domingo, 15 de enero de 2017

CARLOTA SALAZAR CALDERÓN, PARADOJAS ANZOATIGUENSES

CONTRARIO A LA LÓGICA

El Municipio Bruzual del Estado Anzoátegui con apenas 32.000 habitantes, en 1.566 km2, tres parroquias: Clarines, Guanape y Boca de Uchire y abundantes recursos naturales: Rio Unare, caños, ríos subterráneos, aguas termales, cavernas con aves nocturnas, tierra fértil para la agricultura y la cría de ganado. Además una tradición artesanal, sombreros, chinchorros, piezas de barro…y cultural por su historia que ha dejado huella en personajes como el escritor Jesús Rafael Saume Barrios, envidiable.

El Municipio tiene en funcionamiento el Consejo Local de Planificación, con el registro de los consejos comunales y organizaciones comunitarias. Otro privilegio, porque es ése el órgano planificador del Municipio, que debe diseñar políticas públicas, en función de las necesidades de los sectores.

Sin embargo, en lugar de ser un centro agrícola, pecuario, turístico, planificado y ordenado. Es una población llena de calamidades y penurias. El centro del pueblo está en manos del hampa, la gente no está segura sino está encerrada en su casa.

Allí nos encontramos un sector que han denominado Los Altos de Clarines, urbanización construida en tiempos del ex gobernador Adel Muhammad, que hasta el día de hoy, no tiene calles asfaltadas, ni alumbrado completo, donde hay tantas necesidades como habitantes, y por eso le dicen “el Barrio de los olvidos”. Que como muchos otros en el Estado comenzaron a ser habitado con sus servicios para una cantidad de familias, y luego crecieron sin control y en la anarquía de lo ilegal, por lo tanto colapsaron.

El servicio de agua es deficiente, cada cierto tiempo llenaban el tanque con cisterna y los vecinos se turnaban, para llenar sus tanques. Luego, instalaron una toma de agua, pero el servicio siempre  ha sido irregular. 

El problema más grave, si es que uno puede ser más grave que otro, es que si bien el sector tiene tuberías, red de cloacas, resulta que los residuos de aguas negras desembocan a la laguna de oxidación, que está al final de la calle principal, y como la bomba está dañada  hay un  foco de contaminación permanente que afecta a todos los habitantes, sobre todo a los que viven cerca del pozo de aguas negras. Esta contaminación llega con sus consecuencias: malos olores, que enferman a niños y adultos, plagas día y noche, casos de dengue hemorrágico, asma…

En la única oportunidad que ha visto fumigación por pate de la Alcaldía fue en el 2015, cuando un gran aguacero desbordó el río Boca de Guaribe, el agua de rio se unió a las cloacas y se inundaron, pero desde allí no la han visto más.

Este sector cuenta con un consejo comunal, que no actúa frente a sus problemas. Por ello, otros vecinos han decidió organizase y asumirlo, para comenzar a tramitar proyectos de alumbrado eléctrico, asfaltado y saneamiento de la laguna de oxidación.

En Anzoátegui es necesario #ConstruirCiudadanía.

Carlota Salazar Calderón
carlotasc@gmail.com
prensaanzoplural1@gmail.com
@carlotasalazar
Anzoategui Plural
Anzoategui - Venezuela

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