúpula guerrillera.
Francia ha sido uno
de los países que ha seguido y secundado al presidente Santos en estas
tratativas de paz. El país galo, además ha aportado unos 17 millones de Euros
al Fondo Europeo en favor de la Paz colombiana. Sin embargo, ante el magro
nivel de apoyo alcanzado por este acuerdo en el reciente plebiscito colombiano-
recordemos que el mismo no consiguió la mayoría necesaria del electorado- la
máxima autoridad gubernamental debería pisar con pies de plomo antes de irse a
compartir un confite con los guerrilleros.
A título informativo, es bueno tener
presente que de todo el contingente guerrillero estimado en mas de 12.000
hombres, serán congregados unos 6.000 combatientes en 26 zonas que están en
preparación. No se sabe aún cual será el destino de cerca de la mitad de la
fuerza guerrillera, por lo que la prudencia aconsejaría esperar a que se haya
dibujado un panorama más claro acerca de su destino y, lo que es más sensato,
Francois Hollande debería tener como contraparte en Colombia a su par a la
cabeza del Estado y no a los criminales que tuvieron que ser desactivados en el
proceso pacificador que aun da sus primeros pasos.
Sobre la doble moral del presidente francés ha escrito el periodista
Eduardo Mackenzie: “Si bien Francia lucha contra el terrorismo islamista con
medios militares, tanto en Francia como en Siria-Irak, y mediante el
desmantelamiento policivo-judicial de las redes yihadistas durmientes en
Francia y Europa, no se entiende por qué el líder socialista francés aceptó desde hace cinco años que el gobierno
de Juan Manuel Santos negociara e hiciera graves concesiones institucionales al
narcoterrorismo de las Farc.”
Beatriz De Majo
bdemajo@gmail.com
@BeatrizdeMajo1
El Nacional
Miranda - Venezuela
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