domingo, 15 de noviembre de 2015

JUAN JOSE MONSANT ARISTIMUÑO, LA REINA DEL SUR

     Hace unos años leí una de las obras más emblemáticas de Arturo Pérez-Reverte, “El capitán Alatriste”; quizá porque estaba sumido en uno de esos momentos de emociones intensos, unidos al tema transcurrido en Flandes bajo la ocupación española, no le di la trascendencia de la que ahora goza. Fue un libro más, bien escrito, buen tema, pero muy recargado para mi gusto; o quizá no le era, porque el recargado era yo.

     Lo cierto es que años después, una buena amiga me hizo llegar un libro que terminaba de leer, “La Reina del Sur” del mismo Pérez-Reverte, que me atrapó desde sus primeras líneas por el trama, la acción bien llevada y por los personajes muy bien descritos, junto al entorno y la sociedad que les rodeaba;  específicamente el mundo tenebroso del narcotráfico que, en La Reina del Sur, se sitúa entre México, Marruecos y Madrid.
     De allí en adelante seguí con “El Tango de la Guardia Vieja” y “El Francotirador Paciente”, y ando en busca de uno de sus primeros libros “Territorio Comanche “ y del último, “La guerra civil contada a los jóvenes”, luego que rompió con los grilletes de las formalidades políticamente correctas. 
        Por ahora le sigo en su blog con su carta de presentación: “Yo no tengo ideología, lo que tengo es biblioteca”, por lo cual lo adopté ¿Qué mayor libertad se puede pedir?
     ¿Y La Reina del Sur qué tiene què ver con Venezuela? En principio por la majadería del gobierno de prohibir pasar  en  DirectTV la obra de Pérez-Reverte llevada a telenovela, bajo producción conjunta de España, México, Colombia y Estados Unidos, y actuada por la actriz mexicana Kate del Castillo en el papel de Teresa Mendoza (la Reina). Yo no la vería, porque luego de leer el libro, no hay manera de superarlo.
     Claro, luego de la impactante noticia que recorrió el mundo, sobre los arrestos realizados por autoridades haitianas en el aeropuerto internacional Puerto Príncipe, a dos venezolanos presuntamente emparentados con altos personajes del gobierno madurista transportando en un jet privado cocaína con destino a los Estados Unidos, se explica la prohibición. Son demasiados nombres, detenciones y señalamientos para ocultar la realidad de un Estado fuera de lo comun.
     El caso es que la actual Venezuela chavista, o la de Maduro que es lo mismo, se ha convertido en un verdadero peligro para los países, organismos e instituciones democráticas del mundo, a través de la protección al terrorismo, el lavado de dinero, el narcotráfico y la desestabilización económica inducida.
     Siendo, como lo es, literalmente un Estado peligroso, ameritaría una intervención conjunta; pero está descartada y no es conveniente, hay que dejarlo derrumbarse por sí mismo. Lo que no me explico es por qué con todas esas evidencias los organismos multilaterales que tienen como base la democracia y el respeto a los derechos humanos, no terminan de expulsarla definitivamente de sus instituciones, hasta que la paz, que es el respeto y el cumplimiento de las leyes retorne a la patria de Bolívar.
Juan Jose Monsant Aristimuño
jjmonsant@gmail.com
@jjmonsant

El Salvador

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