1.
No sé cuál es el objetivo de la visita oficial del presidente cubano Raúl
Castro a México ni de qué podría conversar con el presidente Peña Nieto en la
ciudad de Mérida, Yucatán. Dos países más que jodidos por el imperio yanqui y
al parecer con diferentes ideas acerca del futuro.
Peña
pensando exclusivamente en cómo servir mejor a los EEUU y Castro clavado en que
los EEUU decreten la total apertura de sus fronteras con Cuba y la
intensificación de relaciones. Coinciden en que EEUU es su salvación.
¿Buscarán
apoyo mutuo para suavizar a EEUU?
2.
Hace ocho años, en 2007, dos presidentes asesinos –Bush por EEUU y Calderón por
México-se reunieron en Yucatán con el fin de firmar la llamada “Iniciativa
Mérida” que resultó un acuerdo militar de apoyo de Bush al gobierno de
Calderón.
En
Yucatán no sabíamos a qué venía Bush, pero pronto supimos que venía a dar
instrucciones a México para combatir lo que ellos llamaron -y siguen
persiguiendo- “terrorismo”. Por cierto, después de ocho años, el gobierno de
EEUU le ha negado ayuda a Peña, por estarla usando para incrementar la
delincuencia.
3.
Lo que no se ve en Mérida con la visita de Castro el día cinco de noviembre, es
el establecimiento de un Estado militar de sitio como se hizo en 2007. Desde
diez días antes los soldados yanquis y mexicanos comenzaron a ocupar los techos
de los edificios, todas las calles del centro histórico y a pasear sus camiones
militares por el centro para intimidar a los meridanos.
Se
ocupó toda la zona rural que rodeaba la exhacienda henequenera de Temozón Sur y
a sus habitantes fueron encerrados en un área. A mí me encantó la provocación.
4.
Pudimos reunir a más de tres mil estudiantes y sectores populares en el parque
de Santa Ana y hacer tres o cuatro manifestaciones de protesta en la avenida
Montejo, la calle 60 y la plaza principal.
Le
mentaban a la madre a Bush y le gritaban al papá de Calderón “porque no había
usado condón” y a la señora Hinojosa “por qué había parido esa cosa”. Quizá no
habíamos logrado en Mérida manifestaciones tan combativas porque además
veníamos de las protestas contra el alza del precio de los autobuses. Terminó
con una feroz represión contra nosotros el 13 de marzo.
5.
Desafortunadamente Cuba está de caída después del brutal bloqueo que sufrió de
los EEUU durante más de 55 años.
Si
Fidel Castro hubiese venido de visita a México o Yucatán en sus primeros 10
años de gobierno su recibimiento hubiese sido apoteósico porque además era el
más importante luchador revolucionario antimperialista de América; hoy cuando
llega Raúl –el indiscutible segundo hombre (por encima del Che y Camilo) de la
Revolución cubana y compañero de Fidel desde el Asalto del cuartel Moncada en
1953- la situación ha cambiado.
6.
La izquierda radical mexicana sólo fue fidelista y guevarista en los primeros
10 años de la revolución cubana; luego el apoyo a la revolución continuó pero
no que el ímpetu de los años en que la revolución apoyaba las guerrillas de
Guatemala, Perú, Venezuela, Colombia, Bolivia. Realizamos en México en aquellos
años más de 100 manifestaciones antiyanquis y de apoyo a Cuba en aquella década
porque significaba el “único faro de libertad en América”. Pero los yanquis la
pisaron del cuello en 1962 y prohibieron que otros países comerciaran con ella.
7.
En Yucatán, a cuatro días del arribo de Castro, no se sabe ni siquiera el
itinerario. Pero para el gobierno mexicano nunca ha sido un problema reunir
gente para dar bienvenidas oficiales.
¿Puede
olvidarse que el PRI en menos de una hora puede organizar un “acarreo” de gente
como lo ha hecho desde hace 80 años? En este caso le basta con ordenar a la
SEP, respaldada con 100 activistas, la organización una movilización con 500
autobuses y ya. ¿Será tan necesaria la visita a este “patio trasero del
imperialismo”, que no pudo arreglarse por teléfono?
8.
Por ello me pregunto, ¿de qué van a hablar en palacio de gobierno, en hoteles
de lujo y en una exhacienda? ¿Discutir ideologías? ¿Hacer repasos históricos?
¿Hablar de inversiones? En México hay muy pocos cubanos viviendo y en Yucatán
menos. México y Yucatán han sido lugares de tránsito ilegal de cubanos hacia
EEUU y a principios de los años 60 hacendados y banqueros alemanistas del
“Frente Cívico de Afirmación Revolucionaria”, tales como Omar Díaz, mantuvieron
a cientos de exiliados o “gusanos” en los terrenos de las haciendas Petcanché y
Chichí Suárez.
https://pedroecheverriav.wordpress.com/2015/11/01/que-conversaran-castro-y-pena/
Fuente
LatinPress
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