Durante el acto
solemne de apertura del año judicial 2006, que se llevó a cabo en el auditorio
del Tribunal Supremo de Justicia, un grupo de jueces vestidos de toga comenzó a
corear "¡Uh, ah, Chávez no se va!". Un descarado e irresponsable
espectáculo de sumisión que comprometía la imparcialidad necesaria que debe
tener el Poder Judicial, ni hablar de la falta de respeto hacia la investidura
que representa.
Para entonces, las
autoridades de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UCV, en
carta pública recordaron que los jueces estaban obligados a desligarse de
cualquier militancia política, y que su preferencia partidista sólo se podía
manifestar a través del voto secreto.
No obstante la
aclaratoria, el magistrado Francisco Carrasquero, en su calidad de orador de
orden del año judicial 2008, abogó por la figura del juez-político y por
tribunales que sentenciaran de acuerdo con sus inclinaciones ideológicas.
Este
profesor había sido nada más ni nada menos, que director de la Escuela de
Derecho y Decano de la Facultad respectiva de LUZ. Este mismo funcionario, fue
quien, mientras se desempeñaba como Presidente del CNE en 2004, recibió de
Chávez la orden de entregarle a Luis Tascón, la famosa lista de los firmantes
del Referéndum Revocatorio.
No se necesita ser
abogado para entender que pedirle a un juez que se guíe por la política es
requerirle que se niegue a sí mismo. Un juez debe ser imparcial (de allí la figura
de la Dama de la Justicia ciega con una balanza y una espada justiciera), si no puede serlo, debe
inhibirse. Cabe preguntarse ¿Qué enseñan en las universidades al respecto?
La frase “un
delincuente dura preso el tiempo que tarda en buscar un juez corrupto que lo
libere” es muy cierta y antigua. Pero aquí se está hablando de la enseñanza de
la Justicia, del tribunal superior que la rige y de los magistrados que la
representan. Pero cuando el jefe de Estado, en plena TV vocifera “te voy a
mandar a poner preso desgraciado” o “pongan a esa jueza presa y métanle 30 años
de prisión” y lo obedecen ciegamente, quiere decir que estamos ante un sistema
judicial totalmente inmoral, como se ha comprobado recientemente con el ex
fiscal Nieves. Que oiga quien tiene oídos…
Ernesto Garcia Macgregor
garciamacgregor@gmail.com
@garciamacgregor
Zulia - Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario