EL 15% DEL PADRÓN ELECTORAL
La
solicitud para la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente
Originaria, no es de ninguna manera excluyente a las exigencias que está
haciendo el pueblo venezolano en las calles por el llamado que ha hecho hasta
ahora la oposición oficial. De hecho las incluye todas: respeto por la
autonomía de la Asamblea Nacional, apertura del canal de ayuda humanitaria,
liberación de los presos políticos y establecimiento de un cronograma electoral
que incluya las elecciones presidenciales. Todas esas y más se lograrían en una
sola exigencia: convocar a una Asamblea Nacional Constituyente de carácter
Originario.
Sin
embargo, ¿qué se necesitaría para que esa exigencia tenga un piso
constitucional? Que recojamos en el menor tiempo posible el 15% del padrón electoral,
como indica el artículo 348 de la Constitución Nacional, basado en las reglas
que el pueblo establezca, desconociendo la autoridad constituida (Artículo
350).
Ya
el régimen de Nicolás Maduro, en abierta dictadura, demostró que no está de
ninguna manera dispuesto a soltar a los presos políticos, ni a abrir un canal
de ayuda humanitaria a un pueblo que se muere de mengua, ni a reconocer la
soberanía del pueblo expresada en la Asamblea Nacional, ni mucho menos convocar
a ninguna elección donde se ponga en riesgo su salida del poder. ¿Cuántos
muchachos muertos más necesitan los líderes de la oposición oficial para
reconocer eso? ¿Cuánta más gente en la calle de la que salió el 19 de abril en
todo el país necesitan?
Me
he preguntado muchas veces porque la oposición oficial insiste en seguir
reconociendo la legitimidad de este régimen. Si no ¿por qué entonces le piden
elecciones? A una tiranía no se le piden elecciones, no se le pide nada, se
actúa.
Algunos
me dirán que diferencia habría si igual necesitaríamos de la calle para eso.
Pues si habría una gran diferencia. El desconocimiento se haría por fases
siguiendo el orden constitucional establecido, incrementando por etapas el
volumen de la protesta pacífica: 1) Recoger inmediatamente las firmas necesarias
para la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente Originaria. Eso le
diría al mundo, de manera concreta, que nosotros contamos realmente con 7, 8, 9
millones de voluntades para cambiar la situación política de Venezuela; 2)
Validar esas voluntades una vez recogidas, con el auxilio de organismos
internacionales como la OEA y la Unión Europea, a solicitud nuestra. Solo con
los venezolanos que se han ido del país tendríamos una gran parte de lo exigido
constitucionalmente; 3) Una vez validadas, convocar nosotros una Asamblea
Nacional Constituyente.
Reiteradamente
hemos mencionado que en este punto sabemos que el régimen se negará a esa
convocatoria, aun cuando sea evidente en ese momento para todo el planeta que
los venezolanos deseamos una solución pacífica, democrática, electoral y
constitucional a la grave crisis política del país, y que hemos actuado en
consecuencia con eso, a) desconociendo al régimen; y b) siguiendo lo pautado en
la Constitución.
En
esta negativa se constataría si efectivamente las Fuerzas Armadas acompañarían
al régimen en ese “autosuicidio”. En lo personal no creo que lo hagan. Lo
acompañaran al cementerio pero no se enterrarán con él. Hasta aquí, no saldría
nadie a protestar ni ser carne de cañón de los colectivos armados, sino se le
advertiría al régimen y al mundo que estaremos dispuestos a defender la
decisión de las 7, 8, 9 millones de personas que por escrito han solicitado la
convocatoria del Constituyente. Incluso convocaríamos al pueblo chavista para
que nos acompañe porque en esa convocatoria les estaríamos garantizando su
participación legítima en esa Asamblea Nacional Constituyente, con los
representantes que ellos mismos escojan en comicios auténticos, de acuerdo a la
normativa internacional, haciendo efectivo un legitimo llamado a la
reconciliación nacional
En
este punto, y antes que el régimen ceda, políticamente se habrán conseguido dos
cosas muy importantes: a) la cohesión de los venezolanos de todos los colores
por una lucha en pos de un único objetivo que nos llevaría automáticamente, no
solo a aquellos cuatro que la oposición solicita ahora, sino al comienzo de la
reconstrucción institucional del país en paz; y b) colocar a esta banda de
forajidos en contra de las cuerdas a aceptar la sentencia del pueblo
venezolano, no a “tumbarlos” sino a seguir por la senda democrática de todas
las naciones del hemisferio, convocando al Constituyente para dirimir nuestras
diferencias en paz. Si en este punto, con la presión nacional e internacional
encima, el régimen y los militares no han cedido, entonces ir escalonadamente a
la paralización del país y en último extremo a ofrendar vidas en las calles. En
mi modesta opinión no esperarán hasta llegar allá porque habrán huido.
Esta
es la ruta que hemos propuesto desde hace más de dos años desde la Alianza
Nacional Constituyente (http://ancoficial.blogspot.com/). Los detalles y demás
instrumentos están a la disposición del que los quiera ver, leer y discutir.
Seguir en una lucha de calle sin propósitos claros, con una oposición oficial
reconociendo en los hechos la legitimidad de un régimen que asesina jóvenes
para su permanencia en el poder, estaremos dando vueltas en un círculo vicioso
interminable con mas muerte y miseria para Venezuela, por más que se haya
logrado el acompañamiento de la comunidad internacional.
Ha
sido muy difícil explicarles a los venezolanos que en la violencia es el
régimen el que lleva la ventaja. Que darles la oportunidad a que saquen a sus
bandas armadas solo causará más muertes a la familia venezolana. Que en ese
terreno lo que nos falta es armarnos nosotros también y enfrentarlos en una
guerra civil. Y eso es lo que quieren ellos. Ya hay algunos que están
acariciando esa idea seriamente, de acuerdo a lo que he leído en las redes
sociales. Y si la dirigencia opositora no usa sus neuronas para hacer política
con P mayúscula, a eso precisamente vamos a caer de las manos de la insensatez
producto de quienes no han sabido conducir al pueblo opositor.
El
desarrollo del Artículo 350 está implícito en la convocatoria del Poder
Constituyente Originario y su desarrollo no hace más que ponerle letra a esa
música que ya es un canto en el corazón de todos los venezolanos y cuyo tema no
es otro que el de la lucha por la libertad. Ya nosotros estamos en esa ruta,
porque para ayer es tarde…
Luis Manuel Aguana
luismanuel.aguana@gmail.com
@laguana
Caracas - Venezuela
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