lunes, 11 de enero de 2016

FELIPE GUERRERO, ANIVERSARIO DE ESPERANZA

Hace setenta años un calificado grupo de soñadores fundan en los altos de la Lavandería Ugarte, ubicada en la tradicional parroquia caraqueña de «La Candelaria»,  una comunidad política que con  el devenir de la historia democrática venezolana, se ha de convertir en uno de los baluartes y pilares fundamentales de la libertad en Venezuela y en el mundo. Desde su origen COPEI nace como una alternativa para ir más allá del fascismo, del comunismo y del decadente mundo capitalista. Aparece COPEI como una novedosa concepción política cuyo anclaje central será la persona como valor absoluto,  para colocar a cada hombre y a cada mujer en situación de poder vivir como personas y lograr un giro social personalista, comunitario y espiritual.

En momento solemne de nuestras vidas compartimos la generosa concepción de que aquel trece de Enero de Mil Novecientos Cuarenta y Seis: «No nacimos para que en Venezuela se perpetuaran las injusticias. Salimos a la lucha para construir con nuestras manos y con la fe del pueblo una realidad distinta». Ese ha sido el transitar durante estos setenta años de hermoso peregrinaje, porque como lo expresara un hermano de ideal: «Los  partidos demócrata cristianos se conciben como instrumentos de participación, de constitución y vocación democráticas, e integran en su seno a la militancia proveniente de todas las clases sociales y estratos de la sociedad, aunque, partiendo del principio de la igualdad fundamental entre los hombres, plantean la lucha contra las desigualdades provenientes de la injusta distribución de bienes y oportunidades existentes en el seno de la sociedad».
Quienes nos enrolamos en esta corriente de opinión, lo hicimos inspirados en los principios que dieron origen a esta herramienta de liberación popular, porque la Democracia Cristiana posee un profundo y vigoroso sustento doctrinario e ideológico, distintivo fundamental que fortalece el pensamiento para la acción política  y que por tradición, principios y valores está obligada a luchar para aparecer como una opción política, social, educativa, económica y de gobierno colocada al lado de los millones de excluidos y marginados de la sociedad.
La crisis ética que envuelve a la comunidad venezolana nos obliga a definir con claridad nuestra posición, para determinar qué somos, hacia dónde ir y con quiénes recorrer esa senda. En este esfuerzo de definiciones COPEI, como partido político, no puede estar ausente en el señalamiento de los mejores caminos.  Luego de setenta años, sostenemos que la actividad  política es un instrumento para la participación y búsqueda del desarrollo con equidad. Toda la construcción política, económica y social debe estar al servicio del hombre con un sentido de integridad.
El veintitrés de Enero de Mil Novecientos Cincuenta y Nueve, a un año de la caída de la bochornosa dictadura militar, Miguel Otero Silva dijo: «Venezuela está orgullosa de sus partidos políticos porque a ellos debe, fundamentalmente, la reconquista de sus derechos y sus leyes. Está orgullosa de ACCIÓN DEMOCRÁTICA, de UNIÓN REPUBLICANA y de COPEI, organizaciones políticas que soportaron durante diez años el peso de la represión más despiadada, de la persecución y el ensañamiento, de las torturas y el asesinato, del furor desenfrenado de un déspota que había jurado pulverizarla y que apenas logró que se curtiera…».
A la altura de setenta años de recorrido se puede afirmar que Venezuela está orgullosa del recorrido realizado por  COPEI pero la patria aspira y desea que la organización siga brindando su aporte para la definitiva liberación de la nación. Esta aspiración nos impone una serie de exigencias. Resulta crucial salir a recorrer los caminos nacionales con la bandera de la libertad y la democracia. En la hora del nacimiento de este pueblo, el  prócer Juan Germán Roscio preguntaba: «¿Y qué hacen los hombres de bien, los verdaderos amantes de la felicidad pública para dirigir la nave política al norte de su verdadera dignidad?». Esa interrogante tiene plena vigencia en esta estación.
Luego de peregrinar durante setenta años junto a miles de compatriotas seguimos en la marcha para consolidar este sueño de liberación. Vamos al encuentro de los marginados en cada rincón donde haya voces que reclamen el cambio. Invito a todos quienes comulgamos con los principios liberadores del humanismo cristiano a mirarnos a los ojos para  reconocer en nuestros hermanos de ideal  esa luz de servicio, de honestidad y de transparencia. Los que ayer fuimos capaces de llenar de fe las calles, las plazas y los caminos de Venezuela invitamos a los más jóvenes a abrazar este compromiso con nuestra tierra. Nuestra misión es estar junto a la gente para ser un escudo contra la injusticia y una espada en pos de la igualdad. Vamos a celebrar con orgullo este ANIVERSARIO  DE  ESPERANZA.

Felipe Guerrero
felipeguerrero11@gmail.com

Tachira – Venezuela

No hay comentarios:

Publicar un comentario