martes, 17 de noviembre de 2015

LUIS BETANCOURT OTEYZA, TIBISAY LUCENA.

"Sancho, no permitas que el miedo te invada porque te vuelves torpe" El Quijote.

Bettsimar Díaz, la honorable hija de nuestro Simón Diaz, el venezolano que más bonito cantó a Venezuela, en una rápida pero consistente entrevista aparecida en la sección "PingPong" del cuerpo "Siete Días" del diario El Nacional, edición del domingo pasado, 8 de noviembre, a la pregunta "¿Qué pasará el 6-D?" respondió: "Lo que todos queremos", y acto seguido a la pregunta "¿Confía en el CNE?" respondió: "Confío en nosotros". 
Esas dos preguntas, hoy normales y hasta ociosas, merecieron unas valientes pero evidentes respuestas que todos nos damos. Y allí está la clave de la conducta que debemos seguir todos los que no queremos que continúe la tragedia que vivimos, y la que también deben seguir los candidatos y dirigentes de la mayoría opositora, dentro y fuera de la MUD, el 6-D, durante el día y, sobre todo, al final de la jornada.

Alguno declaró desde la MUD que si Tibisay Lucena no daba su primer boletín con los resultados a las 7 de la tarde, la MUD los dará; esa declaración parte de la premisa inocente que el CNE reconocerá, a alguna hora, la victoria popular y la derrota del chavismo ¡Nada más falso! Ese primer boletín será el inicio de las artimañas y el dicho popular advierte en su contra cuando sentencia: "Después de ojo afuera, no vale llamar a Santa Lucía".

En efecto, hasta ahora todas las manifestaciones, declaraciones y acciones del CNE y sus voceros, encabezados por quien ejerce la presidencia de esa banda, Tibisay Lucena, son indicios precisos, concurrentes y concordantes del fraude que tienen preparado para las próximas elecciones del 6-D: Los cambios en los circuitos electorales, el persistente e inescrutable REP de inscritos para votar, las máquinas de lotería para votar, que impiden al elector contar su voto, el rechazo a una observación internacional, seria, profesional y objetiva, que no debe aparecer solamente el día de las votaciones, sino que ya debería estar en el país, como están los cubanos del G-2 castrista y las FARC, son elementos irrefutables del chanchullo en desarrollo. Contra todo eso tenemos que votar, y contra todo eso nos tenemos que rebelar a partir del mismo 6-D.

Todas las encuestas, nacionales y extranjeras, independientes y gobierneras, madurochavistas y cubanocastristas, incluso las que prepara Hinterlaces, a pesar del actual ambiente opresivo y de miedo inducido, por los esbirros judiciales, policiales y militares, reflejan una aplastante mayoría por el cambio, contra el comunismo y su corrupción, y un desprecio por los candidatos "rojorojitos". No hay región donde no se refleje esta realidad, mercado donde no se oiga el coro de la arrechera, morgue que no llore por una sacudida ni cuartel que no sea eco patriota por el recate de la soberanía mancillada. Esta realidad la han advertido y cantado todos los voceros de la oposición, dentro y fuera de la MUD; ni siquiera la hegemonía comunicacional de la tiranía, lograda a fuerza de dinero sucio y cobardía, ha logrado modificar lo que es una pétrea e inmarcesible sentencia: El pueblo quiere el cambio y la renuncia de Maduro. En las calles y caminos de Venezuela, nadie, ni los zánganos del PSUV y gobierno, dan oportunidad al triunfo cubano del madurismo; ni Oscar Schemel.

Entonces, si todo lo anterior es ya una realidad marmórea por qué van algunos a esperar unos resultados oficiales falsos, dictados por una falsa Tibisay Lucena, o alguno de su panda, cuando todos saben que va a hacer trampa, o la va a intentar. Trampa a la que está comprometida por su convicción y alienación ideológica que la obliga a someter al proyecto castrocubano cualquier resultado: mantener a Venezuela como colonia petrolera de la Cuba castrista y a cargo del sátrapa Nicolás Maduro. Ella tiene que poner al servicio de Raúl Castro los votos de los venezolanos.

Por ello en Tibisay Lucena y su banda no podemos confiar, como lo acaba de denunciar el sorprendente socialista Secretario General de la OEA,  el uruguayo Luis Almagro, más decente que el chileno insulso que lo antecedió, y no importa lo que susurren los que siempre han servido como sus alcahuetes desde una presunta posición, o "Colina", opositora. El pueblo, civil y militar, se cansó.

El 6-D hay que salir al paso temprano, sin atender regulaciones o normas tramposas dictadas para amordazar los gritos de rebelión y triunfo libertario: Desde cada distrito, ciudad, capital y estado, los antiTiby tienen que proclamar muy temprano los triunfos que ya son historia, que ya todos conocemos y así afirman tajantemente, sin equívocos, los que figuran como voceros de la oposición; que no se achicopalen en nombre de un Estado de Derecho que hace mucho está destruido y enterrado por el totalitarismo que acabó con nuestro presente y quiere devorar el futuro de nuestros hijos y nietos. Recordemos a Nicolás Maquiavelo cuando genialmente aconsejó: "En plena crisis de miedo, lo más seguro es emprender la ofensiva".

Todos sabemos que no habrán sorpresas, luego no permitamos que nos pretendan sorprender desde Miraflores, el CNE, La Habana o nuestra propia acera. Recordemos el ejemplo heroico de los polacos que con su votos, y liderados por los patriotas de Solidaridad - Solidarnosc- y Lech Walesa, se impusieron a los tanques rusos del General Wojciech Jaruzelski, el sátrapa de los comunistas soviéticos ¡Ojo pelao! ¡Ya basta!  

Estimados amigos: Ante la definitiva encrucijada del 6-D se nos exige, en mi criterio, una acción rebelde y libertaria como la de desconocer la autoridad de quien no la tiene y pretende imponerse. No podemos aceptar el resultado tramposo de los tramposos del CNE así lo quieran seguir los que desde el mundo político, civil y militar, le han hecho el juego a la tiranía. Venezuela no da más y ya se pronunció. Todos lo sabemos, todos, y ya es hora de hacernos respetar y rescatar a nuestro país. Espero ser oído. 
Saludos, LBO
Caracas, 14 de noviembre de 2015

Luis Betancourt Oteyza
lubeot@gmail.com
@luisgbetancourt 
Miranda - Venezuela

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