Sí señor, así como lo
escribo, un acuerdo para respetar los resultados electorales, deben ser pactado
entre la alta dirigencia de la Mesa de la Unidad Democrática y el Alto Mando
Militar de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y tengo razones para formular este
planteamiento.
El Ilegitimo
Presidente no tiene la credibilidad para firmar este tipo de acuerdos, porque
aun cuando firme, su conducta tortuosa lo hace ser una persona poco formal y
confiable, por manejarse con una personalidad cínica y falsa, que le hacen
perder toda autoridad moral para acordar este tipo de compromisos.
Con el Consejo
Nacional Electoral tampoco se puede pactar este tipo de acuerdos, por cuanto es
ese organismo el que tiene la responsabilidad de garantizar la pureza de los
comicios electorales. Sin embargo, en nuestro caso no es así, por la
parcialización manifiesta de sus integrante hacia el oficialismo, lo cual es
lógico pensar; primero, por ser la mayoría de sus integrantes miembros del
PSUV, quien según todas las encuestas tiene una derrota cantada el próximo 6 de
Diciembre, y segundo, por el temor de sus integrantes a perder sus jugosos
sueldos, si son destituido por no acatar una línea del oficialismo, que al no
hacerlo puede generar una calentera del
Camorrero de Oficio, Presidente de la Asamblea Nacional, que usando su
investidura viole nuevamente la ley para acometer esta decisión.
Solo nos quedaría proponer que ese acuerdo se pacte con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, por ser una institución que todavía presenta un halo de respetabilidad y confianza, y que por aquello de lavarse la cara ante la sociedad venezolana, asuma una posición de imparcialidad y de respeto, que la revindique y logre borrar la imagen negativa que de ella se tiene, por estar siendo leal y dar respaldo al Poder Ejecutivo de un gobierno, que a todas luces, aparece como una institución ilegítima, en cuyo proceso de selección se violaron las normas constitucionales.
Tú que me estás
leyendo, te comento que tengo la seguridad, que si las Fuerzas Militares asumen
su papel protagónico en defender los sagrados intereses de la República,
plasmados en la soberana voluntad del voto popular, el rumbo de nuestra querida
Venezuela hacia el bienestar, puede comenzar a cambiar, al elegir el próximo 6
de Diciembre una Asamblea Nacional, que responda a los verdaderos postulados de
una democracia, protagónica y participativa.
¿Será que tengo razón
cuando planteo que el acuerdo debe ser firmado con nuestra institución armada?
En lo personal creo que sí, porque la mayoría de sus miembros creen en la
Democracia-
Andres Rafael Scott Velasquez
anscott25.11@gmail.com
@andresscott
Guarico – Venezuela
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