Por un lado se
denuncia la represión del gobierno de Raúl Castro, pero por el otro se mantiene
el viaie de Kerry y Obama a Cuba.
Mueve al análisis el clima ambivalente que existe dentro
del gobierno de los Estados Unidos en
cuanto al tema de derechos humanos de Cuba
Por un lado existió la denuncia en Ginebra, donde Estados Unidos manifestó en el Consejo
de Derechos Humanos de la ONU preocupación por las detenciones temporales en
Cuba.
Luego le siguió la postergación del viaje del Secretario
de Estado de Estados Unidos, John F. Kerry a la isla, "por desacuerdos en
el campo de los derechos humanos" con el gobierno de la Habana.
Sin embargo, luego se informa que Kerry le dijo al
canciller cubano que "problemas
del calendario" le impidieron viajar antes que Obama a la Cuba y reiteró
que irá con el Presidente el 21 y 22 de marzo a la isla.
Lo único que va quedando en claro es que la represión
continua en Cuba, con más de 2.500 detenciones en lo que va del año.
Mientras tanto, se le siguen otorgando beneficios al
gobierno de Raúl Castro, que deberían haberse negociado para lograr más espacio
para la sociedad civil de Cuba.
Resalta también el hecho que el viaje del presidente
Barack Obama a Cuba debería haberse acondicionado a lograr pasos concretos en
libertades políticas.
El gobierno de Raúl Castro lo único que ha concedido,
previo al viaje de Obama, ha sido el ridículo anuncio de otorgar permiso de
salida, por una vez, a 7 de los 11 ex
presos politicos de la Primavera Negra que se quedaron en Cuba, pero castigando
sin ese otorgamiento a 4 de los más rebeldes.
Tampoco en las negociaciones se ha hablado de liberar a
los "doble presos" políticos, quienes fueron nuevamente arrestados y
que formaban parte de la lista de 53 reos de conciencia, cuya liberación fue
parte del pacto entre Castro y Obama en el deshielo.
Si todo esto no se pudo lograr de antemano, significa
simplemente que los factores
democráticos están lejos de alcanzarse, pese a todo lo cedido a Raúl Castro
desde diciembre de 2015 hasta la fecha.
Ahora queda por verse otra etapa del juego diplomático
entre Cuba y EEUU: de qué manera el régimen de La Habana logrará bloquear el
encuentro entre Obama y los disidentes, que ha prometido el presidente
estadounidense
Es muy posible que,
-tal como sucedió en la visita del papa Francisco a Cuba- sean escogidos
opositores "light", que no perturben el clima de acercamiento entre
La Habana y Washington, que tan bien se ha estado desarollando, a pesar de no
haberse logrado nada en concreto, en materia de derechos humanos.
Angelica Mora
angelicamorabeals@yahoo.com
@copihueblanco
Nueva York - Estado
Unidos
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