El
chavismo ha pasado de usar el imperialismo como coartada a usarlo como
guarimba. El imperio, el antiimperialismo o mejor dicho el antiamericanismo ha
sido más que un “leitmotiv” una coartada que ha servido aquí y en el mundo para
justificar las incapacidades de todo gobierno socialista y totalitario. Para
ellos estamos mal porque los gringos no nos han dejado desarrollar y conspiran
contra nosotros.
Pero
mientras Maduro sigue tratando de convencernos de que la desgracia por la que
atravesamos es culpa de ese imperialismo, claro unido con sus lacayos, la
derecha internacional y nacional, los apátridas, etc., etc., etc., hay un
movimiento en el chavismo que está abrazando al imperio y usándolo como
guarimba. Poco a poco se está dando un deslave del chavismo. Muchas fichas
claves de los truculentos manejos de esta nefasta administración están cogiendo
“las de villadiego” y van a cantar ante las autoridades “imperiales” todo lo
que saben. El último, el fiscal que ayudó a condenar a Leopoldo López con
pruebas falsas como el mismo confesó. Pero no es el único de nuestro “injusto
sistema de justicia” que ya está en el norte cantando. Ese sistema que otro
“enguarimbado”, el exmagistrado general Aponte Aponte, describió como la
“justicia de plastilina”.
La
fila de “cantantes de opereta” crece en la medida en que el fin de este régimen
se otea en el horizonte. Muchos enchufados civiles y militares han venido
preparando su huida del foro. Claro ya forrados en dólares para “una vejez
tranquila”. Primero enviaron a sus hijos a estudiar a Europa, EE.UU. o Canadá.
Luego al resto de la familia. Luego vendrá él con aquello de que no sabía, no
quería o no podía y no sé cuántas otras justificaciones de lo injustificable.
Ha
llegado, parafraseando un poema de Andrés Bello, “la hora del pensar profundo”.
Pues como cantaba Héctor Lavoe “todo llega a su final”. Es hora de ponerse a
buen resguardo y ver qué pueden salvar. Creen que mientras más embarrados más
valor tienen para ese imperio que viene siguiéndole los pasos al narcotráfico,
la corrupción y la violación de los DD.HH. en Venezuela. Fue la tan criticada
orden presidencial de Obama, que sancionó a funcionarios venezolanos, la que
abrió las puertas para que se iniciaran investigaciones contra los enchufados
criollos involucrados en violaciones de DD.HH. y corrupción. Al momento
investigan a Rafael Ramírez, antiguo zar petrolero de Chávez, ahora caído en
desgracia. Vienen más. Ir a cantar al imperio se vuelve una opción que gana
adeptos en el chavismo. Apúrense, que “el último mono siempre se ahoga”.
Alfredo
Michelena
alfredomichelena@gmail.com
@Amichelena
Caracas
- Venezuela
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