Es importante
aprovechar el asueto de la Semana Santa para
meditar e ir al encuentro de la fe y la esperanza. No hay tarea más
agradable que sacar de la profundidad de nuestro corazón un mensaje de
confianza en Venezuela, nuestro querido país.
También un mensaje de esperanza a
nuestro estimado Partido socialcristiano
COPEI, cuya conducta está sustentada en la Doctrina Social de la Iglesia, como
conjunto de enseñanzas que nos proporcionan
elementos para lograr una sociedad más justa que haga más felices a
quienes la componen. Difundir esta doctrina constituye una verdadera prioridad
socialcristiana.
En el ámbito político nos corresponde defender la dignidad de la persona, tomando parte
activa en la vida pública para colaborar en la construcción del bien común. Son
principios fundamentales que tienen protección jurídica de los propios derechos
establecidos, que deben ser iguales para todos y conforme a las normas de la
justicia. En la vida social, tal como ocurre en la vida política, todo derecho
conferido a una persona crea en los demás el deber de reconocerlo y respetarlo.
Por eso nos corresponde convocar a la inteligencia y a la capacidad de
entendimiento de todos los venezolanos, y en el caso específico de COPEI el de
todos los socialcristianos, con voluntad de paz, a fin de enfrentar la angustia
y el debate estéril. El país necesita sentir que quienes pretenden ejercer su
conducción política sean capaces de actuar de conformidad con los principios
que se predican. El fruto de la justicia es la paz, que es el mayor bien para
toda la sociedad. Todos los seres humanos cometemos errores, “que tire la
primera piedra el que se sienta libre de pecado”. Buscar la paz no es cobardía,
es una clave para el entendimiento. El valor moral es el principio que orienta la conducta del
hombre al bien y a la verdad, otros valores tales como la justicia, la familia,
la solidaridad, la lealtad, el respeto, el trabajo, son valores que enaltecen a COPEI como
Partido y a la Institución
Socialcristiana como FAMILIA.
Los
cargos políticos son temporales y cada uno de nosotros debe entender la
realidad. No debe prevalecer el interés personal sobre los altos intereses del
país o del Partido. Cambiemos la soberbia por la humildad y el pecado por el
perdón. Es preciso señalar que era otro
el contenido y el título del presente artículo, como siempre coloreado de
política y terminé con estas MEDITACIONES.
Jesús Alberto Barrios
R.,
jesusalbertob@hotmail.com
@jesus_albertob
Carabobo - Venezuela
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