FORMATO DEL FUTURO,
" MORAL Y LUCES
SON NUESTRAS PRIMERAS NECESIDADES "
SIMÓN BOLÍVAR
Pues sí, de la misma
manera que el actual régimen decidió cambiarle el nombre al país, argumentando
cualquier cosa para vincular su supuesta revolución con la histórica identidad
bolivariana de la nación, hoy, cuando ya no está el mentor, Hugo Chávez,
también tiene sentido otra posibilidad de cambio. Porque Venezuela,
definitivamente, sin trámites ni consultas, debería llamarse "Veneparto
".
¿Y es que acaso
existiría algo más apropiado para todos los originarios, cuando cada uno está
obligado a hacer de su vida un eterno alumbramiento ante la terrible situación
económica que asfixia a la Nación, como
por el permanente sometimiento a la inseguridad, a la escasez, al hambre y a las turbias
esperanzas?.
Sin embargo, entre
parto y parto, de repente, emergen situaciones excepcionales que son capaces de
reanimar la confianza y la esperanza en que aquí no todo está perdido. Por lo
que, a partir de allí, entonces, la luz que nace y se hace presente, obliga a
describir vivencias en primera persona. También a hilar pensamientos y
sentimientos influidos por el efecto que
es capaz de provocar en el espíritu ajeno el impacto del mensaje de la Semana
Santa. Pero, además, hechos propios de una sociedad arrastrada por la miseria
del apego ya no oculto a las penumbras y
a las tinieblas, como lo apreció toda la ciudadanía y sufrió la feligresía
cristiana católica el Miércoles Santo, con los hechos suscitados en la Iglesia
Santa Teresa de Caracas.
Pero en pleno Domingo
de Resurrección, más vale honrar
las vivencias del rescate de la
convicción de que aquí no todo está perdido:
“Porque también esta
semana fui impactado por un rayo de esperanza, al honrar la deferencia de ser
invitado a un mini concierto en el Colegio Emil Friedman de Caracas; por
cierto, único Colegio en Venezuela donde la instrucción musical es una cátedra obligatoria. Y cuya aceptación, asumida como una opción
convenida entre institución educativa y Padres y Representantes, ha hecho
posible el nacimiento de maestros de la
música a nivel internacional, como el Director Gustavo Dudamel Ramírez, oriundo
de la merecidamente bien llamada Capital
Musical de Venezuela, Barquisimeto.
En el sitio, un recital
ofrecido, entre otros, por niños de 5 a 7 años, alumnos de primero y segundo
grado de primaria, hizo posible un encuentro espiritual de padres, abuelos e
invitados especiales con la maestría infantil puesta en escena a cargo de una
generación que, con violines, flautas, chelos y un piano, hizo posible
despertar emoción, orgullo venezolano y lágrimas de sincera identidad “con los
que vienen detrás”.
Sí, en efecto, ver,
escuchar y sentir lo que transmitieron aquellas criaturas, definitivamente,
fue emocionante e impactante. Porque
verlos ejecutar piezas clásicas con tal maestría, seriedad y ejemplo de
responsabilidad estudiantil, no podía menos que producir aplausos con
entusiasmo, en el medio de una multiplicidad de inquietudes y de aceleradas preguntas y respuestas. Pero también del
innegable convencimiento de que sí
tenemos reservas humanas para sacar a nuestro país adelante, especialmente de la terrible destrucción moral y ética a que ha sido deliberadamente
sometido, como a su antinacional
destrucción económica, social y cultural.
Luego de esa bella
experiencia, surgió el inevitable interés por conocer un poco más de ese gran
Colegio fundado por el inolvidable buen amigo y fallecido Profesor Emil
Friedman; de esa gran casa de estudios
de niños y adolescentes que cursan desde pre escolar hasta quinto año de
bachillerato. Y lo hicimos. Acompañados
de la Presidenta de la Sociedad de
Padres y Representantes, Begoña Sánchez de Luján, quien, amable y
diligentemente, se ocupó de liderar un
recorrido por las instalaciones del instituto educativo. Pero, además, de hacer
posible que sostuviéramos una amigable
conversación con maestros, alumnos y
otros visitantes.
Fue así como, en el
sitio, sin intermediarios, pudimos tener
un encuentro con aulas, el estupendo auditorio del Friedman; con salas de
estudio; canchas deportivas, etc. Pero, sobre todo, con la monumental casa de
enseñanza y aprendizaje en donde el máximo propósito es el de “no fallarle al
país”; el de no convertir el tiempo del año lectivo en una simple formalidad de
“materias vista”, sino de dedicación a cimentar valores y principios para
responderle a los retos del futuro.
No dejó de llamarnos la
atención el estupendo y bello estado de su paisajismo ornamental y de sus esculturas en los distintos espacios
de la jardinería y de los patios exteriores. Una demostración evidente de que allí se combinan, para
satisfacción de todos, la dedicación al resguardo de esos bienes, como del profundo respeto que les dispensan los estudiantes.
Quizás de la misma manera como se interrelacionan el mantenimiento con la
limpieza; el respeto por el ambiente y
la civilizada dedicación a resguardar lo que es y en lo que se traduce al final
del camino la sana convivencia entre
todas las partes comprometidas con el funcionamiento de dicho Colegio.
¿Por qué no es posible que esa misma
conjunción de situaciones y condiciones positivas puedan darse en todas las
instituciones escolares, especialmente en las escuelas públicas?. ¿A qué se
debe que al evaluar el estado físico, ornamental y de funcionalidad docente de gran parte de esas instalaciones
oficiales, lo normal sea el deterioro y mal estado de sus instalaciones, pero,
además, el sometimiento de los educadores a no poder rendir en su importante
trabajo, por su condición de inestabilidad laboral y ausencia de condiciones
motivacionales para tener que trabajar entre espacios de jardinería convertidos
en terraplenes llenos de basura y de escombros?.
Desde luego, después de
concluir el recorrido, los
enriquecedores diálogos y de asumir una subjetiva interpretación de lo
que es y se aprecia en el Colegio Friedman de Caracas, no es posible salir de
allí sin sentirse uno comprometido con la obligación moral de calificar lo que
sucede en esas instalaciones como de excepcional. Asimismo, con el deber
ciudadano de congratular y felicitar tanto esfuerzo positivo.
Es un justo
reconocimiento que también se hace extensivo a profesores(as), maestros(as), alumnos y a todo el personal
administrativo y de apoyo logístico. Y, desde luego, a las autoridades del Colegio por el estupendo
trabajo educativo y de dedicación a la formación de los venezolanos del futuro.
Si se quiere, es un reconocimiento sincero ante quienes son capaces de
demostrar que todo trabajo realizado con profesionalismo, dedicación y cariño
por lo que se acomete, hace posible la consecución de objetivos y de, en este caso, la formación de
nuevos y valiosos ciudadanos.
Comentario aparte, y no
por ello menos importante, fue la conclusión extraída de la conversación
con estudiantes de primaria como de bachillerato. Porque
permitió percibir un alto nivel
intelectual y académico acorde con sus respectivas edades, y apreciar, a partir de los temas abordados,
su gran interés y preocupación por las posibilidades futuras de Venezuela.
Suficiente para concluir en que no hay destrucción triunfante del país, a pesar
del ensañamiento, cuando también hay formación infantil y juvenil convencida de
su responsabilidad con la Venezuela del mañana.
Es la misma
sensación que nace y se asienta con
firmeza, cuando desde el exterior viene la noticia de que un grupo de estudiantes universitarios
venezolanos fue capaz de salir airoso en una competencia académica
internacional sobre política exterior, promovida por la 0rganización de las Naciones Unidas en Nueva York. Allí cada
competidor proveniente de las mejores Universidades del mundo, debió
representar a un país distinto al de su origen, con base en temas de conflictos
internacionales. ¿Resultado?: equipos
representantes de universidades venezolanas terminaron siendo los galardonados, después de convertirse en
inobjetables y convincentes ganadores de
la prestigiosa competencia internacional.
¿Cómo no reanimar y
reactivar la esperanza en el futuro del país, a partir de estos dos hechos relacionados precisamente con lo más sensible
e importante de toda Nación, como es la educación de su muchachada?.
Sin duda alguna, no
obstante el gran deterioro que exhibe el país,
y a pesar de haber registrado un
éxodo a más de 90 diversas naciones de centenares de miles de profesionales y
de técnicos en búsqueda de seguridad y futuro profesional, todavía Venezuela
conserva en su juventud una innegable
reserva de valores humanos, de talento
generacional consustanciada con las exigencias de los retos planteado para enfrentar y sacar el país
adelante.
Es, como lo diría uno
de los educadores que nos dedicó
atención y tiempo para intercambiar puntos de vista sobre dichos retos, las
otras semillas generacionales que creen
seriamente en la obligación de germinar, aun en un ambiente de malas yerbas.
Desde luego, no bastan
los buenos propósitos, si no se hacen
presentes otras repuestas que emergerán
desde el devenir nacional y lo que, inevitablemente, hará posible la
presión internacional para que Venezuela, como otros países latinoamericanos,
se rencuentre con el ámbito de sus
innegables oportunidades.
Muchos creen en que
parte de dicha respuesta, está asociada con la experiencia histórica de la Venezuela de los años sesenta, cuando fue
el refugio mundial de emigrantes de todas las latitudes que vinieron a nuestra
tierra en busca de oportunidades, como
de un futuro promisorio. Es decir, equivaldría al reencuentro generacional de
venezolanos atraídos y motivados por el mismo propósito
0tros, por el
contrario, consideran que esa
experiencia sería válida, siempre y cuando países que aportaron esfuerzos y
capitales para que aquí hubiera una mayor producción de riqueza distinta a la
que ya generaba el desarrollo petrolero, como es el caso de las migraciones de
España, Portugal e Italia, entre otros, no se desvinculan de la posibilidad de
que sus segundas y terceras generaciones
sigan funcionando como la bisagra continental de una parte importante de
los que están migrando, con miras a un retorno no lejano a su Patria.
En todo caso, se trata
de apreciaciones, interpretaciones y hasta de convicciones que nacen a la luz de las mismas inquietudes
que fue posible escuchar durante las conversaciones con educadores y educandos, luego de un
impactante concierto infantil en el Emil
Friedman. Y que, al final, para satisfacción esperanzadora de una pretendida
interpretación de lo escuchado, se traduce en todo aquello que se convierte en
grito, en reclamos y en exigencias
ciudadanas. Es, si se quiere, la lección inobjetable de que la mayoría de las
generaciones de los venezolanos del 2017 que demandan atención, lo que desean y
añoran es vivir en un ambiente signado por la paz, el entendimiento entre
hermanos y la disposición de connacionales en convertir a Venezuela en una
referencia triunfadora.
Sí. De la misma manera
como lo lograron demostrar para el resto del mundo académico, los muchachos que
se alzaron con una resonante victoria en Nueva York. Demostrando con hechos que
sí tenemos con qué triunfar, siempre y cuando trabajemos organizadamente para
alcanzar dicha meta”.
(*) Serie Vivencias
Egildo Lujan Navas
egildolujan@gmail.com
@egildolujan
“Gente” Generación Independiente
Coordinador Nacional
de Independientes Por el Progreso (IPP)
Miranda - Venezuela
Eviado a nuestros correos por
Edecio Brito Escobar
ebritoe@gmail.com
CNP-314
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