Amanece un día
distinto. Será porque no hay clases, será porque hay feriado bancario, será
porque el país se trasnochó. En todo caso las calles bien tempranito estaban
desiertas. No había ninguna turbulencia, no salió ningún “pueblo” a reclamar
nada, el país amaneció en paz, muy en paz; me atrevo a decir que satisfecho,
tranquilo y feliz.
El 6 de diciembre de 2015 pasará a la historia porque es la
fecha en la que se la ha propinado la primera derrota contundente a esta
pesadilla que hemos vivido los venezolanos llamada revolución bolivariana.
El pueblo salió a votar de manera masiva, tranquilo y en paz.
Pero pasó el día a ciegas. Fue vergonzosa la cobertura que le dio la mayoría de
los medios radioeléctricos a los importantes acontecimientos de ayer.
Venevisión, por ejemplo, dio asco en sus transmisiones: un silencio total para
lo que no fueran voces del oficialismo.
Pero los venezolanos se las arreglaron buscando en internet,
en las redes sociales; y es de destacar la magnífica iniciativa de la sala de
prensa de la Unidad, medios que permitieron llevar alguna información al
pueblo, al país ansioso por saber lo que estaba ocurriendo.
Con el paso de las horas todo cambió. A las 3:43pm ya el
Vicepresidente Arreaza se había delatado con un tuit que borró casi de
inmediato: “Allende gobernó con mayoría opositora en el parlamento”. Era la
primera confesión.
Después vinieron las medidas absurdas e ilegales, el
desespero. La rectora Sandra Oblitas prorrogando inútilmente el cierre de las
mesas porque ya todo estaba cantado.
Ocurrió entonces una intervención del general Padrino López. Flanqueado por el Alto Mando, destacó que el país había votado en paz, que el Plan República había hecho su trabajo y que ahora solo nos quedaba esperar por la señora Lucena. Fue un exhorto nada velado para que el CNE cumpliera, ya sin más dilaciones, con su responsabilidad.
Pasaban las horas y horas y eso que llaman el carómetro ya
revelaba demasiado. Por fin, pasada la medianoche, se dijeron los primeros
resultados en los que la MUD duplicaba la votación del PSUV. Se estima que la
MUD puede llegar hasta 113 diputados, lo cual sería una mayoría calificada
impresionante.
Ante esto, ¿cómo reaccionó el Presidente de la República? Da
pena comentarlo, pero el presidente no estuvo a la altura de la lección cívica
y democrática que dio el país. No puede decir Maduro que ganó la guerra
económica o que ganó la contrarrevolución. Señor Maduro, por una vez en su vida
ponga los pies en la tierra y asuma la realidad: ganó el pueblo, ganó la
democracia.
Lo comentamos varias veces antes de la fecha electoral:
usted, torpemente, convirtió esta elección en un plebiscito. Usted es el gran
derrotado. Usted, Maduro, y todo lo que representa este proyecto. Así como gran
derrotado es también Diosdado Cabello, el ya virtual ex presidente de la
Asamblea Nacional.
Saliendo Cabello de la Asamblea vendrá otra radicalmente
distinta. Una asamblea civil, nada cuartelaría. Una asamblea para debatir, para
ponerle límites y controles a la desmesura del Poder Ejecutivo. Definitivamente
vendrá una Venezuela distinta.
¿Qué lecciones nos quedan del día de ayer?
1.- Que nada sustituye al voto como verdadero instrumento de
nosotros los ciudadanos civiles que somos mayoría. Nada por encima del voto, ni
siquiera con las marramucias del CNE.
2.- Que intimidar, amenazar, no le cabe a un gobernante. El
presidente y sus seguidores más cercanos no hicieron sino amenazar al
venezolano, tratando de amedrentarlo e intimidarlo. A un pueblo no se le
amenaza, porque un pueblo siempre sabe dar la cara. Esa es la verdadera
victoria, esa es la verdadera lección.
Y 3: Democracia, democracia, democracia, solo así podremos
poner orden de nuevo en el país.
Queridos venezolanos, comparto inmensamente esta mañana
liviana y feliz. Que Dios nos bendiga a todos.
Cesar Miguel Rondon
cmrondon@gmail.com
@cmrondon
Miranda - Venezuela
http://www.cesarmiguelrondon.com/opinion-2/editoriales/las-lecciones-del-6d/
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