“Cuando Dios habla a los
hombres no quiere que oigan su voz.”
Gao Xingjian
Dice Gao Xingjiam, autor
chino, refugiado político en París y ganador del premio nobel de literatura en
el año 2000, en su fabulosa novela “La montaña de alma”, “que el hombre no
grita más que cuando no comprende, el que ha gritado no ha comprendido nada. El
hombre es un ser difícil que se crea sus propios tormentos.”. Así actúa el
régimen, a fuerza de gritos y festejos ruidosos aspira convertir sus derrotas
en triunfo. La pérdida de apoyo popular los atormenta.
El lunes 27 de marzo en su
fantasioso balance de la vergonzosa exposición de la “Venezuela potencia” que
solo existe en los desvaríos revolucionarios, propuso nuevamente cuatro grandes
propósitos económicos para fortalecer los “maravillosos” resultados obtenidos
con los 15 motores que “impulsan” el desarrollo del país. Como ya es
recurrente, no es más que un listado de nuevas intenciones con malos o ningún
resultado apreciable.
Las propuestas son: 1. Un
nuevo DICOM, con dos subastas semanales para atraer divisas. Seguramente habrá
un solo oferente, que es el Estado, haciendo asignaciones selectivas, al tipo
de cambio que le parezca. 2.- Un centro productivo de Ciencia, tecnología e
innovación, con la universidades a punto de un cierre técnico, convertidas en
oficinas pagadoras de sueldos y salarios
miserables y con demandas gremiales insatisfechas. 3.- Una nueva política de
inversión extranjera, manteniendo los férreos controles cambiarios, de precios
y de intereses que mantienen alejados a los inversores. 4.- Un nuevo plan de
crecimiento económico 1917/18, que no sabemos si sustituye el plan-presupuesto
ilegalmente aprobado por el TSJ, desconociendo las atribuciones de la Asamblea
Nacional.
Al día siguiente, el régimen
celebró con gritos y mucha euforia, que la reunión de la OEA terminó sin
acuerdos. El hecho que 20 países en representación de 860 millones de personas
se pronunciaran por discutir sobre la sombría dictadura que pende sobre
Venezuela, para ellos no significó ningún problema. Ese mismo día, horas antes
de celebrarse la reunión de la OEA, el TSJ daba un zarpazo final a los
vestigios de democracia en el país, dándole inconstitucionalmente poderes
plenipotenciarios de carácter legislativo, militar económico y electoral al
propio tribunal y al poder ejecutivo.
Esas aparentes contradicciones
y movilizaciones con gritos de los seguidores del régimen, nos acerca aún más
al caos inducido por ellos mismos en su agonía, para poder invocar un estado de
conmoción que impida cualquier tipo de elección. Aspiran a victimizarse ante un
proceso social entrópico que se acelera, en lugar de rectificar de su extravío
y fracaso revolucionario.
Neuro Villalobos
nevillarin@gmail.com
@nevillarin
Zulia - Venezuela
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