Uno de los efectos
más importantes del 6D, y luego del 5E, es el derrumbe del mito de que el
pueblo seguía estando con la revolución.
Durante años se
estableció un mecanismo de elecciones perpetuas que- en la mayoría de ellas-
brindó un triunfo al chavismo, aunque el margen se fue reduciendo
progresivamente, hasta que el año pasado quedó demostrado que el régimen era
minoritario en la mayoría de los estados y prácticamente en todos los grandes
centros urbanos.
Hoy la conciencia de
la gente es otra, porque constata que el gobierno no está capacitado para
solucionar la crisis económica, para resolver
la inseguridad que azota sin piedad a todos y para crear un clima de paz
y armonía que permita enfrentar con criterio e inteligencia los problemas más
acuciosos del país.
Es importante que la
intemperancia que caracteriza estos primeros días de 2016 de lugar a una nueva
etapa de sensatez en la que los adversarios de hoy entiendan que los problemas
se resuelven dialogando y no destruyendo con enfrentamientos estériles.
Enviado a nuestras
redes por
Emilio Figueredo
Planchart
emilio.figueredo@gmail.com
@efigueredop
Abogado, Editor de
http://analitica.com
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