Venezuela desde el
triunfo del chavismo y el empeño de la oposición en derrotar ese proyecto
populista dentro del marco constitucional,
se ha convertido en una especie de laboratorio social en el que diferentes
fórmulas políticas concurren con resultados previsible, pero también
inesperados.
Es una realidad, pero
a costa de las dolorosas contracciones de la sociedad venezolana, los pueblos
de América podrán aprender cómo evitar que regímenes autocráticos con base
popular, lleguen al poder, y las medidas
a tomar para derrocarlos en caso que eso suceda, sin tener que recurrir a la
violencia.
También los políticos
y académicos venezolanos están en óptimas condiciones para instrumentar una
estrategia que tenga como objetivo formar y educar al electorado en la
desconfianza hacia políticos ocasionales o de profesión, que prometen resolver
los problemas del país, sin presentar soluciones reales a los mismos.
Este es un aspecto
clave, porque la única fórmula que
inocula contra el mesianismo, es que el elector tome conciencia que denunciar
las dificultades no significa su solución, que las propuestas deben ser
concretas y realistas.
Lo anterior es
posible porque la estrategia, coordinación y firmeza de los sectores
mayoritarios de la oposición, lograron
derrotar parcialmente a la dictadura institucional vigente, un hecho sin
precedentes en lo que respecta a los despotismos institucionales.
La Asamblea Nacional,
tiene la oportunidad y capacidad de legislar en beneficio de la nación, lo que se
traduce en contra del régimen, y la oposición,
y de ampliar su base social, al exponer de manera sistemática y
permanente a la población las nefastas secuelas que el chavismo ha significado
para el país.
Es una realidad que
el control que ejerce el ejecutivo sobre los otros poderes del estado son una
seria amenaza a las prerrogativas de la Asamblea Nacional.
Aparte de que el
oficialismo siempre puede recurrir a sus partidarios- particularmente a los cuerpos de seguridad y
a los paramilitares- para generar un
clima de inseguridad con el propósito de intimidar y neutralizar a los sectores
que estén más dispuestos a implementar,
a la mayor brevedad, acciones que tiendan a sacar a Nicolás Maduro del
poder, lo que de lograrse, quebraría la autocracia de manera terminante.
El tiempo es un
factor clave para los fines de quienes rivalizan con el gobierno. El régimen tratara de involucrar en sus
decisiones a la oposición. Hará todo lo posible por transferirle la responsabilidad
de sus desaciertos, vincularla a las
medidas impopulares que las difíciles circunstancias en las que se encuentra el
país demanden.
En consecuencia la
oposición aunque tiene que ser cuidadosa en la estrategia a implementar para
sacar a Maduro del gobierno, debe apresurarse en esa gestión. Cuenta con
recursos legales para hacerlo y con el apoyo popular necesario, aunque si debe
ser transparente en las razones que la impulsan a buscar la salida del
mandatario para que no se interprete como simple revancha entre fuerzas
antagónicas que pueden conducir al país a una debacle nacional.
El chavismo ha
arrastrado a Venezuela a una profunda
crisis. Los factores que han incididos son muchos, pero entre todos destacan la
ineficiencia gubernamental, la corrupción, y muy particularmente la incubación
de conflictos sociales que no dejaran de
ser un componente de desestabilización, aun si esa propuesta populista
desapareciera como fuerza política.
Es de prever que el
enfrentamiento será severo. El oficialismo no solo corre el riesgo de perder el
poder, sino también, lo que ha derivado en su beneficio por haber gobernado para su exclusivo
provecho por casi 20 años. Además, es posible, que más de uno de sus líderes
termine en prisión, por los graves perjuicios causados a la nación, en
consecuencia bregaran para no ser defenestrados.
Es evidente que en
cualquier acción a tomar hay que considerar la capacidad de respuesta del
contrario, a tal efecto, la oposición
debe estar preparada para responder a las reacciones en su contra que
implemente el gobierno. Mientras más se aproximen a limitar o lograr la salida
del gobierno de los herederos de Hugo Chávez, mas difícil y complicada será la
situación del país.
La solidaridad con la
Venezuela democrática es un mandato que todos los que aman la libertad deben
asumir.
Pedro Corzo
pedroc1943@msn.com
@PedroCorzo43
Estados Unidos
No hay comentarios:
Publicar un comentario