Los atributos físicos y de personalidad de
los seres humanos han sido siempre base para identificar, nominar, apellidar y
sobrenombrar a hombres y mujeres. Es el caso de los apellidos Obeso, Delgado,
Alegre, Rubio, Moreno, Muchacho, Gago, Niño, Criollo, Gentil, Rotundo, Cedeño y paremos de contar.
En el caso de los reyes y gobernantes los
aliases son abundantes: El Sabio, El Triste, El Hermoso, el Engañado, el
Taciturno, el Hipotecado, el Arrojado, la Tuerta, la Loca, El Justo, El
Iluminado, son ejemplos suficientes de lo que comentamos.
Venezuela no ha sido ajena a esta natural
tendencia humana de calificar teniendo en cuenta los atributos de sus
políticos: El Mocho, El Orejón, El Cabito, El Bagre, El Ronquito, Tarugo, son de los más
recordados.
La inepta y hablachenta V República también
tiene sus aportes a esta característica de la venezonalidad, algunos de los apodos
de sus dirigentes formarán inevitablemente parte de la historia coloquial del
país, destacamos los formulados por el Pueblo llano:
La Verruga Mayor
La Fosforito
Ojitos Lindos
Forro de Urna
Cara e’ shawarma
La Mosquita Muerta
El Muerde Almohada
El Potro
La Fecal
Chabestia
Maburro
El Cachorro de Fidel
Toripollo
Platanote
El Soso
En fin, esta es sólo una lista preliminar,
otra más completa ameritaría de más espacio para comunicar los apodos de
aquellos a quienes el tiempo se les va acabando.
Enrique Viloria Vera
viloria.enrique@gmail.com
@EViloriaV
Salamanca - España
No hay comentarios:
Publicar un comentario