SAINETE EN CÁPSULAS
Hace tiempo, en una galaxia lejana, tal vez más distante de los auxilios
internacionales que de las composturas esperanzadoras, los acontecimientos
incorregibles se revolvían mayormente en las interestelares ficciones que en
una realidad templada, comedida y lógica para la buena digestión nacional.
La República galáctica es dominada por el lado oscuro de la fuerza
socialista, que en esta ocasión decidió sin mérito alguno, nombrar a Darth
Vader como vicepresidente de lo que queda de un país, cuyos nubarrones se
oscurecen en esta opereta espacial digna de crueles desenlaces de ciencia
ficción.
Sin dudas, Tareck El Aissami no es un cyborg, ni cuenta con un pasado
heroico de caballero Jedi como Anakin Skywalker, el personaje complicado y
tempestuoso del éxito cinematográfico, pero sí lleva no sólo lo enrevesado de
la escritura de su nombre, sino además lo tenebroso de su temperamento,
relacionado según los EEUU con el terrorismo y el narcotráfico.
Por otra parte, se encuentra la Alianza Rebelde de la MUD, cuya mayoría
en la Asamblea Nacional también decidió esta semana juramentar a la nueva junta
directiva de tan valiosa palestra legislativa, que tendrá a la cabeza a Julio
Borges, recibiendo amenazas de Nicolás “Darth Sidious” Maduro, el emperador de
este país de fantoches, quien con sus provocaciones de pasquín y frases
errantes de argumentos, aseguraba que el parlamento va a la autodisolución, con
acciones nulas e ilegítimas, obligando a la convocatoria de nuevas elecciones.
No se ha visto blandir espadas láser, levitar con la telequinesis de la
fuerza Jedi a algún pesado lastre o surcar enormes naves por el firmamento,
pero al igual que en ese mundo ingenioso de George Lucas, somos agredidos como en
un país en guerra, por los ataques feroces del hambre, la injusticia y la
necesidad, en magnitudes nunca antes vistas.
Mientras trataba con dificultad
de divertirme en el cine, con la nueva película: “Rogue One: Una historia de
Star Wars”, mi mente daba tumbos de forma irremediable, con la sensación
ingrata de ver al socialismo como la edificación de la “Estrella de la Muerte”
y sus sistemas de seguridad inmutables.
Realmente hemos sido atacados por clones como en una de las cintas
fílmicas de esta sempiterna saga, clonándose las desventuras cubanas como
calceta. Probablemente deseen con sus despiadados propósitos, que tomemos
actitudes más robotizadas que las de R2-D2 o C-3PO, yendo como droides
astromecánicos a las desdichadas colas, no emitiendo profundas disertaciones
sobre la desinflada economía y seamos programados para obedecer sólo a los
indescifrables descalabros de los planes de la patria.
En nuestra nación, el wookie llamado Chewbacca no tiene los encantos de
pilotar y reparar naves guerreras de la galaxia, sino se parece más al mono
descomunal económico que el gobierno socialista les adeuda a varios países, a
los cuales les debemos hasta el modo de andar.
Con la trastornada ofuscación que me impulsó a redactar este artículo de
fantasía, pudiera también convocar a la Orden Jedi de la ciudadanía para erigir
la Rebelión para la Nueva República, esta vez sin los arrestos de Han Solo, la
perspicacia de la princesa Leia, las voluntades de Luke Skywalker o las
enseñanzas de Yoda. Simplemente asumo el nombre del éxito fílmico: “Star Wars
IV: Una nueva esperanza”, para llenarnos de una fe inquebrantable en Dios,
siguiendo los pasos de la venturanza y los cambios trazados para esta grandiosa
nación.
José Luis Zambrano Padauy
jzambranopadauy@yahoo.com
zambranopadauy@hotmail.com
@Joseluis5571
Zulia - Venezuela
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