EN
POCAS PALABRAS
IN
MEMORIAM: JAIRO ORTIZ,19,VÍCTIMA DEL MADURISMO
Requesen,
Guevara, Guanipa, Olivares, Paparoni, Pizarro, para mencionar solo algunos, son
los apellidos de los jóvenes que hoy escriben nuestra historia. No necesitan
llevar uniforme ni revolver al cinto para ser heroes. Cívica y combativamente
defienden la Constitucion y les dan lecciones a aquellos que lucen charreteras,
soles y condecoraciones, pero que lejos de su alegada tradicion de forjadores
de libertades, se han prestado a ser sostén de vil dictadura.
Con
su arrojo, estos jóvenes parlamentarios venezolanos han despertado la fe de la
sociedad para resistir. Su valentía y temple ante los golpes y toda clase de
agresiones, han contagiado a la juventud en todas las ciudades del país, que se
ha lanzado resuelta a luchar por su futuro y a liberarlo de las manos que lo
ensombrecen.
Cobra
importancia histórica la mocedad de estos nuevos líderes. Por largas décadas
nuestra política ha envejecido ante la ausencia de una generación de relevo. Es
una deuda que dejaron los 40 años de institucionalidad democratica. Pero hoy
vence la sombra de la dictadura castrense, autocrática y de culto a la
personalidad, inhibidora por naturaleza de la renovación de cuadros en la
escena politica.
Hace
méritos la juventud venezolana para ocupar posiciones trascendentales en el
liderazgo político. Le corresponde también porque ha sido la víctima preferida
del despotismo castro-chavista, materializado en la muerte violenta de tantos
venezolanos a temprana edad, en miles de jóvenes estudiantes y trabajadores
objeto de prisión, tortura y vejamen y en centenares de miles forzados a buscar
un mejor porvenir fuera de nuestras fronteras.
El
poder joven emergente es esperanza de nobleza para nuestra existencia humana.
Ramon Peña
ramonpen@gmail.com
@ramonadrian42
Caracas – Venezuela
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