Con Maduro gobernando
a Venezuela se perdió la decencia, el mérito, la moral y las buenas costumbres.
Ahora influyen son los incondicionales, los vivos, los cómplices, los
comprometidos con el proyecto para destruir la moral de la República y los
fundamentos ideológicos que dieron origen a nuestra democracia.
La palabra en boca de
Maduro a perdido seriedad y el no termina de entender que a los seguidores que
heredó del presidente Chavez, ya les mató la ilusión con la cadena interminable
de errores, que han destruido la economía y toda esperanza de progreso para la
Nación, donde Gobierno, fuerzas armadas y poder judicial son cómplices de la
crisis.
Ocho de cada diez
venezolanos aseguran no tener dinero para comprar sus alimentos y medicinas,
646% aumentaron los precios de los alimentos este año en comparación con el
2015,existe un vacío de poder y se incrementa la parálisis nacional, el
desenlace puede ser catastrófico, las fuerzas armadas tienen un rechazo del
81%, por su complicidad.
El descontento
popular se extiende con mucha fuerza, ante la impaciencia y desesperación que
se apodera de quienes tenemos que soportar al Tribunal Supremo de Justicia y
las Fuerzas Armadas Nacionales, que están de espaldas a un pueblo que padece
por falta de alimento, medicinas y seguridad, frente a una delincuencia cada
vez mayor en las calles y en el gobierno.
Se perdió este año
para los ganaderos y agricultores, porque no tienen insumos y los pocos que hay
los asignan a la agricultura urbana, para balcones, botellas, peroles, latas y
materos y no para las fincas y potreros y ante tamaño desabastecimiento, el
precio de la canasta familiar se ha disparado en 200.000 bolívares en este mes.
Ahora después de
acabar con la producción nacional, nos viene con un sistema popular de
distribución de alimentos como en Cuba y de los 14 motores chimbos para
resolver la crisis, ninguno funciona y el motor de arranque se le quemó el día
en que asumió el poder, los cuatro millones de hectáreas de tierra de las que
se apropiaron de manera ilegal y las 1.200 empresas que expropiaron,
lamentablemente no están produciendo nada. Maduro y sus compinches son caso
perdido.
Nestor Solano
solano.nestorep@gmail.com
@SolanoNestorep
Tachira - Venezuela
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