martes, 22 de diciembre de 2015

DANIEL CHALBAUD LANGE, ¿Y QUIÉN LE PONE FRENO A LA ESPECULACIÓN INTERNACIONAL CON EL PRECIO DEL PETRÓLEO?

El petróleo, un producto natural no renovable, que la naturaleza fue formando desde hace millones de años, estuvo escondido en las entrañas de la tierra también durante millones de años, a la espera de que la inteligencia del “ser humano” descubriera la manera de utilizarlo en beneficio de la humanidad entera.

Lo cierto es que por caprichos de la misma naturaleza su distribución en el planeta no fue racional. Los grandes yacimientos se concentran en pocas y determinadas regiones para beneficio de pocos y determinados países, lo que incide en la poca o ninguna accesibilidad de cientos de países y millones de seres humanos a los beneficios del uso de ésa riqueza natural.

La poca accesibilidad no es sólo debido a la indisponibilidad del producto en tiempo y lugar, sino a otro factor, desafortunadamente controlado por los países productores y/o por circunstancias totalmente ajenas a esos países: EL PRECIO.

El petróleo, por sus características naturales que facilitan su extracción, transporte, almacenamiento y consumo por su alto valor calorífico, desde su aprovechamiento inicial como fuente energética, rápidamente fue desplazando al carbón y a otras fuentes primarias de energía. El siglo XX fue y todavía continúa siendo, el período en el cual obligatoriamente el petróleo se convierte en la fuente casi exclusiva de energía para países desarrollados, en vías de desarrollo y subdesarrollados.   

Cada día se reciben noticias de grandes descubrimientos de petróleo en espacios terrestres y marítimos, simultáneamente a otras noticias relativas a iniciativas para el desarrollo de otras fuentes alternas de energía. Lo cierto es que todas esas noticias, aunadas a las asociadas a conflictos, guerras, amenazas de uso indebido de energía nuclear, variación en valores bursátiles, desastres naturales etc., hacen que el precio del petróleo se incremente 10, 20, 50 y 80 por ciento en pocos meses y luego descienda en las mismas proporciones. Cuando suceden incrementos como cuando el petróleo se cotizó hasta en 140 dólares el barril, los países productores recibieron millones de dólares extras por la venta de su petróleo pero, países desarrollados, en vías de desarrollo y subdesarrollados -los más en el mundo-, sufrieron las consecuencias de la escasez por la imposibilidad financiera de importar a precios de tal magnitud las cantidades normales y necesarias de petróleo para su desarrollo económico y social.

Esta situación, debe llamar la atención a todos los seres humanos, en todos los países, en aras de lograr un equilibrio en el suministro y precio racional del petróleo. En este sentido cabe preguntarse, si un producto cuyo costo de producción es de 12, 15 0 18 dólares el barril,  es ético que de él se obtenga una ganancia del 40, 60 o 90 por ciento, hasta el extremo de vender a 140 dólares un  barril de petróleo que costó 18 dólares.

Dada la actitud y solidaridad de muchos países para la protección del ambiente a nivel mundial, actitud y solidaridad que hoy también se expresa para combatir al terrorismo a nivel mundial, sería posible, se preguntan millones de seres en el mundo, que en la O.N.U. se discuta y se aprueben medidas para fijarle un precio máximo de venta a los diferentes crudos que se extraen en todas las latitudes y que incluya una razonable ganancia. Parece que para estos momentos el precio debería estar a un máximo de 40 $/b. con tendencia a la baja, lo cual supone que, como catalizador, motive e impulse el desarrollo económico y social de muchos países.

En Venezuela, el gobierno nacional es el dueño de la principal “materia prima” de toda mercancía que se importe y la misma, o sea, “los dólares” que son vendidos a los importadores que tengan suerte y “amistades” a Bs. 200 por dólar, pero la misma materia prima es adquirida por el propio gobierno a 12 ó 20 bolívares. Con ella importa bienes llamados esenciales, muchos de los cuales antes de llegar al “gran almacén de la beneficencia pública nacional” ya vienen con altos sobreprecios y comienzan “en la ruleta” a recibir cargos y sobrecargos, pasar de manos a manos y, finalmente queda un porcentaje para las “grandes misiones” a las cuales  les corresponde la distribución, paralela  al “bachaqueo”, a toda (?) la población e,  imitando el  “milagro del pan y el vino”  queda registrado en las estadísticas oficiales y avalando la propaganda de la garantía en el suministro de alimentos – hambre cero- para toda la población venezolana.   

Por otro lado, se sanciona y se expropia, a quienes viéndose obligados a importar sus requerimientos con una obligada mezcla de dólares y como consecuencia a los distribuidores de leche, café, azúcar, huevos, aceite, harinas, tubérculos y otros bienes, por el hecho de exceder el porcentaje de ganancia fijado por el gobierno con un tope 30% sobre un precio también impuesto por el gobierno.

Al final, la gran pregunta: ¿Quién le pone freno a la especulación internacional con el precio del petróleo?

Daniel Chalbaud Lange
vonlange1939@gmail.com
@danielchalbaudl

Carabobo - Venezuela

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