SIGUE LA TAREA DE EMPOBRECERNOS
Revisando el artículo que escribí hace un año en esta columna sobre las
perspectivas económicas de 2016 constaté no solo lo acertado de esas
previsiones, sino también la vigencia que estas aún tienen para el 2017. Para
dar soporte a lo que digo, reproduzco algunos párrafos de aquel artículo que,
creo, pueden aplicarse al año que recién comienza: “Después de un año
devastador desde el punto de vista económico, las perspectivas (…) no son nada
alentadoras. Los deprimidos precios petroleros y las escasas o inexistentes
posibilidades de que los mismos experimenten una sólida recuperación en los
próximos meses, llevan a pensar que los ingresos de divisas de este año serán
muy bajos, haciendo que continúe la restricción crítica de dólares para la
realización de una serie de operaciones externas, la importación de productos
básicos como alimentos y medicinas, entre ellas.
Esto, combinado con las pocas
posibilidades de incremento de la producción local debido al diezmado aparato
productivo privado, a la ineficiencia supina de las empresas estatales, y a la
imposición de desproporcionados controles de precios y de otra índole, hará que
los ya críticos problemas de escasez y de desabastecimiento continúen a lo
largo del año, o incluso se agraven. El descomunal desequilibrio de las
finanzas públicas, (…) y el financiamiento de buena parte del mismo por el BCV
a través de la creación masiva de dinero sin respaldo, continuará
materializándose en el presente año.”
“De continuar el manejo de la cuestión económica como hasta ahora, los
resultados de este año serán muy adversos (…) La inflación sería aún mayor, con
su efecto devastador sobre la capacidad de compra de los ingresos de los
venezolanos, traduciéndose esto en un aumento aún más acentuado de la pobreza
que el que ya se produjo el año pasado. La actividad productiva, por su parte,
volvería a mostrar una contracción muy intensa, limitando las posibilidades de
trabajo y aumentando notablemente los niveles de desempleo y subempleo. Toda
esta situación tendería a agravarse por las dificultades cada vez mayores de
obtener financiamiento externo, y el bajo nivel de reservas internacionales
debido a la dilapidación irresponsable de recursos en los años recientes, lo
cual podría llevar a una imposibilidad de seguir honrando los compromisos
financieros externos que vencen este año.”
“Ante un panorama tan adverso, cabe preguntarse qué efectos podría tener
el nombramiento del nuevo gabinete económico. La pregunta no es fácil de
contestar, ya que, por una parte, quienes integran el nuevo equipo no han dado
signos claros de cuál será la nueva orientación de la política económica, (…)
y, por la otra, la persona que ahora tiene la responsabilidad de liderar ese
equipo es un manifiesto partidario y defensor de la política económica hasta
ahora implementada. (…) De imponerse esas recomendaciones en el manejo de la
cuestión económica en los próximos meses, lo que tendremos será la
profundización de la crisis que vivimos, más escasez, inflación aún más alta,
acentuación de la pobreza y depauperación.”
Como se ve, lo que predijimos hace un año se cumplió a cabalidad,
habiéndose materializado el año pasado una inflación de alrededor de 500%, una
contracción económica superior a 10%, una fuerte caída de la capacidad de
compra de los ingresos percibidos por los venezolanos y, consecuentemente, un
incremento notable de la pobreza. Hay que aprender de esa lección, pues de no
darse un giro en la conducción del país, ese cuadro dramático muy posiblemente
se continúe materializando a lo largo de 2017, para desgracia de todos los que
aquí vivimos.
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Deseo invitar a todos mis lectores a que visiten mi nueva página web,
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artículos de prensa, de algunos trabajos profesionales, y algo más. Mis mejores
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Pedro Palma
palma.pa1@gmail.com
@palmapedroa
El Nacional
Caracas - Venezuela
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