COLOMBIA EN CAPSULAS
Hubo años en el pasado en los que el Comercio entre
Colombia y Venezuela superó los 7.000 millones de dólares. Siempre desfasado a
favor de Colombia, recibíamos productos de la nación neogranadina que multiplicaban
por 6 los que Venezuela vendía más allá del Arauca. Es decir, Venezuela fue
tradicionalmente el gran objetivo de las ventas externas de Colombia, particularmente
desde que el mercado común andino favoreció los intercambios con una libertad
casi total y a partir del momento en que los dos países juntaron sus esfuerzos
por desvanecer la frontera a favor de ambos lados.
Colombia fue siempre el lado fuerte de la ecuación
pero en ello fue muy relevante el hecho de que el proceso de industrialización
no petrolera de Venezuela era lento y lleno de escollos y el de Colombia era
muy agresivo y eficiente. Cualitativamente había una diferencia que abultaba
más aun nuestra debilidad exportadora. Colombia mandaba a Venezuela productos
elaborados mientras Venezuela solo alcanzaba a exportar materias primas o
productos con muy bajo nivel industrial de incorporación de valor.
El petróleo siempre alcanzó para nutrir de dinero a
las administraciones estatales, así que esforzarse por comerciar otro tipo de
productos no era una prioridad. Mejor dicho, no había mucho que exportar que no
fuera nuestro crudo y en la medida en que el precio internacional del oro negro
estuviera alto, en esa misma medida el interés gubernamental por desarrollar
otras producciones exportables se tornaba débil o inexistente.
Una muy corta visión del provenir económico del país
siempre prevaleció, pero de nuevo, los intentos integracionistas del Continente
y de la Región Andina, más impulsados por otras naciones que por la nuestra,
nos fueron acercando más y más a Colombia para beneficiar a los vecinos por
encima de nosotros, aunque la intención no haya sido nunca desbalancear los
intercambios a favor de Colombia.
Con el advenimiento de la Revolución Bolivariana sí se
inició una deliberada acción para aniquilar la relación que se había construido
con los años. Desde las primeras medidas que obligaron al trasbordo fronterizo
de las cargas, hasta nuestro retiro voluntario de la CAN, todas las acciones
estatales fueron orientadas a bombardear la binacionalidad en el terreno de lo
económico. Las inversiones de empresas colombianas de este lado de la frontera
y las inversiones conjuntas para la atención de terceros mercados, las que
también se habían comenzado a materializar, se esfumaron con el tiempo. Todo
ello sin mencionar que la política cambiaria revolucionaria no nos ayudó en el terreno de lo comercial
para exportar y las importaciones de Colombia, dentro de nuestra política
cambiaria, se vieron primero catapultadas hasta las nubes por la sobrevaluación
del bolívar, pero más adelante fueron seriamente afectadas por la ausencia de
divisas asignadas a las compras a ese país
.
Hoy, después de 18 años de destrozos económicos dentro
de la binacionalidad, queda poco que rescatar. Asi lo han entendido los
colombianos de los sectores empresariales quienes más temprano que tarde
entendieron que esforzarse por mantener el mercado venezolano era equivalente a
perder su pólvora en zamuros.
El último informe de la Cámara de Integración Económica
Venezolano-Colombiana (Cavecol) - institución que paradójicamente ha conseguido
mantenerse en medio de la debacle- nos ha anunciado que el intercambio entre
los dos países para el año pasado cerró en 802 millones de dólares, con una
tendencia positiva para Colombia.
Esta verdadera bagatela numérica ilustra
dramáticamente sobre el efecto que ha tenido en una relación muy sólida y
prometedora- la más proactiva del Continente para el momento del advenimiento
de este modelo- el ánimo excluyente y destructivo prevaleciente en relación con
Colombia. Hoy el comercio es casi un décimo de lo que alcanzó en los años
buenos. ¿Es este proceso reversible en la hora actual? Rescatar la relación en
lo económico y reestructurarla en lo político será tarea prioritaria para
quienes sucedan al actual gobierno.
Beatriz De Majo
bdemajo@gmail.com
@BeatrizdeMajo1
Internacionalista
El Nacional
Miranda - Venezuela
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