Patético
es la palabra adecuada, aunque pareciere que se abusara de este adjetivo en
cualquier circunstancia. Pero sí, fue patética la escena y fueron patéticos los
protagonistas de la escena. Con rostros alargados el pasado 5 de enero los
diputados oficialistas se presentaron con retraso a la Asamblea Nacional.
Dentro del hemiciclo, los diputados de la bancada democrática conversaban entre
sí, tomaban nota o simplemente esperaban sentados en sus respectivos curules,
sin teclear sus celulares.
Afuera,
una pequeña muchedumbre portando camisetas rojas y pancartas alusivas al
difunto presidente y de respaldo al actual Nicolás Maduro, intentaba penetrar
la valla de la desconcertada Guardia Nacional para penetrar la sede de la
Asamblea, vaya uno a saber con cuales intenciones.
Ciento
nueve de los 112 diputados elegidos de la bancada democrática eligieron la
Nueva Junta Directiva, esta vez precedida por un social demócrata veterano de
la política, Henry Ramos Allup, quien se juramentó por la Patria y el
Todopoderoso, y procedió a tomar juramento al resto de la directiva, todos de
la opción democrática.
Tres
diputados de la bancada oficialista hablaron, aparte de las peroratas del
exteniente diosdado cabello, resentido, señoreando en el desprecio y encono y,
por demás, investigado internacionalmente por su presunta participación en el
tráfico de drogas. Y otro que se quejó de la presencia, como invitado, del
expresidente colombiano Andrés Pastrana, pasando por alto que cuando Chávez
juró el cargo, lo hizo en presencia del mismo Pastrana de ahora, a quien dedicó
sensibles palabras de fraternidad echadas a un lado poco tiempo después, para
irse con las Farc.
Y
eso fue lo patético, ninguno de ellos intervino con un mensaje de
reconciliación, la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico, el acatamiento
del orden legal, y la obligada rendición de cuentas. Fue una sumatoria de
consignas marxistas, populistas, fuera de la realidad, descalificaciones, retos
y amenazas. Mensajes extraídos de los años cincuentas, el imperialismo
norteamericano, la derecha opresora y el pueblo en la calle (ese mismo pueblo
que los defenestró de un solo votazo, por incapaces, rapaces y vulgares).
Finalmente decidieron retirarse del recinto, y la democracia con su mayoría
calificada continuó deliberando.
Luego,
Ramos Allup ordenó retirar los sopotocientos retratos del “comandante eterno”,
que mortificaban el decorado del recinto centenario, y restituir el retrato
original de Simón Bolívar, pintado en 1825 por
José Gil de Castro, que había sido sustituido arbitrariamente por una
mala copia del rostro de Pastor Maldonado, para trasquilar la historia.
Al
siguiente día nicolás maduro creó cinco
ministerios más, y nombró como Ministro de Economía a un joven sociólogo
formado bajo la estricta ortodoxia estatista.
Sobrevienen
tiempos tormentosos, pero como ya se pronunció el soberano, solo queda recorrer
el largo camino de la irreversible libertad. Los comunistas continuarán el
camino de la violencia, alejándose de sus bases, de la comunidad internacional
democrática y, algunos de ellos, muchos, disfrutando de los dineros mal
habidos.
Juan
Jose Monsant Aristimuño
jjmonsant@gmail.com
@jjmonsant
El
Salvador
No hay comentarios:
Publicar un comentario