martes, 23 de febrero de 2016

RAFAEL GARCÍA MARVEZ, ENTRE DOS OTRES SEMANAS

La premura de la salida democrática del Presidente venezolano como consecuencia de la crisis que vive el país, prácticamente nos obliga semanas tras semanas volver sobre el mismo tema, en otras palabras, nos convierte en modestos escribidores repetitivos. 

 Cuando titulamos este escrito “Entre dos o tres semanas” me refiero de una vez al lapso transcurrido desde el momento en que la Mesa de la Unidad Democrática comenzó a barajar las alternativas impresas en la Constitución Nacional para librarnos del Gobierno medieval que preside Nicolás Maduro.

Es probable inclusive que haya transcurrido más de tres semanas y hasta ahora no se ha podido dar con la clave de cuál de los procedimientos es el más expedito o el que con mayor facilidad pudiera colarse entre las garras del Tribunal Supremo de Justicia.

Por lo expresado tanto por dirigentes políticos, como por grupos de expertos constitucionalistas, exmagistrados del TSJ y algunas individualidades, se da la coincidencia de que las dificultades con las que pudieran toparse para evitar el avance bien sea de la enmienda, el revocatorio o la constituyente, si fuera el caso, son las mismas trancas con pequeñas diferencias únicamente.

De manera, que solo desarmaría de la cuchilla a los togados rojos las protestas enérgicas del pueblo en la calle, pero utilizando como bandera la decisión constitucional que previamente haya asumido la oposición, de allí el apuro.

Entonces, ¿Qué hacer? ¿Continuar mirando sin capacidad de respuesta como el gobierno se apropia de cuanta cosa se mueve a su lado? o ¿Esperar a que el día menos pensado el pueblo pierda la paciencia capuchina y salga a reclamar lo que sus dirigentes no fueron capaces de exigir?

¿O, que cada uno de los partidos que conforman la Unidad salten por su cuenta y riesgo, unos pidiendo una cosa y otros, otras, trayendo confusión y mayor desaliento a la gente que está colmada de tantas y tantos maltratos y laberintos?

Esto implica una crítica sana al partido Primero Justicia y a su máximo líder Henrique Capriles que la semana pasada decidieron salir a recorrer el país llamando a revocatorio, porque fragmentar la sinergia, la Unidad, nunca darán buenos resultados, entendiendo, sin embargo, que la paciencia se va agotando y conduce a la irracionalidad la mayoría de las veces.

Como sea, pero no hay cosa que asuste más a un Gobierno de las características u origen que sea, ver a un pueblo salir a la calle a reclamar lo suyo, lo que por derecho le corresponde. Más aún, sin ese régimen es flácido, blando, que sabe que sus días están por concluir, que no hay ninguna posibilidad de prolongar la vida si el soberano hace respetar su voluntad.

Rafael García Marvez
garciamarvez@gmail.com
@RGarciaMarvez

Carabobo - Venezuela

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