El
siglo XX se caracterizó por agresiones
en contra de las Universidades Nacionales y Autónomas por parte de
gobiernos dictatoriales y democráticos. En
democracia, (1958) el Dr. Edgar
Sanabria, Presidente de República decretó la Autonomía Universitaria. La
Constitución Nacional del año 99. (Artículo 109), la consagra. Esperamos
por la Autonomía Universitaria, desde la Reforma de Córdova en Argentina,
(1918), hasta la fecha en que se
decreta. Quienes no son demócratas, menos universitarios, no entienden por
qué, el país pensante sueña con
Universidades
autónomas y en particular con la UCV. Autonomía, implica independencia,
posibilidades infinitas y conocimiento abierto a todas las corrientes del
pensamiento universal. Es, el “espacio de convivencia”, para expresar ideas y
doctrinas en un marco de tolerancia y
paz. Hay certeza de que, se debatirá, habrá discusión y polémica. Se
validarán o rechazaran ideas y temas contrastados, en un ambiente que permita la confrontación,
sin que la minoría, corra ningún tipo de riesgo. Grupúsculos ultras quieren
impedir que la Autonomía continúe manejando los destinos universitarios. Actúan
bajo la dirección de un gobierno que odia las universidades, y que usa el regateo del presupuesto, para cerrarlas. Intentaron
tomarla un 28 de marzo. Fracasaron y los
universitarios descubrieron las
intenciones reales del oficialismo: acabar con la Autonomía Universitaria.
Desde ese momento, luchas, agresiones
y diatribas son constantes.
Cada
día, comprobamos que el gobierno no quiere a la universidad democrática,
patriótica y autónoma. Son innumerables las acciones que han realizado en
contra de la Universidad Central de Venezuela, también agreden a
las demás universidades. Se han ensañado con la Central, autoridades, profesores, estudiantes,
empleados y obreros. Sin embargo, no pueden con la UCV, como no han podido, ni
podrán, instalar esa ideología fracasada del socialismo del siglo XXI, que
arruina nuestro extraordinario y maravilloso país, en la mente y el alma de lo
venezolanos. Inventan una ley, supuestamente, para prohibir los paros
universitarios.
¿Creen
que pueden acabar con la autonomía? No les arriendo las ganancias, como se dice
coloquialmente, deberían saber que cuando hay afectos y compromisos sembrados
en el alma del país, de la nación, atentar contra ello supone un terrible
riesgo. Lo vivieron con el arbitrario cierre de RCTV, (de lo que todavía no se
recuperan) y han quedado expuestos ante el mundo, al salir la sentencia de la C.I.D.H. ordenando el regreso de la
señal de RCTV y la devolución de sus bienes, (que han sido robados) . No
deberían insistir en ir en contra de la Autonomía Universitaria; “la masa no
está para el horno” , no hay estudiante en Venezuela, estudiante de verdad,
verdad, no choros, ni vagos que quieren un diploma a toda costa, que apruebe o
acepte la violación de la autonomía. Es un sector trascendental de la población
venezolana, que se siente con graves dificultades por la incertidumbre de su
futuro. ¿Acabar con las universidades? No es posible. ¿Con la autonomía?
Prepárense
para lo que les vendrá.
Gloria
Cuenca
cuencag@hotmail.com
@editorialgloria
Caracas
- Venezuela
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