A
finales del siglo pasado la Ciencia Política creó una nueva categoría en la
tipología de regímenes políticos. Los regímenes híbridos. Se trata de sistemas
políticos dictatoriales con fachada de democracia, porque formalmente se cumple
con la legitimidad de origen, pero no con la de ejecución, y lo del origen no
es sino un disfraz, pues las elecciones supuestamente libres y transparentes no
lo son, pues están viciadas por múltiples formas de fraude. Originalmente se
quería catalogar dentro de este tipo de
regímenes a los del ALBA, aunque en realidad estos ya trascendieron a la vulgar
categoría de totalitarismos “ tout court”.
Hoy en día el prototipo de este
régimen híbrido es la Colombia del farcsantismo. Juanhampa está redondeando su
estelar rol de Kerenski criollo, violando sistemáticamente la Constitución con
la finalidad de asegurarle la impunidad a sus socios los narcoterroristas y
criminales de lesa humanidad de las Farc, y facilitar luego de un régimen de
transición presidido por un farcsantista (¿ De La Calle, el Farcfiscal?)
permitir que vía fraude las Farc se
tomen el poder absoluto e implanten el mal llamado Socialismo del Siglo XXI,
que no es sino un eufemismo para el comunismo en su versión staliniana.
El Registrador delegado para asuntos electorales, el doctor Portella escribió hace algunos años un libro donde describía minuciosamente las 127 formas de fraude electoral que existían para la época, el flamante funcionario no sólo no erradicó ninguna sino que la samperista Registraduría incrementó ese número significativamente con nuevas y más sofisticadas formas. Las recientes elecciones regionales son una muestra de la aplicación de la cartilla del Foro de Sao Paulo para imponer regímenes afectos al SSXXI con modalidades de fraude bajo la pantalla de elecciones formales, más no libres y transparentes.
La
primera y gran modalidad de fraude fue la tenaz compra de las elecciones por
parte del farcsantismo, se tienen pruebas de 1.5 billones de pesos que el
gobierno utilizó para ello, el billón de pesos que el ministro Cárdenas les dio
a los parlamentarios sin especificar las asignaciones para que untasen el país
de mermelada ( la aberración de la política colombiana es tal que vemos un
precandidato Conservador haciéndole semejante jugada al farcsantismo) y los 500
millones que se le incautaron a unos de los principales socios costeños de
Juanhampa Yahir Acuña, la cifra pudiera ser hasta 100 veces más grande, pues el
procurador habla de gastos de 60 mil millones por Gobernación, es la danza
macabra de milmillonarias sumas para imponer bandidos como los ñoños, los Cote,
Didier Tavera, etcétera. Esto no es un cliché uribista, uno de los más
reputados opinadores del país, Mauricio Vargas lo sintetiza así: “el principal
promotor de esa inflación de cientos de miles de millones de pesos para torcer
la voluntad popular en muchos pueblos, ciudades y departamentos es el Gobierno
Nacional”.
Luego
la conclusión es fácil, en estas elecciones se impuso la mermelada farcsantista
con el objetivo de facilitarle la llegada al poder a los criminales de lesa
humanidad de las Farc. Solamente 3 Gobernaciones no están en manos del
farcsantismo ( PC 1, CD 1, y AICO 1), 18 están en manos de coaliciones “ sui
generis” pero en donde siempre está la mermelada farcsantista comprometida, CR
tiene 5, los Liberales 4 y la U 2.
Estamos pues en el punto de inflexión o se
le da un frenazo en seco a este intento de implantación de la dictadura por
parte del farcsantismo, o en muy corto tiempo ( 3-4 años) ya no seremos el
régimen híbrido que somos actualmente, sino que seremos uno más de los
totalitarismos del SSXXI que Cuba nos impone, la realidad terrífica de la Cubazuela
está “ad portas” de implementarse bajo la forma de la Cubalombia ¿ lo
permitiremos los colombianos?
Mucho
depende de que Álvaro Uribe el único líder capaz de convocar a las masas para
protestar contra la implantación de la dictadura corrija muchos errores
garrafales que se han venido cometiendo en el CD, y que él mismo lo reconoció,
y de la voluntad de las Fuerzas Militares colombianas de no permitir que el
comunismo se implante en nuestro querido país. En ambos tengo mucha confianza,
por lo tanto soy prudentemente optimista
al respecto.
Alberto
López Núñez
alopezn62@hotmail.com
@alopeznunez
Colombia
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