¡Una
jugarreta desesperada! No puedo calificar de otra manera el hecho de que el
Polo Patriótico haya desempolvado discursos de Chávez invitando a votar en las
elecciones parlamentarias del 2010, y utilizarlas como propaganda para las
próximas elecciones del 6D. Así como les estoy contando. Lo vi en VTV –el que
en teoría debería ser el canal de “Todos los venezolanos”-.
Es el difunto
presidente, vehemente y amenazante como fue siempre, resucitado por obra y
gracia de los archivos digitales, diciendo las razones por las cuales no se
debe votar por los candidatos de la derecha. Es Chávez, a quien este régimen no
puede dejar en paz, invitando a los electores a votar por los candidatos del
Polo Patriótico, los únicos que –como vocifera en el discurso- pueden
garantizar la continuidad de su proyecto. De nuevo, sin importar que se
encuentre en el más allá, el difunto “eterno” es quien sale de su descanso
“eterno” para comenzar la contienda electoral “eterna”.
Ahora
entiendo por qué en las instituciones públicas, hace poco, comenzaron a
repartir entre los empleados un libro patético, titulado “Sigamos La Huella de
Nuestro Amado Comandante HUGO CHÁVEZ FRÍAS”, editado por el Ministerio del Poder
Popular para el Proceso Social de Trabajo –que dicho sea de paso, me entero de
la existencia de esta cartera que no sé a qué se dedica o si es el mismo
Ministerio del Trabajo estrenando un nombre tan rimbombante. El asunto es que
el libro llegó a mis manos. Y no pude resistir la tentación de ojearlo. En su
presentación había loas como estas: “El pasado 5 de marzo de 2014 se cumplió un
año de la develación al mundo de la universalidad y eternidad del pensamiento y
la acción de nuestro amado Comandante Hugo Chávez Frías”… No sé cuántas veces
conté la frase “Nuestro amado Comandante”, muy utilizada, por cierto, en
regímenes como el Norcoreano. Después, el resto de los capítulos, eran
extractos de los discursos de Chávez sobre fastidiosos temas en los que discurría
por horas eternas.
Sin
embargo, soy de la opinión de que Chávez ha perdido adeptos, así insistan en
editar millones de copias de este libro o invadan el Sistema de Medios Públicos
con sus chácharas. Ha pasado suficiente tiempo como para que la culpa de lo que
estamos sufriendo sea total y completamente de este régimen. Y todos los
venezolanos –chavistas o no- saben de la mano de quién fue instaurado. Aquellos
que antes admiraban a Chávez y lo seguían incondicionalmente, hoy no están para
nada contentos con su hijo político, a quien ven como un sucesor deplorable: el
potenciador de la crisis sin precedente que vive Venezuela. Y sienten que el
comandante interplanetario como que no acertó con esta designación impuesta, a
modo de última voluntad. Por eso, ya no me sorprende encontrar chavistas muy
desencantados que comienzan a reconocer en el difunto presidente algunas cuotas
de responsabilidad de esta caótica situación. Sólo aspiro a que la cifra de
descontentos se incremente exponencialmente, y ya no haya nada que el CNE, o el
PSUV o el mismo Nicolás puedan hacer para esconder la derrota.
Por
eso, la propaganda que vi en el canal 8 y escuché en varias emisoras de radio.
El gobierno tiene que apelar a todo: a
Chávez, al precio justo, a las fiscalizaciones, al cierre de negocios, al
remate de mercancía, a los aumentos de sueldos, al Cesta Tickets.
Quieren
mantener el control de la Asamblea “como sea”, para seguir haciendo lo que les
venga en gana.
¿Les funcionará resucitar a Chávez? Es una estrategia que ya les
funcionó en otra ocasión: ¿o acaso Nicolás es presidente gracias a su carisma e
intelecto propios?
El Polo Patriótico se
está blindando y aceitando su maquinaria. El régimen está impermeabilizando la
cúpula del Capitolio para que no entre nada que no sea lo designado por ellos.
No hay acceso equilibrado en los medios gobierneros para los candidatos no
oficialistas. Desvían los recursos del Estado para hacer proselitismo político.
Impiden la inscripción de candidatos de Marea Socialista y otros que, sin duda,
les habrían arrebatado una buena cantidad de votos. No hacen auditoría
electoral desde el 2005. No hay control jurídico sobre las actuaciones del CNE,
y mucho menos pronunciamientos al respecto de la Sala Electoral del TSJ. Pero,
eso no es suficiente: hay que poner al difunto presidente a hacer la campaña.
En
el programa que hice este jueves 5 de noviembre, coloqué el audio de la
propaganda y “Las chicas de Jhonattan” lanzaron una pregunta: ¿Chávez ganará de
nuevo las elecciones del 6D? Las respuestas no se hicieron esperar: “La
carencia de discursos convincentes en el PSUV hace que vengan voces de
ultratumba” respondió un audio participante. “Perderá postmortem las elecciones
del 6D”. “Sí, Chávez va a ganar porque ambos bandos defienden su legado”. Otro,
por su parte, comentó que lo que estamos viviendo es “una tragedia MUD-PSUV”. Y
otro dijo que “el 6D va a ganar Chávez; pero, va a perder Maduro y el PSUV”.
¿Chávez
será capaz de mejorarle la imagen y la popularidad a Maduro? ¿Ganará el difunto
presidente la mayoría de los curules para sus nariceados candidatos? Como le
escuché decir a un arlequín popular: “ya no importa lo que ocurra de aquí al
6D. De haber elecciones, es porque saben que van a ganar. De no haberlas, es
porque están convencidos de que van a perder”.
José
Domingo Blanco (Mingo)
mingo.blanco@gmail.com
@mingo_1
Caracas
– Venezuela
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