Lo anunciado por
Nicolás Maduro ante la debacle que vive Venezuela como consecuencia de
diecisiete años de robo, saqueo, despilfarro y entrega de sus recursos y de su
Soberanía por quienes la han gobernado y por quienes como cómplices han
volteado la mirada hacia otro lado durante este periodo de tiempo no fueron
medidas económicas, son medidas miserables que hundirán más en la desgracia a los venezolanos.
Subió el precio de la
gasolina mientras continua enviando diariamente miles de barriles de petroleó a
Cuba, decretó aumento del salario del 20% mientras la inflación supera el 150%,
decretó para la divisa un Sistema de
Cambio de dos bandas donde la que está
reservada para medicinas, salud y producción, insumos que desaparecieron en el
país va de 6,30 a 10 para continuar llenando sus cuentas bancarias en bancos
extranjeros.
Las miserables
medidas dictadas por el títere de la Habana no buscan mejorar la calidad de
vida de los venezolanos, pretenden continuar metiéndole la mano en sus
empobrecido bolsillos para palear la
crisis social y económica que crearon a la que le colocaron la careta de guerra
económica en la que los principales protagonistas son los miembros de su
régimen forajido y hambreador.
Un millón de millones
de dólares se robaron los ladrones que no hacen colas para encontrar alimentos
y medicinas porque se las llevan a sus lujosas casas, viven en el exterior como
jeques y sacan a sus hijos a estudiar al extranjero despreciando la
"calidad" de las universidades creadas en el Socialismo del siglo
XXI.
Ante la terrible
realidad de muerte, asesinatos, secuestros, escasez y desabastecimiento
continúan las reuniones en ambos lados, en uno buscan desesperados la forma de
alargar el tiempo en el que permanecerán en el poder, en el otro buscan las
trochas para sacarlos de el, y en el medio de ese forcejeo están millones de
ciudadanos pasando hambre, muriendo a manos del hampa o por falta de un
medicamento.
Ambos lados saben lo
que vendrá ante lo que están viviendo los venezolanos y pareciera que no se dan cuenta de lo que representará
ese escenario, la situación del país amerita amarrarse los pantalones o el
pueblo ante la desesperación que produce el hambre, la impotencia y la falta de
atención arrasara a los responsables de su desgracia y a aquellos en quienes
deposito su confianza y se olvidaron que contaban con el para que lo sacaran de
la crisis.
Coronel Antonio
Semprun
coronelantoniosemprun@gmail.com
@AntonioSemprun
Caracas - Venezuela
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