CAPÍTULOS OSCUROS
La
opinión pública es una característica clave de los sistemas democráticos,
invocada y medida hasta la saciedad. Una ley de la antigua Atenas declaraba
infames, detestables y castigaba con el destierro a las personas que,
discutiéndose sobre la causa pública no manifestaban ninguna opinión. Por este
medio se sabía y respetaba el modo de pensar de cada uno porque eso beneficiaba
a la democracia ateniense.
Yeonmi
Park, una joven norcoreana, nacida en una de las dictaduras más crueles de la
humanidad, dice que en su país “la
opinión pública se castiga con la muerte”. Cuando tenía 4 años su madre le
dijo: “crece con la boca cerrada. Ni susurres para que los pájaros y ratones no
puedan escucharte”. Lo admito, dice la joven de 24 años de edad, “creía que el
dictador de Corea del Norte podía leer mi mente”. En la Cumbre Mundo Joven del 2014, en Dublín, Irlanda, expresó:
“desconfiar de un dictador es traición a la patria. Dudar de la grandeza del
régimen, puede hacer que tres generaciones de tu familia vayan a prisión o
puedan ser ejecutadas”.
En
horizontes más cercanos las opiniones se castigan con persecuciones, destierros
y encierros en las tumbas. Una opinión valedera en tiempos de dictadura
constitucional, es lo expresado por algunos argentinos: “Con los genocidas en
el poder se implementó un plan económico, político, social y cultural contra el
pueblo. Apoyando e instigando este golpe de estado estuvieron algunos grupos
económicos. Se enriquecieron con la dictadura y fueron partícipes: sin ellos el
genocidio no hubiera sido posible”.
En
la estructura política de las democracias de todo el mundo, existe un concepto
oscuro y poco deseado que es el del golpe de Estado. La interrupción del hilo
constitucional, es un acto que lleva un nombre más que simbólico: es dar por
medio de la violencia o de las formas mediáticas o jurídicas, un golpe al
normal funcionamiento del Estado de Derecho.
Es
normal asociar el acto de golpe de estado con tácticas o estrategias de
acciones militares pero frente al descrédito de las facciones castrenses, se
han desarrollado otras estructuras que suelen ser tanto o más dañinas que
estas, ya que, no necesitan utilizar la violencia para imponerse. Me refiero a
los golpes de estado que se activan desde los centros de poder de un régimen,
asociados con poderes económicos y políticos que se confabulan para escamotear
la voluntad del pueblo. Para muestra solo un botón, las decisiones que viene
emitiendo reiteradamente el Tribunal Supremo de Justicia Venezolano, configuran
uno de los capítulos más oscuros de la historia judicial venezolana.
Noel Alvarez
noelalvarez14@gmail.com
Gente- Generación Independiente
Coordinador Nacional de IPP - Gente
@alvareznv
Caracas - Venezuela
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