“Cuando
los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”. Jean-François Paul de Gondi, Cardenal de Retz
(1613-1679), político, escritor, protagonista de la sublevación, contra el rey
de Francia llamada La Fronda.
En
el momento más adverso para el chavismo, el presidente se aferra a todo para
que el legado de su pajarito eterno no se pierda en sus manos. Por eso en cada
cadena, en cada mitin, en cada acto, repite: “Las elecciones hay que ganarlas
como sea”.
Y
ese “como sea” es literal. Saltándose la constitución (ejercicio que ya le es
habitual) , las leyes electorales, las leyes anti corrupción, la de carrera
administrativa y de la función pública, la nomenklatura revolucionaria se vale
de todo para revertir un resultado contrario que las encuestas anuncian será
demoledor.
Sin pudor alguno, han derribado las ultimas barreras de la institucionalidad, de la ética, revelándose como lo que son: una pandilla violadora de la ley que quiere quedarse en el poder a costa de lo que sea. Cumplen en verdad la orden del presidente. Las dos últimas semanas todos los enchufados se han lanzado por la calle del medio a amenazar, ordenar, regalar, presionar, atropellar, con tal de obtener esos votos que les hacen falta para no hacer el ridículo en las elecciones del 6D.
Tienen
a su favor todos los poderes del estado, comenzando por un CNE ciego, sordomudo
y descarado que no hace una sola observación acerca de la campaña abierta y
prematura del gobierno a través de la red de medios públicos y mensajes de
obligatoria transmisión a través de los privados. El CNE no dice nada cuando:
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El Presidente activa en cadena nacional a unas milicias para que “defiendan el
ideal revolucionario y socialista del comandante supremo y eterno” en 99
circuitos nacionales, con el apoyo de una FANB entregada a defender sus
privilegios.
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Desde el más alto funcionario hasta el enchufado de base, usan sin tapujos los
medios del Estado, las emisoras y televisoras comunitarias, la prensa
oficialista, para hacer una campaña electoral abierta. El mensaje es: “Has
recibido los beneficios que te hado nuestro comandante supremo y su hijo
Maduro, defiéndelos porque si la oposición gana te van a quitar todo”.
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El finado comandante galáctico también hace campaña electoral por las
televisoras del estado las 24 horas del día, transmiten sus discursos en la pasada
campaña presidencial, sus programas, su vida. Es el protagonista de esta
campaña. Si votas por la oposición, estás votando contra Chávez, es el mensaje.
-
El gobierno despliega consejos comunales y misiones para el reparto de bolsas
de comida, canastillas, ayudas, las cuales deberían ser programas consolidados
y presupuestados en un gobierno serio y respetuoso de la ley, pero que en éste
es un festival de regalos que no son gratuitos. El domingo, día del simulacro,
los mismos que entregaron las bolsas buscaban a los beneficiarios en sus casas
a las 6 de la mañana para llevarlos a votar, exigiéndoles la entrega de su 1x10
y comprometiéndolos para el 6-D. Algún bolsa caerá a cuenta de las bolsas, pero
la mayoría tomó su bolsa o su canastilla y el domingo del simulacro se hicieron
los locos. Los centros de votación íngrimos confirman esto.
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Las Zonas Educativas, ministerios y otros organismos, han llamado a los miles
de maestros, médicos y profesionales en situación de “temporales” para
chantajearlos con la titularidad. “Ya te va a salir, pero entrega tu 1x10, si
sabes lo que te conviene” es el mensaje canalla que a través del teléfono
reciben.
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La amenaza de violencia está presente en todos los mensajes pero es inadmisible
que el CNE permita la cuña de los motorizados socialistas que dicen en horda:
“aquí estamos para defender esta revolución como sea”.
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Los altos funcionarios públicos están en campaña de amenaza contra sus
subordinados, que tienen la obligación de responder por su 1x10, so pena de ser
despedidos. El discurso del mayor general Luis Eduardo Quintero Machado, rector
de la UNEFA, es el ejemplo más vil de lo que está sucediendo en el sector público.
El militar, a quien evidentemente le queda inmenso el rectorado, reunió a
decanos, profesores y trabajadores para ordenarles (“no se los estoy pidiendo
de favor, se los estoy ordenando”, dijo el gorilón) a los 375 docentes cumplir
con el 1X10 y tomar a su cargo a 5 estudiantes, “y esos estudiantes también van
a tener su 1X10 porque UNEFA debe aportar un millón 200 mil votos”. Además
inició la operación sapo, ordenando denunciar a los trabajadores “guarimberos”
para botarlos, “porque esos son los que le están haciendo daño al proceso
revolucionario”.
El gobierno con su “como sea” se autocalificó forajido, ilegal, abusivo, atropellador. Esto sólo se puede detener con la voluntad liberadora de millones de venezolanos que sufren este insólito despojo de su país y de sus derechos por parte de un grupo al que los ciudadanos civiles solo podemos expulsar por votos. No hay que esperar jamás de ellos un acto de nobleza u honestidad, como sería una renuncia ante su absoluta ineptitud para gobernar democráticamente el país.
Venezuela
puede y debe ganar estas elecciones parlamentarias, que serán el primer golpe
de timón para el viraje hacia una democracia con separación de poderes, estado
de derecho, justicia, prosperidad y respeto. Suena lindo pero no es irreal,
Otros países lo han logrado. El ejemplo de Guatemala, que se rebeló para
expulsar a los corruptos y lo logró, con fuerza, con coraje y con el poder que
tienen los legítimos dueños de un país: sus ciudadanos.
Los demócratas venezolanos deben ejercer su poder de voto, defenderlo, estar atentos al “como sea”, denunciarlo y hablar en voz alta de los valores que está defendiendo del atropello oficial. Confiamos en que los expertos electorales estén atentos al truquito del cambio de los circuitos, que los abstencionistas sepan que no deben dejar su casilla en blanco para que un sinvergüenza la llene, que las elecciones se ganan con trabajo diario y continuo. Y que esto es trabajo de todos los que queremos que Venezuela siga siendo nuestra.
Charito
Rojas
Charitorojas2010@hotmail.com
@charitorojasCarabobo - Venezuela
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