jueves, 14 de enero de 2016

JEAN PASQUALI, NUESTROS ALIMENTOS Y LOS NÚMEROS

La solución de problemas complejos, en especial aquellos que involucran a muchas personas y muy diversos aspectos, depende del aporte de muchos puntos de vista y su conjugación armoniosa. Un tema de ese tipo es la alimentación en un país. Incluye la cantidad de alimentos requerida, su calidad, sus efectos sobre la salud, la capacidad de su producción interna, la capacidad de importación, la capacidad adquisitiva de los habitantes, los sistemas de distribución y las formas tradicionales y modernas de preparar los alimentos. Otros temas de semejante complejidad pudieran ser: La adopción de un nuevo sistema de educación, la distribución más favorable de la población en el territorio nacional y el desarrollo de lineamientos y prácticas que faciliten el buen uso de los recursos naturales y humanos existentes.

El tema de los alimentos se ha mantenido de moda en Venezuela desde hace ya tiempo, en especial lo que concierne a su costo, su disponibilidad y su distribución.

Creo que para mejorar la situación actual podría ser útil tener una visión aproximada de lo que está involucrado. Éste es un intento dirigido hacia una primera aproximación, de tantas posibles, que hace uso de algunas suposiciones y está fundamentado en datos fácilmente obtenibles en la Web. Como primer intento tendrá muchos defectos, pero servirá para que sea criticado y mejorado.

He considerado los siguientes puntos: 1. La masa de alimentos necesaria para atender a toda la población venezolana; 2. El costo de adquisición de esa masa de alimentos, para el caso en que fuese importada en su totalidad; 3. El área de sembradíos que habría que tener en producción para cosechar esa masa, si se produjera en Venezuela (o en cualquier otra parte); 4. Qué fuentes venezolanas de divisas tienen una magnitud similar a la necesaria para importar esa masa de alimentos; y 5. Comentarios.

Esta manera de ver el asunto tiene las limitaciones que se derivan de considerar a una sola variable que está relacionada o entrelazada con muchas otras variables. Ejemplo de ellas son: La variabilidad de los precios del petróleo, los acuerdos internacionales que el país firme o haya firmado, el conocimiento que se tenga de las prácticas agrícolas y su diseminación a los agricultores, la formación de personal calificado, la capacidad de adquisición de los equipos agrícolas y su mantenimiento, la existencia de bibliotecas con la información que facilite la adopción de nuevas tecnologías, la capacidad de resolver los problemas agrícolas que se presenten, la capacidad y el deseo de invertir, la posibilidad de comercializar los productos en el país o fuera de él, la capacidad interna de procesar los productos agrícolas y de distribuirlos eficientemente etcétera. Algunos de estos aspectos han sido considerados recientemente por Vicente Brito (2016111; http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/2016/01/vicente-brito-la-mision-agrovenezuela-y.html)
A pesar de todas estas limitaciones, no se considera una pérdida de tiempo conceptuar el tamaño y la naturaleza de las dificultades y las oportunidades asociadas a la alimentación en el país. Este mismo tipo de consideraciones pudieran hacerse con provecho para otros aspectos que están siendo discutidos.

Masa de Alimentos

Para poder estimar esa masa he decidido simplificar la dieta, seleccionando un solo alimento. He tomado en cuenta una población de 30 millones de habitantes, una dieta de 2000 kilocalorías (kcal) por día que es suplida enteramente por caraotas negras.

En relación a las 2000 kcal por día, he considerado que hay personas que acostumbran comer lo equivalente a muchas calorías más, pero también hay niños y otros que ingieren lo equivalente a bastante menos que eso.

En relación a la suposición de que comamos sólo caraotas, puede observarse que las caraotas son una excelente fuente de proteínas, carbohidratos y micronutrientes. Las caraotas no son un alimento barato. Por supuesto, hay muchos alimentos mucho más caros, pero se puede aducir que los hay también más baratos, en especial aquellos que suplen carbohidratos, como el arroz y la pasta. Se trata, con esta suposición, de estimar, con datos fácilmente obtenible de la Web, cuanto podría costar la alimentación de la población venezolana.
Las caraotas contienen 3,42 kcal por gramo de grano seco. Para obtener 2000 kcal se necesitan 585 g de caraotas. Para alimentar a toda Venezuela se requieren 17.550 toneladas (T) por día, lo que equivale a 526.500 T de caraotas negras por mes.

Costo Mensual de Importación de comida

Para importar comida, o cualquier otra cosa, hay que disponer de US$ o su equivalente. Los precios internacionales de las caraotas negras secas, expresados en US$ varían con la calidad, la variedad, el año (debido a factores climáticos), el vendedor, los acuerdos previos, el país exportador (costo de transporte) y la situación del mercado.

Los precios internacionales que he encontrado varían mucho, especialmente según el país. Para diferentes países he encontrado los siguientes intervalos de precios o precios fijos en US$ por tonelada: 500-1200, 650-750, 500-550, 600-800, 780-1000, 610 y 970. Afortunadamente, para evitar la selección de un precio muy impreciso para el caso en cuestión, me encontré que Nicaragua, el principal proveedor de caraotas negras para Venezuela, vende a 800 Córdobas por quintal, lo que equivale a 704 US$ por tonelada. El precio internacional aproximado de otros componentes importantes de la dieta popular, expresados en US$ por tonelada, son: Arroz (360 a 390), maíz (160 a 180) y trigo (150 a 200).

Si Venezuela importara todas las carotas negras para alimentar toda la población venezolana por un mes desde Nicaragua o al mismo precio, tendría un gasto de US$ 371 millones. Esto no incluye el transporte hasta puerto venezolano, pero es un factor secundario en esta estimación gruesa.

Área Sembrada

Desde el punto de vista venezolano puede servir de ilustración el saber, aproximadamente, que superficie sembrada de caraotas es indispensable para alimentar a la población venezolana actual. La advertencia necesaria aquí es que los venezolanos no comemos solo caraotas. Sin embargo la estimación podría, de todas maneras, ser útil si se considera que el agricultor que siembra caraotas negras debería tener un rendimiento económico (no de peso por hectárea, sino de US$ por hectárea), similar al que siembra lechosa, arroz, maíz, sisal, caña de azúcar, etc. Porque, si no fuera así, todos sembrarían lo que les promete el mayor rendimiento económico. La resultante escasez del resto de los productos agrícolas haría subir sus precios hasta lograr un equilibrio en el rendimiento económico.

La producción de caraotas en términos de kilos por hectárea que he encontrado es muy variable, como es de esperarse. Fluctúa entre 1300 y 2000 kilos por hectárea, si se hace una sola cosecha por año. Depende de la región, variedad del grano, del año (temperaturas y precipitación) y por estación, en el caso en que haya dos o más cosechas por año.

Para efectos de esta estimación se utilizará un rendimiento de 1300 kilos por hectárea y una sola cosecha por año. Esto, de ser necesario, puede ser refinado con las estadísticas nacionales de producción.

Con una producción promedio de 1300 kilos por hectárea de caraotas negras secas y un consumo de 536.000 T por mes, para todo el año (12 meses y una sola cosecha) se requiere sembrar entre 4 y 5 millones de hectáreas. Claro está que estas hectáreas, en la práctica, no solo servirían para las caraotas sino para todos los productos relacionados con la agricultura. Se conoce que en Venezuela hay 3,8 millones de hectáreas arables con facilidad, de aproximadamente 21 millones de hectáreas dedicadas a la agricultura y la ganadería. No he conseguido el área sembrada en la actualidad. En el 1998 esa área era de 3.490.000 hectáreas, representaba el 5 % del Producto Interno Bruto y empleaba el 8,8 % de la población económicamente activa, mientras que el país importaba el 70 % de los cereales que consumía.
Ha sido estimado que hasta una tercera parte de la superficie del país es utilizable para la agricultura y la cría. Eso equivaldría a unos 28 millones de hectáreas. Tradicionalmente la ganadería ha utilizado unas cinco veces más superficie que la agricultura y su rendimiento económico por hectárea es inferior al de la agricultura tecnificada. Este hecho evidencia la oportunidad económica de transformar áreas actualmente utilizadas para ganadería en desarrollos agrícolas.

Fuentes de Divisas para Importar los Alimentos

Con el propósito de identificar las fuentes de divisas que son necesarias para importar todos los alimentos que Venezuela necesita, sin que nada se produzca en el país, se hará la estimación para un mes. Esto facilita la visualización del gasto y su comparación con los sueldos, ya que éstos son mensuales.

Ya se ha estimado que se requieren del orden de US$ 370 millones por mes. En la práctica, en Venezuela la sola fuente importante de divisas es la venta del petróleo, la cual alcanza a más del 95 % del total del valor de exportación. Este hecho, en primera instancia, simplifica la búsqueda de las posibles fuentes de divisas para la importación de alimentos porque la restringe a la venta de petróleo a precio internacional, al petróleo exportado a un valor que no es el valor del mercado y a los pagos por bienes o servicios que se hacen en dólares y que pudieran ser reemplazados por pagos en bolívares.

Se acostumbra expresar la producción y venta de petróleo en barriles por día (bpd). Supongamos que el precio a que Venezuela vende su petróleo es de 60 $ por barril y que su costo de exploración, producción, transporte e impuestos es de 12 $ por barril. Eso significaría que se puede contar con US$ 60-12 = 48 $ por barril vendido. Esta suposición, de ser incorrecta, puede ser ajustada con los datos correspondientes al momento del análisis. En este momento parece ser optimista.

El petróleo que es exportado a precios que no son los del mercado puede ser cuantificado en barriles, pero no fácilmente en dólares. Un informe que presenta los datos para el 2011 indica que el petróleo vendido fuera del precio de mercado monta al 42 % de la producción total e incluye: El consumo Interno (646.000 bpd); China (415.000); Cuba (102.000); Petrocaribe (94.600); Argentina (24.600); Bolivia (10.800); Uruguay (9.700); Paraguay (7.500). Estos montos, naturalmente, han variado en el tiempo, pero no de tal manera que puedan modificar las conclusiones a que se llega en este subtítulo.

Los US$ 370 millones por mes equivalen a 257.000 bpd vendidos a precio de mercado. Para el 2015 las principales exportaciones de crudo son aproximadamente: EEUU, Canadá y México (880.000 bpd); China [550.000]; India (400.000); Petrocaribe [200.000]; Europa (120.000); Cuba [55.000]. (Las cantidades entre corchetes se exportan a precios fuera del mercado internacional.)

Considerando a cada una por separado, sólo las exportaciones a EEUU y la India serían suficientes para atender a la importación de alimentos que requiere Venezuela. La exportación hacia China, no puede ser una fuente ya que se dedica mayoritariamente al pago por dinero que ya ha recibido Venezuela en calidad de préstamo; más bien, esa producción ya está comprometida para el futuro.

El valor de la importante cantidad de petróleo dedicada al consumo interno no puede ser determinado como el resto ya que éste se comercializa, no como petróleo, sino como gasolina y otros derivados, que tienen el importante valor agregado resultante de la refinación. Esa determinación no se intenta aquí.
Debido a la escasez de divisas para todas las importaciones requeridas para mantener el funcionamiento del gobierno, las industrias y la sociedad en general, la actual exportación de petróleo, no parece ser adecuada, a través de los precios actuales. Sería necesario aumentar la producción nacional de crudo por unos 300.000 bpd, cosa que, en condiciones favorables, podría tardar unos 5 años.

Otra alternativa sería eliminar o disminuir gastos en divisas que se estén haciendo actualmente y que no sean prioritarios o que puedan ser atendidos a través de pagos en bolívares.
Piccone y Trinkunas (2014; http://www.brookings.edu/research/papers/2014/06/16-cuba-venezuela-alliance-piccone-trinkunas) han mencionado que Venezuela le paga anualmente a Cuba por su asistencia unos US$ 5.400 millones; es decir unos US$ 450 millones por mes. Si ese monto pudiese ser reducido a US$ 80 por mes o eliminado, se haría una economía que cubriría todas las importaciones de alimentos de toda Venezuela.

Los autores mencionados indican que la asistencia recibida por Venezuela consiste de los servicios profesionales de unas 40.000 personas. Un 75 por ciento está relacionado con los servicios de la salud, son médicos y maestros asociados a las misiones; enfocadas hacia la salud comunitaria, los deportes y la alfabetización. Los otros profesionales son consejeros militares, de inteligencia, del servicio de inmigración y de CANTV.

Desde el 2003 Cuba también provee atención médica avanzada para decenas de miles de venezolanos y recibe miles de estudiantes universitarios, especialmente de Medicina. En el 2010 Venezuela le pagó al Gobierno de Cuba un promedio aproximado de US$ 11.317 al mes para cada profesional puesto a su servicio. Al mismo tiempo los médicos cubanos que trabajaban en Venezuela recibían mensualmente US$ 425.

Por la naturaleza de los servicios prestados, no parecería difícil substituirlos en poco tiempo, por personal pagado en bolívares. De hecho, esos servicios, en términos generales, tradicionalmente habían estado a cargo de personal venezolano. Inclusive, por razones de seguridad nacional, parecería inconveniente que Venezuela dependiera, para actividades tan importantes, de un número tan grande de profesionales que son miembros del gobierno de otro país.

Comentarios

Desde el punto de vista de la seguridad alimentaria no parece haber dudas que la solución más deseable es la producción nacional de la mayoría de los alimentos que el país consume. Esto parece ser lograble. La mayoría de los países del mundo lo han estado logrando constantemente, incluyendo países cercanos y semejantes. Venezuela tiene abundancia de tierras y mantiene una investigación agrícola y pecuaria importante. No parece haber un impedimento técnico, científico o económico que impida el logro de una producción nacional adecuada y estable. Habrá que estudiar en detalle cuáles son las dificultades que, en la práctica, lo han impedido.

La solución más recomendable es la producción interna de los alimentos.
Al reunir un conjunto de puntos de vista sobre un tema es posible lograr conclusiones estables y quizás, con éstas, un exitoso plan de acción.

Jean Pasquali

38jcaj@gmail.com
Caracas - Venezuela

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