Humildad
y amor son características indispensables para quien gobierna, mientras que los
ciudadanos, sobre todo si son católicos, no pueden desinteresarse de la
política: lo dijo el Papa Francisco la mañana del lunes 16 de septiembre
durante la Misa en la Casa de Santa Marta, invitando también a rezar por las
autoridades.
El
Evangelio del centurión que pide con humildad y confianza la curación del
siervo y la carta de San Pablo a Timoteo con la invitación a rezar por los
gobernantes, dieron el argumento al Pontífice para "reflexionar sobre el
servicio de la autoridad".
Gobernar
no es disciplinar
Quien
gobierna - afirmó Francisco - "debe amar a su pueblo", porque
"un gobernante que no ama, no puede gobernar: al máximo podrá disciplinar,
poner un poco de orden, pero no gobernar".
El
Santo Padre citó a David, "a cómo amaba a su pueblo", tanto que
después del pecado del censo pide al Señor de no castigar al pueblo sino a él.
Así, "las dos virtudes de un gobernante" son el amor por el pueblo y
la humildad".
«No
se puede gobernar al pueblo sin amor y sin humildad. Y cada hombre, cada mujer
que tiene que tomar posesión de un servicio público, debe hacerse estas dos
preguntas: "¿Amo a mi pueblo para servirle mejor? ¿Soy humilde y oigo lo
que dicen todos los otros, las diferentes opiniones para elegir el mejor
camino? ". Si no se hace estas preguntas su gobierno no va a ser bueno. El
hombre o la mujer gobernante, que ama a su pueblo, es un hombre o una mujer
humilde.»
«Por
otra parte, San Pablo exhorta a los gobernantes a elevar oraciones "por
todos aquellos que están en el poder, para que podamos conducir una vida calma
y tranquila".
Los
ciudadanos- observó el Papa- no pueden desinteresarse de la política.
«Ninguno
de nosotros puede decir: "Yo no tengo nada que ver con esto, son ellos los
que gobiernan... No, no, yo soy responsable de su gobierno y tengo que hacer lo
mejor, para que ellos gobiernen bien y tengo que hacer lo mejor por participar
en la política como pueda".
La
política - dice la Doctrina Social de la Iglesia - es una de las formas más
elevadas de la caridad, porque sirve al bien común. No puedo lavarme las manos,
¿eh? ¡Todos tenemos que dar algo!»
Hay
la costumbre - observó también el Pontífice - de solo hablar mal de los
gobernantes y sobre las "cosas que no van bien": "ves las
noticias en la televisión y los apalean, apalean ; lees el periódico y lo mismo
.. ¡siempre lo malo, siempre en contra!". Quizás - continuó - "el
gobernante, si, es un pecador, como lo era David, pero yo debo colaborar con mi
opinión, con mi palabra, también con mi corrección" porque ¡todos
"debemos participar al bien común!".
,p>Y
si "tantas veces hemos escuchado: que 'un buen católico no se mezcla en
política', esto no es verdad, subrayó el Obispo de Roma, ese no es un buen
camino":
"Un
buen católico no se inmiscuye en política". Eso no es cierto. Este no es
un buen camino. Un buen católico debe entrometerse en política, dando lo mejor
de sí, para que el gobernante pueda gobernar. Y ¿qué es lo mejor que podemos
ofrecer a los gobernantes? ¡La oración! Eso es lo que dice Pablo: "La
oración para todos los hombres y para el rey y para todos los que están en el
poder".
"Pero,
Padre, aquella es una mala persona, debe ir al infierno...". "Reza
por él, reza por ella, para que pueda gobernar bien, para que ame a su pueblo,
para que sirva a su pueblo, para sea humilde" ¡Un cristiano que no reza
por los gobernantes no es un buen cristiano! "Pero, Padre, cómo puedo orar
por esta persona que no va ...". "Reza para que se convierta."
Rezar. Y esto no lo digo yo, lo dice San Pablo, la Palabra de Dios".
Por
lo tanto - concluyó el Papa - "demos lo mejor de nosotros, ideas,
sugerencias, lo mejor, pero sobre todo lo mejor está la oración. Oremos por los
gobernantes, para que nos gobiernen bien, para que lleven a nuestra patria, a
nuestra nación, y también al mundo adelante, para que exista la paz y el bien
común".
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video
VID-20151031-WA0000.mp4
http://www.komentaria.com/pontificias/catolicos-politica.html
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