El
desacuerdo en algunos sectores de la oposición venezolana genera desanimo en
los venezolanos. La dificultad de acordar método para salida del actual régimen
del poder es evidencia de que la unidad sólo existió para el momento electoral,
jamás en la propuesta.
La
lucha se centra en la captación de seguidores y cada uno por su lado intenta
venderle a los ciudadanos cuál es la vía “expedita” para salir del oficialismo,
y del oscurantismo programado y desarrollado para los venezolanos por el
llamado socialismo siglo XXI.
Entran
en escena la enmienda, el referéndum, la renuncia y un poco más atrás, casi que
ni se ve, la constituyente. Todos hablan de las bondades y oportunidades. Todos
aspiran a que su formula gane.
Los
de la enmienda destrozan a los del referéndum, estos dos a los de la renuncia,
y todos ellos a los de la constituyente. Todos aparecen en los medios guiados
por sus premoniciones y ajustando los dardos contra el actor que no permite se
avance en el proceso, es decir el CNE, al igual que ha acontecido con el TSJ.
Todos saben que esos filtros existen y que deben ser combatidos, pero la
vanidad se impone.
Se
unen para destrozar a otros opositores por el sólo hecho de no compartir
imposiciones y caudillismos, pero no para salir de la barbarie que rige los
destinos de los venezolanos. Son capaces de quitarse la vida por salir de otros
opositores que fastidian con sus ideas, pero no para salir de la cloaca que
gobierna el país.
Lo
que llama poderosamente la atención es que sobre la base de las miserias que
siembra el régimen en contra de los ciudadanos, no aparece la propuesta de
contención, porque están preocupados o distraídos en la nada, esperando que la
caída sea dada por el propio régimen.
Ver
a ciertos “lideres” de la oposición decir en los medios de comunicación que
producto de la crisis política, económica y social que viven los venezolanos es
preferible acordar la suspensión de elecciones de gobernadores, es simplemente
lastimoso, aberrante y ofensivo.
El
que el factor de poder en la oposición no se ponga de acuerdo para establecer
un único método para la salida del régimen, no es la excusa para acordar
suspender la elección de gobernadores y diputados a los consejos legislativos,
al contrario, hay que trabajar en esas dos direcciones, para salir de esas
gerencias fracasadas.
Lo
que tiene fecha de vencimiento son las gobernaciones y diputados regionales.
Eso es lo concreto. Lo que se busca activar y que pudiera suceder para este
año, son la enmienda, la renuncia, referéndum o constituyente, pero que
producto de la arrogancia y prepotencia que se maneja en el seno del factor de
oposición que decide, se encuentra en letra muerta, favoreciendo entonces la
pretensión del oficialismo, quienes si apuestan a esa suspensión, porque con
esas elecciones lo perderían todo.
Si
el método fuese uno sólo, los liderazgos regionales y los candidatos a las
gobernaciones y diputados, estarían activados en torno a esas dos cosas, y sin
duda el triunfo sería contundente.
Criticar
a quienes tienen sus aspiraciones a gobernadores y diputados, por el sólo hecho
de no amarrarse a las pretensiones de particulares, es miopía política.
Los
culpables de que el actual régimen permanezca en el poder son otros y se
encuentran entrampados por la aspiración presidencial.
Josue
Arturo Molina Suarez
jarturomolina@gmail.com
@jarturoms1
Tachira - Venezuela
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