La
dirección de campaña de Bill Clinton colocó en su sede un recordatorio de tres
puntos para reenfocar los esfuerzos de quienes allí laboraban. De los tres
enunciados solo uno se convirtió en ícono y ha recorrido el mundo: “la
economía, estúpido”. Se utiliza como una idea fuerza para destacar lo que debe
ser prioritario para el logro los objetivos, dejando de lado lo menos
importante.
La
crisis que azota a Venezuela afinca profundamente sus raíces en las políticas
del gobierno, bien sea por torpeza o por mala fe, el ejecutivo está arrastrando
el país por una senda de hambre y
miseria, que supera las carencias sufridas por el pueblo durante la
época de las batallas independentistas. La crisis económica venezolana es
aterradora, para un país que ha estado acostumbrado a vivir en la bonanza, sin
embargo, quiero ratificar una vez más lo que he venido señalando desde hace
unos cuantos años: la crisis venezolana es más política que económica.
Necesitamos dirigentes que tengan voluntad política para retomar el rumbo correcto. Una vez que el liderazgo decida aplicar los cambios, estoy seguro que en un período relativamente corto retornará la bonanza económica. Para llevar adelante esta transición, de un torpe manejo económico a una economía pujante, requerimos un liderazgo político honesto, y transparente, debemos exigirle que nos hable sinceramente, No podemos seguir creyendo mentiras de aquellos que nos dicen que ganando la AN cambiaremos el destino de Venezuela, que el 7D los anaqueles amanecerán llenos de productos; los delincuentes se convertirán en buenos ciudadanos; los magistrados emitirán sentencias justas; los hospitales tendrán buenas instalaciones, excelentes médicos y abundantes medicinas, desechemos también la mentira más superlativa: a partir de estas elecciones desaparecerá el chavismo.
A
partir del 6D el gobierno quedará muy debilitado y los cambios institucionales
podrían acelerarse, sin embargo, es bueno recordar lo sucedido en otras
latitudes en períodos transicionales, los chilenos no desaparecieron al
pinochetismo cuando ganaron el referendo; los franquistas formaron parte de la
transición en España; Mandela gobernó con los blancos que lo mantuvieron preso
durante 30 años. Lo que trato de decir es que
debemos desempolvar los aperos democráticos para ocupar los espacios de
poder con respeto y tolerancia, dándole al chavismo la lección más dura de su
vida; enseñémosle que en democracia no
se gobierna con la dictadura de las mayorías, sino con el respeto por las
minorías, lugar que ocuparán ellos desde el 7 de diciembre en adelante.
Noel
Alvarez
noelalvarez14@gmail.com
“Gente”
Generación Independiente
@alvareznv
@beanavas
Caracas
- Venezuela
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