Integrantes: del Grupo Avila: Edmundo Gonzalez, Milos Alcalay, Fernando
Gerbasi, Adolfo Taylhardat, Rosario Orellana, Emilio Nouel, Adolfo Salgueiro, Felix
G. Arellano, Beatriz Gerbasi, Jose Ramon Sanchez, Demetrio Boersner, Alexandra
Paris, Guillermina Da Silva, Erik Becker, Rodrigo Arcaya, Norman Pino, Maruja
Tarre, Maria Teresa Belandria, Maria Teresa Romero
La política exterior adelantada por el
gobierno de Nicolás Maduro se concentró en seguir promoviendo un liderazgo con
base en el carisma de Hugo Chávez, ingresos petroleros abundantes y la difusión
de un proyecto político-ideológico autoritario, anticapitalista y anti
occidental.
En 2015, se evidenció que aquellos
elementos fundacionales se han agotado.
El proyecto político chavista ha
resultado un fiasco social y económico cargado de serias incongruencias y
contradicciones en la práctica, y el año culmina con un rotundo rechazo popular
al régimen en las elecciones legislativas del 6 de diciembre.
Nunca antes el activismo internacional
del gobierno había obtenido tan magros resultados. El año 2015 fue de una
creciente y notoria pérdida de influencia del régimen en la escena
internacional, incluso en sus “aliados estratégicos”.
Es evidente el distanciamiento
pragmático de las naciones del Caribe en la búsqueda de nuevos benefactores al
norte del hemisferio. Incluso Brasil, varió el tono de su discurso con respecto
a los acontecimientos políticos en nuestro país y planteó críticas ante al
comportamiento antidemocrático del
gobierno.
Varios ex jefes de Estado
iberoamericanos llamaron la atención a las alteraciones del orden
constitucional que aquí ocurren. La aplicación a Venezuela de la Cláusula
Democrática prevista en la Carta Democrática Interamericana y los Protocolos de
Mercosur ha sido pedida.
El colapso de la economía de la
frontera colombo-venezolana y las transgresiones al derecho humanitario
internacional causaron alarma y reprobación a nivel regional y mundial.
Por otro lado, la debilidad
institucional de la Cancillería y la improvisación en el manejo del reclamo
sobre el Esequibo fue vista como una ocasión por el gobierno guyanés para
provocar una crisis bilateral, desafiar la solidez del Acuerdo de Ginebra y
descarrilar el proceso de buenos oficios del Secretario General de la ONU. Ésta
es una de las áreas de la política exterior donde han reinado la falta de
profesionalismo, desidia, contradicciones y errores. Solo ha tratado de calmar
y distraer al sector de la FAN preocupado por la reclamación y la defensa de la
fachada atlántica.
Las sanciones impuestas por EEEUU a un
grupo de altos funcionarios presuntamente involucrados en violaciones a los
derechos humanos y actos de corrupción, narcotráfico y lavado de dinero, tuvieron
impacto negativo adicional sobre la percepción que la comunidad internacional
tiene del gobierno venezolano.
La práctica de hipotecar el país para
financiar, no el desarrollo de la Nación sino el proyecto político del régimen,
alcanzó características y magnitudes alarmantes con el endeudamiento con la
República Popular China.
El “multipolarismo”, idea que pretendía
jugar un papel central en el proyecto bolivariano en su intento por fomentar un
orden internacional alternativo, demostró tener poca sustentación.
La actuación en el seno del Consejo de
Seguridad de la ONU como miembro no permanente se limitó a tratar de frenar los
avances de la comunidad internacional hacia un mundo más interdependiente y más
corresponsable, más comprometido con la defensa activa de los valores que la
ONU representa.
Los derechos humanos representan uno de
los temas más contradictorios de la política exterior del gobierno. El discurso
oficial pregona participación e inclusión, y en la práctica violenta los
derechos humanos en sus diversas manifestaciones.
Otro de los temas donde se aprecia las
contradicciones de la política exterior chavista es en el comercio y la
integración económica. La dura crítica ideológica al libre comercio y a la
integración, no considera sus beneficios en estímulos a la producción y la
productividad, diversificación e incremento de las exportaciones, generación de
empleo y del bienestar social. Así, la política en esta materia ha sido
errática, sin norte.
La incorporación al Mercosur amerita
una reflexión especial aparte por las serias contradicciones que el gobierno
muestra al concretar el ingreso. Éste obedeció a razones fundamentalmente
político-ideológicas, y a que en ese bloque comercial predominaban gobiernos
afines. La contradicción señalada se evidencia palmariamente entre las
normativas suscritas de libre comercio, apertura de mercado y respeto de los
derechos humanos vigentes en el Mercosur, y la posición ideológica del gobierno
venezolano actual, contraria a tales principios.
Hay que destacar que el factor humano
responsable de hacer y promover todo lo concerniente a la política exterior del
país es causa fundamental del descalabro aquí descrito.
Sistemáticamente se ha ido
desmantelando, y por ende desprofesionalizando, todo el equipo principal de
funcionarios responsables de nuestra Cancillería. En lugar de planificar y
ejecutar una Política Exterior de Estado, cada vez más se ha hecho una Política
Exterior que responde a los intereses del Gobierno y peor aún, del Partido en
el poder.
Ante tantos desarrollos contrarios al
interés de la nación evidenciados el año que concluye, resulta fundamental una
profunda revisión en este campo, que apunte a
una política de Estado con la participación de la sociedad y para el
beneficio de todos.
EMILIO NOUEL, BALANCE DE LA POLÍTICA
EXTERIOR DEL GOBIERNO VENEZOLANO DURANTE EL AÑO 2015, RESUMEN EJECUTIVO DEL
DOCUMENTO DEL GRUPO AVILA,
Integrantes: del Grupo Avila: Edmundo Gonzalez, Milos Alcalay, Fernando
Gerbasi, Adolfo Taylhardat, Rosario Orellana, Emilio Nouel, Adolfo Salgueiro, Felix
G. Arellano, Beatriz Gerbasi, Jose Ramon Sanchez, Demetrio Boersner, Alexandra
Paris, Guillermina Da Silva, Erik Becker, Rodrigo Arcaya, Norman Pino, Maruja
Tarre, Maria Teresa Belandria, Maria Teresa Romero
La política exterior adelantada por el
gobierno de Nicolás Maduro se concentró en seguir promoviendo un liderazgo con
base en el carisma de Hugo Chávez, ingresos petroleros abundantes y la difusión
de un proyecto político-ideológico autoritario, anticapitalista y anti
occidental.
En 2015, se evidenció que aquellos
elementos fundacionales se han agotado.
El proyecto político chavista ha
resultado un fiasco social y económico cargado de serias incongruencias y
contradicciones en la práctica, y el año culmina con un rotundo rechazo popular
al régimen en las elecciones legislativas del 6 de diciembre.
Nunca antes el activismo internacional
del gobierno había obtenido tan magros resultados. El año 2015 fue de una
creciente y notoria pérdida de influencia del régimen en la escena
internacional, incluso en sus “aliados estratégicos”.
Es evidente el distanciamiento
pragmático de las naciones del Caribe en la búsqueda de nuevos benefactores al
norte del hemisferio. Incluso Brasil, varió el tono de su discurso con respecto
a los acontecimientos políticos en nuestro país y planteó críticas ante al
comportamiento antidemocrático del
gobierno.
Varios ex jefes de Estado
iberoamericanos llamaron la atención a las alteraciones del orden
constitucional que aquí ocurren. La aplicación a Venezuela de la Cláusula
Democrática prevista en la Carta Democrática Interamericana y los Protocolos de
Mercosur ha sido pedida.
El colapso de la economía de la
frontera colombo-venezolana y las transgresiones al derecho humanitario
internacional causaron alarma y reprobación a nivel regional y mundial.
Por otro lado, la debilidad
institucional de la Cancillería y la improvisación en el manejo del reclamo
sobre el Esequibo fue vista como una ocasión por el gobierno guyanés para
provocar una crisis bilateral, desafiar la solidez del Acuerdo de Ginebra y
descarrilar el proceso de buenos oficios del Secretario General de la ONU. Ésta
es una de las áreas de la política exterior donde han reinado la falta de
profesionalismo, desidia, contradicciones y errores. Solo ha tratado de calmar
y distraer al sector de la FAN preocupado por la reclamación y la defensa de la
fachada atlántica.
Las sanciones impuestas por EEEUU a un
grupo de altos funcionarios presuntamente involucrados en violaciones a los
derechos humanos y actos de corrupción, narcotráfico y lavado de dinero, tuvieron
impacto negativo adicional sobre la percepción que la comunidad internacional
tiene del gobierno venezolano.
La práctica de hipotecar el país para
financiar, no el desarrollo de la Nación sino el proyecto político del régimen,
alcanzó características y magnitudes alarmantes con el endeudamiento con la
República Popular China.
El “multipolarismo”, idea que pretendía
jugar un papel central en el proyecto bolivariano en su intento por fomentar un
orden internacional alternativo, demostró tener poca sustentación.
La actuación en el seno del Consejo de
Seguridad de la ONU como miembro no permanente se limitó a tratar de frenar los
avances de la comunidad internacional hacia un mundo más interdependiente y más
corresponsable, más comprometido con la defensa activa de los valores que la
ONU representa.
Los derechos humanos representan uno de
los temas más contradictorios de la política exterior del gobierno. El discurso
oficial pregona participación e inclusión, y en la práctica violenta los
derechos humanos en sus diversas manifestaciones.
Otro de los temas donde se aprecia las
contradicciones de la política exterior chavista es en el comercio y la
integración económica. La dura crítica ideológica al libre comercio y a la
integración, no considera sus beneficios en estímulos a la producción y la
productividad, diversificación e incremento de las exportaciones, generación de
empleo y del bienestar social. Así, la política en esta materia ha sido
errática, sin norte.
La incorporación al Mercosur amerita
una reflexión especial aparte por las serias contradicciones que el gobierno
muestra al concretar el ingreso. Éste obedeció a razones fundamentalmente
político-ideológicas, y a que en ese bloque comercial predominaban gobiernos
afines. La contradicción señalada se evidencia palmariamente entre las
normativas suscritas de libre comercio, apertura de mercado y respeto de los
derechos humanos vigentes en el Mercosur, y la posición ideológica del gobierno
venezolano actual, contraria a tales principios.
Hay que destacar que el factor humano
responsable de hacer y promover todo lo concerniente a la política exterior del
país es causa fundamental del descalabro aquí descrito.
Sistemáticamente se ha ido
desmantelando, y por ende desprofesionalizando, todo el equipo principal de
funcionarios responsables de nuestra Cancillería. En lugar de planificar y
ejecutar una Política Exterior de Estado, cada vez más se ha hecho una Política
Exterior que responde a los intereses del Gobierno y peor aún, del Partido en
el poder.
Ante tantos desarrollos contrarios al
interés de la nación evidenciados el año que concluye, resulta fundamental una
profunda revisión en este campo, que apunte a
una política de Estado con la participación de la sociedad y para el
beneficio de todos.
Caracas, enero de 2016
El Grupo Ávila es una agrupación
informal, compuesta por diplomáticos, analistas políticos, profesores
universitarios e investigadores en las áreas de relaciones internacionales y
las ciencias sociales, preocupados por el acontecer internacional y nacional.
Emilio Nouel V.
emilio.nouel@gmail.com
@ENouelV
Yaracuy - Venezuela
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