domingo, 3 de enero de 2016

EDUARDO LÓPEZ SANDOVAL, LEY DE AMNISTÍA Y/O EL LICOR DE LA MENTIRA EN DULCE DE DEMAGOGIA

Ley, la entendemos  como el cuerpo de normas escritas por el Poder Legislativo, que son de obligatorio cumplimiento para todos los ciudadanos del país, -los funcionarios detentadores de algún otro Poder, incluso.
Amnistía, esta palabra se relaciona con la partícula amnesia, que la  entendemos como olvido. La Real Academia nos dice: “Olvido legal de delitos, que extingue la responsabilidad de sus autores.”.
La Ley de Amnistía es entonces, Ley del Olvido.
Una Ley debe formalizar TODOS los requisitos para su elaboración, de no cumplirse es razón para que NINGUNO la cumpla.
Mentira. “Decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa”. La RAE dixit.
Dulce. De esta palabra no diremos nada, sólo recordemos la lechosa con papelón…
Demagogia. El factor de oposición llamado MUD, es exacto en el cumplimiento del significado que nos da la Real Academia acerca de este vocablo, dice: “Degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder.”.
La Ley de Amnistía como instrumento demagógico cumple con,  “tratan de conseguir o mantener el poder…”. Así lo vendieron en la campaña electoral, sin vergüenza. Pero asombrosamente sigue la Mesa con la mentira, hoy.
Desmentimos: el Artículo 214 de la constitución ora que “El Presidente o Presidenta de la República promulgará la ley dentro de los diez días siguientes a aquél en que la haya recibido. (Ponemos puntos suspensivos hasta el párrafo con el que el Ejecutivo, tal diestro torero ejecutará al Poder Legislativo cuando, en el supuesto de que se instale, presente la Ley)… Cuando el Presidente o Presidenta de la República considere que la ley o alguno de sus artículos es inconstitucional solicitarán el pronunciamiento de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, …”.
El Tribunal Supremo de Justicia debe tener redactada la decisión de negar la constitucionalidad de la Ley de marras.
Este camino será trillado por todas y cada una de las iniciativas del nuevo parlamento, -¡y como me gustaría estar equivocado en esta elemental predicción!-.
La salida es la Constituyente. Creo.

Eduardo López Sandoval
llanerodigitalcalabozo@gmail.com
@llanerodigital1
@eduardocalabozo

Guarico - Venezuela

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