ASÍ LO
CREO…
Los propulsores del
cambio no podemos ocultar que nos anima una gran fuerza de fe y esperanza en el
país. Tenemos derecho a soñar con una Venezuela mejor y luchar por alcanzarla.
Tenemos una gran tarea por delante y no podemos darnos el lujo de detenernos en
el camino.
Es imperativo mantener el paso y alumbrar la vía para lograr el
objetivo: la salida del régimen. La comunidad internacional está atenta y
activa sobre lo que ocurre en Venezuela, lo que pasa con el aumento de la
represión y la confrontación como estrategia política de la dictadura.
La
protesta de calle se ha convertido en una manifestación indetenible en todo el
país, además entramos en territorio de la ingobernabilidad, el gobierno es
incapaz de sostener la estabilidad social y política.
El barco del Estado va a
la deriva y soplan tiempos de tormenta. La presión del pueblo en la calle sigue
creciendo con torrenciales aguaceros de esperanza y valor, que rompen los muros
de contención construidos por la represión, para impedir el paso victorioso de
nuestra propuesta de cambio político. Igualmente, la presión de la gente se
monta en la ola internacional y se convierte en proyecto indiscutible para
producir el cambio político que aspira la mayoría nacional.
Es que los órganos
del Estado derivan de la soberanía popular y a ella están sometidos. Ellos
formados en las trincheras del socialismo trasnochado, entienden que la actitud
que produce la polarización y la violencia es el agotamiento, pero quien luce
trasnochado y agotado es el régimen.
La calle ha desmontado su estrategia,
entendiendo un camino civil, democrático, de respeto al Estado de Derecho y
apegado a la Constitución.
Mientras el gobierno invade al ciudadano con sus
acciones guerreristas, que han ocasionado innumerables heridos y venezolanos
fallecidos, cada día se embrolla más la situación, el país se paraliza e impera
la mezquindad del gobierno por sobre los valores de respeto y de probidad.
El
proyecto dictatorial de Maduro avanza en sus expresiones más perversas en la
medida en que el pueblo le quitó su respaldo.
Por eso decimos que en Venezuela
no hay gobernabilidad porque no hay legitimidad. Entonces, lo que le
corresponde a Venezuela es lograr el objetivo: la salida del régimen.
Jesús Alberto Barrios R.,
jesusalbertob@hotmail.com
@jesus_albertob
Carabobo - Venezuela
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