La verdad es que todos
los que estamos preocupados por la situación venezolana podemos esperar
cualquier cosa de estos malandros que están instalados en el Palacio de
Miraflores y sus dependencias, los últimos acontecimientos son una cortina de
humo.
Estamos claros que
podemos pensar muchas cosas sobre la última decisión tomada en el Tribunal
Supremo de Justicia al suprimir las sentencias que violaban el orden
constitucional, muchos podrán opinar que esta decisión de retractarse es el
resultado de la presión internacional, otros que al gobierno le dio miedo la
situación que se estaba presentando, sin embargo, para nosotros todo esto ha
sido preparado desde Miraflores como respuesta a lo sucedido la última semana
en la OEA y sus consecuentes reacciones en el ámbito internacional en contra
del gobierno de Maduro, el motivo, presentase ante el mundo como un gobierno
democrático donde todos los poderes funcionan y no como aparece en el informe
del Secretario General de la OEA, Luis Almagro.
Veamos, todos los
hechos ocurrieron en solo unas horas:
a) Desde el
Tribunal Supremo se emiten unas sentencias que anulan las competencias de la
Asamblea Nacional venezolana, y las traspasa al Tribunal Supremo de Justicia. (Golpe de Estado).
b)
Horas después, la Fiscal General de Venezuela,
Luisa Ortega Díaz, conocida chavista sale afirmando que las sentencias del
Tribunal Supremo sobre la Asamblea Nacional violan el orden constitucional. (La Fiscal hace una declaración pública,
pero no actúa como le corresponde, debió acusar y apresar a los magistrados que
emitieron esas sentencias).
c) Aparece el
presidente Maduro por televisión negando que conocía las sentencias del
Tribunal Supremo de Justicia y que desconocía las declaraciones de la Fiscal
General, Luisa Ortega y cuestionó a
todos aquellos que afirman que en Venezuela hay una dictadura: “Hoy, como
producto de una sentencia del TSJ, surgió una discrepancia entre órganos del
Poder Público (…) debe ser que yo le escribí el discurso a la fiscal y la
sentencia al TSJ”. Dicho esto, Maduro
convocó al Consejo de Seguridad de la Nación por sentencia del TSJ y activó el
artículo 323 de la Constitución para resolver las discrepancias entre el
Ministerio Público y el Poder Judicial. (¿Quién
le cree a mentira fresca?).
d)
El Tribunal Supremo de Venezuela rectifica y
devuelve las competencias a la Asamblea Nacional y renuncia a asumir las
funciones del Parlamento que se otorgó. Esto ocurrió luego que el Consejo de
Defensa de la Nación exhortara a revisar y aclarar los contenidos de las
sentencias 155 y 156.
En este contexto
podemos ver que el gobierno de Maduro lanzó esta cortina de humo para presentarse
ante la opinión internacional como un gobierno democrático, cosa que no podemos
aceptar porque como se sabe, no es la primera vez que este gobierno chavista,
en contubernio con el TSJ ha roto el orden constitucional, lo han hecho varias
veces quitándole poderes a la AN que es mayoría opositora al gobierno y han
violado constantemente la Carta Democrática.
Ante todos estos
hechos, y ante la decisión del TSJ de revertir sus sentencias, cabe preguntarse
lo siguiente: ¿Tendrá la Asamblea Nacional la libertad de ejercer el papel que
le corresponde de ahora en adelante como poder público que es? ¿Acatará el
gobierno de Maduro lo que la AN le indique por ley? ¿Acusará la Fiscal General
a los Magistrados involucrados en el golpe de Estado? ¿Se sustituirán estos
magistrados que firmaron las sentencias del golpe? ¿Qué sigue en esta historia
que cambia cada 24 horas?
Carlos Vilchez Navamuel
carlosvilcheznavamuel@gmail.com
@carlosvilchezn
Costa Rica
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