domingo, 10 de abril de 2016

ARTURO MOLINA, ENTRAMPADOS

El desacuerdo en algunos sectores de la oposición venezolana genera desanimo en los venezolanos. La dificultad de acordar método para salida del actual régimen del poder es evidencia de que la unidad sólo existió para el momento electoral, jamás en la propuesta.

La lucha se centra en la captación de seguidores y cada uno por su lado intenta venderle a los ciudadanos cuál es la vía “expedita” para salir del oficialismo, y del oscurantismo programado y desarrollado para los venezolanos por el llamado socialismo siglo XXI.

Entran en escena la enmienda, el referéndum, la renuncia y un poco más atrás, casi que ni se ve, la constituyente. Todos hablan de las bondades y oportunidades. Todos aspiran a que su formula gane.

Los de la enmienda destrozan a los del referéndum, estos dos a los de la renuncia, y todos ellos a los de la constituyente. Todos aparecen en los medios guiados por sus premoniciones y ajustando los dardos contra el actor que no permite se avance en el proceso, es decir el CNE, al igual que ha acontecido con el TSJ. Todos saben que esos filtros existen y que deben ser combatidos, pero la vanidad se impone.

Se unen para destrozar a otros opositores por el sólo hecho de no compartir imposiciones y caudillismos, pero no para salir de la barbarie que rige los destinos de los venezolanos. Son capaces de quitarse la vida por salir de otros opositores que fastidian con sus ideas, pero no para salir de la cloaca que gobierna el país.

Lo que llama poderosamente la atención es que sobre la base de las miserias que siembra el régimen en contra de los ciudadanos, no aparece la propuesta de contención, porque están preocupados o distraídos en la nada, esperando que la caída sea dada por el propio régimen.

Ver a ciertos “lideres” de la oposición decir en los medios de comunicación que producto de la crisis política, económica y social que viven los venezolanos es preferible acordar la suspensión de elecciones de gobernadores, es simplemente lastimoso, aberrante y ofensivo.

El que el factor de poder en la oposición no se ponga de acuerdo para establecer un único método para la salida del régimen, no es la excusa para acordar suspender la elección de gobernadores y diputados a los consejos legislativos, al contrario, hay que trabajar en esas dos direcciones, para salir de esas gerencias fracasadas.

Lo que tiene fecha de vencimiento son las gobernaciones y diputados regionales. Eso es lo concreto. Lo que se busca activar y que pudiera suceder para este año, son la enmienda, la renuncia, referéndum o constituyente, pero que producto de la arrogancia y prepotencia que se maneja en el seno del factor de oposición que decide, se encuentra en letra muerta, favoreciendo entonces la pretensión del oficialismo, quienes si apuestan a esa suspensión, porque con esas elecciones lo perderían todo.

Si el método fuese uno sólo, los liderazgos regionales y los candidatos a las gobernaciones y diputados, estarían activados en torno a esas dos cosas, y sin duda el triunfo sería contundente.

Criticar a quienes tienen sus aspiraciones a gobernadores y diputados, por el sólo hecho de no amarrarse a las pretensiones de particulares, es miopía política.

Los culpables de que el actual régimen permanezca en el poder son otros y se encuentran entrampados por la aspiración presidencial.

Josue Arturo Molina Suarez
jarturomolina@gmail.com
@jarturoms1                                                                            
Tachira - Venezuela

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