Es evidente que el oficialismo no
ha sabido leer lo ocurrido el 6-D. Apenas ha pasado un mes y todavía no han
aceptado los resultados electorales. Quiero decir que han respetado
aparentemente los números dados por el CNE pero no han aceptado la legitimidad
de esos números, no han asumido la realidad que representa esa cifra. Todo lo
contrario: han hecho lo imposible, en todo terreno y sin pudor, para
descalificar una decisión popular. Con el nuevo año, llegaron al clímax de
proponer que ya la mayoría de los ciudadanos que habían votado por la
oposición, o que habían dejado de votar por el oficialismo, estaban
“arrepentidos”. Todo forma parte de lo mismo: la democracia solo existe si el
gobierno gana las elecciones. Si las pierde, la democracia pasa a ser entonces
un sistema atrasado de representación burguesa. Esa es la peor perversión de
los poderosos: decretar que ellos son el pueblo.
No es fácil lidiar con esto. No
es fácil enfrentarse a quienes están acostumbrados a mandar sin rendir cuentas,
a quienes no quieren renunciar a sus privilegios, a quienes no están dispuestos
a respetar ningún tipo de formas, a quienes han hecho de la mentira un discurso
veraz y oportuno. Son también muy evidentes todas estas cosas pero, igual, y de
cara a los hechos esta semana, vale también hacerse la misma pregunta: ¿la
dirigencia de la oposición sí ha sabido leer bien lo ocurrido el 6-D?
Desde hace años, hay en el país
una tendencia que no se ha detenido y que, elección tras elección, suma votos a
la alternativa democrática y resta votos al oficialismo. En los pasados
comicios, esa tendencia siguió su ritmo ascendente. Pero el gran fenómeno, que
produjo el aplastante resultado, tuvo mucho más que ver con la cantidad de
ciudadanos que dejaron de votar por el oficialismo: más dos millones. Yo
supongo que ellos, ahora, permanecen atentos, expectantes. Quizás,
precisamente, para todos ellos ha debido hablar Henry Ramos Allup el día de la
instalación de la nueva Asamblea. Tenía ahí, por primera vez en años, la
posibilidad de ser oído por la mayoría; la posibilidad de ofrecer un relato
alternativo, que tocara los problemas de la gente, las urgencias económicas y
sociales que nos azotan. Tal vez, era el momento de mencionar las colas, la
inflación, la inseguridad, la crisis de la salud…y no los 26 años de su vida
dedicados a la actividad parlamentaria.
La oposición tiene que entender
que está a prueba. Y que enfrenta a un oficialismo desesperado, que busca
excusas para seguir en su juego. De seguro, tenían preparado retirarse en esa
primera sesión. Más aún después del cataclismo verbal del diputado Agüero. Solo
toleran la diversidad que pueden controlar. Lo demás no les importa. El Ramos
Allup que desnuda la naturaleza mentirosa de Pedro Carreño es mucho más eficaz
que el Ramos Allup que aparece en un video ordenando de manera destemplada
sacar las imágenes de Chávez y de Bolívar de la AN. ¿Cuál es ganancia política
de aparecer ante todos como un caudillo, autoritario y grosero, que actúa igual
que Maduro, como si los espacios y los bienes públicos fueran suyos? ¿Acaso no
hay peleas más importantes que dar?
Desde le triunfo del 6-D, la
dirigencia opositora ha hecho y dicho muchas cosas que parecen destinadas a
complementar y confirmar la narrativa oficialista. Entre ellas, la de convertir
un probable referendo revocatorio en una prioridad de la nueva AN. Yo no sé si
realmente fueron elegidos para eso. La impaciencia suele contagiar ceguera. A
los radicales les cuesta mucho pensar a largo plazo. ¿Vale la pena comportarse
como si hubieran sido elegidos para pre-gobernar el país? ¿A quién le beneficia
un choque de poderes? ¿A quién le conviene más que Maduro deje el poder en el
peor año económico de nuestra historia?
El oficialismo tiene un relato. Y
además controla los medios para distribuirlo de forma permanente. Chávez no
vive pero sí suena. Todo el tiempo. Esa es una parte fundamental en esta
batalla. La oposición todavía necesita construir y consolidar un cuento y una
voz.
Alberto Barrera Tyszka
abarrera60@gmail.com
@Barreratyszka
Caracas - Venezuela
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