Dándole al enemigo en
su flanco más débil, que es Maduro, el cual no soporta la más elemental
investigación por su ilegitimidad de origen.
El 6D hubo un
levantamiento cívico contra Maduro y su gobierno títere de Cuba. Fue una
rebelión popular usando el arma del voto, de la cual surgió el mandato
imperativo dado a los electos de salir de Maduro, primer paso para liberarnos
de Cuba, del comunismo y de la narco-tiranía de la delincuencia organizada y
así poder comenzar la reconstrucción del país. El pueblo se expresó esta vez
mediante el voto, porque lo convencieron de que es posible la salida electoral.
Ahora le toca a los electos demostrarlo. Y sólo hay un modo de demostrarlo:
sacando a Maduro de la presidencia. Si optan por la cohabitación, habrán traicionado
a los electores al incumplir el mandato imperativo que recibieron. Si no sale
Maduro, quedará claro que no hay salida electoral. Entonces será otra la
salida, no sólo de Maduro, sino de los diputados electos también. La crisis
económico-social es de tal magnitud que no admite demora para su solución. Y no
habrá solución mientras Maduro siga en la presidencia.
Está visto que Maduro
se propone hacer con la Asamblea recién electa lo mismo que hizo Chávez con el
Congreso en 1999. Ya le instaló una especie de Constituyente con el Parlamento
Comunal, que es el congreso de los colectivos o bandas paramilitares. Ocupa el
hemiciclo vacío del Capitolio que correspondía al Senado. Su función:
amedrentar a los 112 diputados. Llegado el caso, interferirán el paso y procederán
a la agresión verbal y física, que completarán los sujetos de la “esquina
caliente” rodeando el edificio. Recordemos a Maduro dirigiendo desde la cúpula
del Capitolio el ataque en la calle con cabillas y garrotes contra los
diputados de oposición que salían corriendo. Esta vez sólo tendrá que dar la
orden en secreto a sus “comuneros” para que adentro le den una “coñacera”,
practicando con ellos el “bullying” o acoso parlamentario semejante al escolar
que sufren los estudiantes indefensos de sus condiscípulos.
Como medida previa
para la defensa de la Asamblea convendría que los electos atiendan el consejo
de los expresidentes democráticos y acuerden desde ahora quien la presidirá.
Debe ser alguien valiente para que no se repita el bochornoso entreguismo de
1999, cuando el presidente de la Cámara de Diputados, que era Capriles, la
entregó a Chávez en lugar de enfrentarlo. En la presente circunstancia la
cohabitación sería la forma de entreguismo cobarde al “bullying” parlamentario
montado.
La mejor defensa es
“ir pa´encima”, comenzando por exigir a Maduro su partida de nacimiento y las
de sus padres. El país tiene derecho a saber dónde nació Maduro. Y la Asamblea
tiene el deber de comprobar si es venezolano por el lugar de nacimiento (jus
soli). El país tiene derecho a saber la nacionalidad de los padres de Maduro. Y
la Asamblea tiene el deber de comprobar si tiene otra nacionalidad por su
filiación (jus sanguini), que lo inhabilitaría para ejercer el cargo. Es
inaceptable que seamos el único país del mundo con un presidente vivo sin
partida de nacimiento que además esconde a sus padres.
Al mismo tiempo debe
exigírsele a Maduro la presentación del acta de defunción de Chávez para saber
dónde, cuándo y de qué murió. ¿Murió en Caracas o en La Habana? Si murió en La
Habana, los que simularon la muerte en Caracas, incluyendo a Maduro, están
incursos en delito. ¿Murió en diciembre de 2012 o en marzo 2013? Si murió en
diciembre, los que simularon su muerte en 2013, incluyendo a Maduro, están
incursos en delito. ¿Murió de muerte natural, por mala praxis médica o
precipitaron su muerte los cubanos por inconfesable motivación política? En
cualquiera de los últimos supuestos, los que simularon el primero, incluyendo a
Maduro, están incursos en delito. Agréguese la historia médica para comprobar
si Chávez estaba consciente cuando se le atribuyó haber firmado todo cuanto se
presentó como firmado por él desde el 8-12-12 hasta marzo 2013. Si no lo
estaba, los que simularon lo contrario, incluyendo a Maduro, están incursos en
delito. Es inaceptable que seamos el único país del mundo con un presidente
muerto sin acta de defunción, lo cual compromete al sucesor por ser el que se
benefició de su muerte.
No hacer esta
investigación sería repetir el entreguismo de 1999. Peor aún: sería
colaboracionismo descarado.
P.D. Mi saludo
navideño a todos los presos políticos, comenzando por mi amigo Antonio Ledezma.
Los que hemos pasado navidad en la cárcel como presos políticos sabemos cómo se
la vive. Y un saludo muy respetuoso a la señora Machado y a las señoras López, Ledezma
y Ceballos, porque a ellas se debe haber ganado la opinión pública
internacional para la causa democrática. Dios y la Patria las premiará.
Jesus A. Petitt Da Costa
petitdacosta@gmail.com
@petitdacosta
Caracas - Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario