….que recomienda la ministra de
Agricultura Urbana para alimentar al pueblo con hierba sembrada en el balcón
del rancho y los ministros de Alimentación
y de Producción Agrícola piden prestado un dinerito para importar caras migajas
que llegarán podridas, el fracasado
chavismo repite lo turbio, ineficaz y corrupto. Su objetivo está claro.
Es el bochinche caótico
disfrazado de legalidad, tácticas dilatorias para evitar el cambio de los
actuales poderes institucionales por vía pacífica. Impulsan al 80 % y más de
los electores que no los votaron y sí los botaron para que estallen por hambre,
enfermedades sin remedio ni alivio, el hartazgo total. Y que esa explosión
social luzca como exclusiva culpa de la Asamblea.
Así, la secta del ejército de un solo hombre, vuelto caricatura
en culto funerario de plazas, busca justificar un autogolpe frío debido a que
el pueblo está solo y se necesita apadrinarlo con las armas de su república chavista.
Ya lo dijo su ministro en desacato a las normas de la
Carta Magna. Pero una Venezuela estable y decente requiere y quiere la
base de una Fuerza Armada institucional, no militante partidista que en vez de
amenazar, disparar, torturar y encarcelar a los disidentes combata el
narcotráfico ya incrustado en las venas del desgobierno.
A la ideología totalitaria no le
importa la felicidad de las masas que dicen representar. Por siglos, millones
de inocentes han sido sacrificados desde
hambrunas, peste, cárcel- tumba, balas justicieras y de guerras por los
fascismos a la diestra y a la siniestra. El mártir de esta locura por conservar
un poder absoluto es la población general convertida en manada obediente que aquí
tuvo taima por cuarenta defectuosos años democráticos y regresa desde el 5E
para sus necesarias enmiendas, por vías
de lenta y difícil recuperación pues sus conductores no deben soltar ni un
minuto la originaria Constitución Nacional de 1999, anterior a su
violación sistemática por el régimen chavista.
Héctor Rodríguez Castro, exministro
de Educación y luego de Deportes, actual jefe de la minoritaria fracción oficialista
en la nueva Asamblea, representa a la juventud que cursó su escolaridad básica
y universitaria públicas, con otra cuartelaría
tras bastidores o directamente en institutos con o sin uniforme militar, sujetos
a programas de contenido y vigilancia comunistas. Ignoran o desprecian las lecciones libertarias y cívicas
de la historia universal.
Ya está perdida la camada de
viejos zorros que todavía cobran diputaciones o lucen medallas ganadas en
servil oportunismo. La justicia internacional
no prescribe y sigue registrando
sus huellas.
Fajarse y fajar a las nuevas
generaciones para un posible rescate será durísima faena si aún se puede
reeducar con ejemplos políticos a ese conglomerado neo-analfabeta populista, víctima
del continuo lavado de cerebro con petrodólares
color sangre.
La democracia moderna es paciente
pedagogía sin mafias y en acción desde un aula abierta llamada república
liberal. Mientras crecen los
cebollines revolucionarios la sociedad
venezolana está obligada a defender su voluntad política, resucitar productiva
sin depender del doble maná que la reprime, esclaviza y destruye: el aceite
negro hipotecado y los polvos blancos en cuestión.
Alicia Freilich
alifrei@hotmail.com
@aliciafreilich
Caracas - Venezula
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