Cuando se fundó el
pueblo de SAN FRANCÍSCO DE CUMANÁ el 15 de Agosto de 1.515 los Misioneros jamás
pensaron que su ranchería
quinientos años después iba a ser invadida por un ejército de hombres montados en “caballos de hierro” o
motocicletas, que harían casi invivible
la ciudad primogénita.
A mis hermanos motorizados les hago un
ruego humanitario de aportar su sentido común y colaboración en procura de una
convivencia más humana y segura.
Respeten y respétense un poquito.
Las aceras son para caminar los peatones, las plazas para recrearse los ciudadanos –incluyéndolos
a Ustedes y sus familiares-; el flechado
de las calles es para la seguridad de
todos; los semáforos ordenan el tráfico
y la vida de la gente; sólo Dios está autorizado para quitarla.
A los Señores de un gobierno mal llamado
Bolivariano les recuerdo que las leyes fueron hechas para proteger las personas. ¡Háganlas cumplir por el beneficio de todos!
En apenas quinientos años de historia hemos
perdido mucho de nuestra identidad. Los Chinos, Árabes, Egipcios, Sirios y otros pueblos con más de
seis mil años de existencia mantienen vivas sus tradiciones, cultura e
idiosincrasia mientras Nosotros estamos empeñados en borrar nuestra huella del
universo.
En Cumaná se destruye la arquitectura colonial con complicidad gubernamental. Se derriban
Iglesias, ermitas, casas, casonas, villas, palacetes y palacios coloniales y
para ello se coloca un retrato de “Chávez” en el frente como garante de tal destrucción.
¡No es asunto de partidos o sistemas
políticos; es nuestra identidad, memoria y huella histórica lo desaparecido
cuando derribamos un inmueble colonial! Igualmente, la poligonal del casco
histórico o zona colonial protegida debe ampliarse. No debe ser sólo desde la calle Boyacá
llegando al río Manzanares y prolongándose hasta San Francisco, sino que debe
comprender a sectores de la parroquia
Altagracia.
El espacio ocupado hoy por la parroquia Altagracia fue el lugar donde
vivieron los Waiqueríes, indígenas considerados como “ciudadanos nobles” por la
Corona Española y dada su categoría social el Rey ordenó construirles un pueblo
con Iglesia y todo –Nuestra Señora de Altagracia, la más moderna de su época- ,
por lo tanto posee una connotación
histórica y debe protegerse.
Me da pena y tristeza
el anuncio de la gran feria turística internacional FITVEN. Pregunto,
¿qué van a venir a ver los turistas en Cumaná aparte de un mar de aguas
cloacales podridas en las calles
donde existen condiciones suficientes
para decretar la EMERGENCIA SANITARIA y cerrar las playas dada la alta
contaminación en todo su litoral por la descarga de aguas negras al mar sin tratar, y donde ya
hay niños con sarna y escabiosis por bañarse en las playas de San Luis?
La tal FITVEN
no es otra cosa sino una exposición itinerante; hoy aquí, mañana
allá. TURISMO sería si aterrizaran tres
aviones desde Europa trayendo mil Alemanes, Franceses e Italianos a conocer la
gran Cumaná; sus grandes avenidas, su arquitectura colonial protegida, sus
excelentes hoteles y restaurantes, sus jardines, museos, sus playas y mares
descontaminados; seguridad para caminar,
la alegría de su gente, y no que vengan a ver y escuchar el llanto de la
burriquita de un bola fría que tenemos como Gobernador.
Zamuro no come alpiste, morrocoy no sube
palo y aquella “gente destructora de Venezuela” está como “palo de gallinero a
las cuatro de la madrugada” porque ya saben que en las urnas electorales del
seis de Diciembre llevarán más palo que una pelota en un juego entre El Caracas
y Magallanes… ---Tu tarjeta es la MUD,
la de la manito---… ¡CANDELA!
Cristian Silva
cumanacristian@yahoo.es
Sucre
- Venezuela
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