Después de los
resultados de las parlamentarias de este 6 de diciembre, no queda duda de que este régimen ha
sepultado las esperanzas que un día el difunto, creador de este desastre,
sembró en el pueblo venezolano. Yo también las tuve.
Pero tanta mentira
cansa. Y el cansancio agota. Ese agotamiento se tradujo en votos castigo a esa
“gestión” basada en la mentira.
La más grande que aun
sostienen: “La guerra económica”. Después de la victoria de las fuerzas
libertarias y democráticas, el ejecutivo, en boca de su máximo representante,
se expresó en unos términos nada humildes para el momento aciago para él,
mientras en la MUD, el dirigente “Chùo” Torrealba hablaba de una manera
conciliatoria y de reencuentro de los venezolanos.
Ciertamente “Hay
maderas que no agarran el barniz”. Ese es el caso del ejecutivo. Ya no pueden
seguir engañando a nadie con ese cuento de la guerra económica y aún siguen
enfrascado en eso. Ya saben que no les sirvió de nada ampararse en esa excusa
para negar la dilapidación gigantesca de los recursos de una gran nación
petrolera con los mayores recursos de la historia, que han sido mayores que los
otros, sumados todos desde la independencia política hasta que ellos tomaron el
poder.
En mi humilde opinión
debió haber dicho: “Queridos compatriotas, hoy a estas horas debo reconocer,
que hemos errado el camino, razón por la cual el pueblo entero nos dio una
paliza enorme que no podremos olvidar nunca. Más claro no ha hablado el pueblo
venezolano. No sirvió para nada la
presión y las concentraciones obligando a los trabajadores a estar ahí
escuchándome lo mismo de siempre. Creo
que he aprendido esta lección. Nos toca
ahora escuchar por primera vez la voz de los demás. La voz de las mayorías que
padecen las acciones de mi gobierno. No hay otro camino. Si en los próximos 6
meses no vemos mejora en nuestro andar nos toca renunciar y darle paso a otra
gente más...”
Antonio
López Villegas
altatribuna@yahoo.com.mx
@lopezvillegas7
Caracas
- Venezuela
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