lunes, 9 de noviembre de 2015

ALBERTO LÓPEZ NÚÑEZ, GANÓ LA MERMELADA, CASO COLOMBIA

A finales del siglo pasado la Ciencia Política creó una nueva categoría en la tipología de regímenes políticos. Los regímenes híbridos. Se trata de sistemas políticos dictatoriales con fachada de democracia, porque formalmente se cumple con la legitimidad de origen, pero no con la de ejecución, y lo del origen no es sino un disfraz, pues las elecciones supuestamente libres y transparentes no lo son, pues están viciadas por múltiples formas de fraude. Originalmente se quería catalogar  dentro de este tipo de regímenes a los del ALBA, aunque en realidad estos ya trascendieron a la vulgar categoría de totalitarismos “ tout court”. 

Hoy en día el prototipo de este régimen híbrido es la Colombia del farcsantismo. Juanhampa está redondeando su estelar rol de Kerenski criollo, violando sistemáticamente la Constitución con la finalidad de asegurarle la impunidad a sus socios los narcoterroristas y criminales de lesa humanidad de las Farc, y facilitar luego de un régimen de transición presidido por un farcsantista (¿ De La Calle, el Farcfiscal?) permitir que vía fraude  las Farc se tomen el poder absoluto e implanten el mal llamado Socialismo del Siglo XXI, que no es sino un eufemismo para el comunismo en su versión staliniana.
El Registrador delegado para asuntos electorales, el doctor Portella escribió hace algunos años un libro donde describía minuciosamente las 127 formas de fraude electoral que existían para la época, el flamante funcionario no sólo no erradicó ninguna sino que la samperista Registraduría incrementó ese número significativamente con nuevas y más sofisticadas formas. Las recientes elecciones regionales son una muestra de la aplicación de la cartilla del Foro de Sao Paulo para imponer regímenes afectos al SSXXI con modalidades de fraude bajo la pantalla de elecciones formales, más no libres y transparentes.
La primera y gran modalidad de fraude fue la tenaz compra de las elecciones por parte del farcsantismo, se tienen pruebas de 1.5 billones de pesos que el gobierno utilizó para ello, el billón de pesos que el ministro Cárdenas les dio a los parlamentarios sin especificar las asignaciones para que untasen el país de mermelada ( la aberración de la política colombiana es tal que vemos un precandidato Conservador haciéndole semejante jugada al farcsantismo) y los 500 millones que se le incautaron a unos de los principales socios costeños de Juanhampa Yahir Acuña, la cifra pudiera ser hasta 100 veces más grande, pues el procurador habla de gastos de 60 mil millones por Gobernación, es la danza macabra de milmillonarias sumas para imponer bandidos como los ñoños, los Cote, Didier Tavera, etcétera. Esto no es un cliché uribista, uno de los más reputados opinadores del país, Mauricio Vargas lo sintetiza así: “el principal promotor de esa inflación de cientos de miles de millones de pesos para torcer la voluntad popular en muchos pueblos, ciudades y departamentos es el Gobierno Nacional”.

Luego la conclusión es fácil, en estas elecciones se impuso la mermelada farcsantista con el objetivo de facilitarle la llegada al poder a los criminales de lesa humanidad de las Farc. Solamente 3 Gobernaciones no están en manos del farcsantismo ( PC 1, CD 1, y AICO 1), 18 están en manos de coaliciones “ sui generis” pero en donde siempre está la mermelada farcsantista comprometida, CR tiene 5, los Liberales 4 y la U 2. 

Estamos pues en el punto de inflexión o se le da un frenazo en seco a este intento de implantación de la dictadura por parte del farcsantismo, o en muy corto tiempo ( 3-4 años) ya no seremos el régimen híbrido que somos actualmente, sino que seremos uno más de los totalitarismos del SSXXI que Cuba nos impone, la realidad terrífica de la Cubazuela está “ad portas” de implementarse bajo la forma de la Cubalombia ¿ lo permitiremos los colombianos?  

Mucho depende de que Álvaro Uribe el único líder capaz de convocar a las masas para protestar contra la implantación de la dictadura corrija muchos errores garrafales que se han venido cometiendo en el CD, y que él mismo lo reconoció, y de la voluntad de las Fuerzas Militares colombianas de no permitir que el comunismo se implante en nuestro querido país. En ambos tengo mucha confianza, por lo tanto soy  prudentemente optimista al respecto.

Alberto López Núñez
alopezn62@hotmail.com
@alopeznunez

Colombia

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