Todo se consumó, las elecciones
parlamentarias del 6 de diciembre tendrán repercusiones que irán más allá de
las competencias constitucionales, de control y ejecución de las leyes de la
República, conllevan a un cambio nacional.
Esta proeza electoral será de una
trascendencia política más que otra cosa. Significará en buena medida la muerte
lenta de la mal llamada revolución o Socialismo del Siglo XXI. Luego del 6D
será un organismo insano y apático.
Mucho se repitió que las fuerzas de la
Unidad obtendría una victoria que le revestiría con la mayoría de diputados,
pero jamás a nadie le pasó por la mente que duplicaríamos y un poco más el
número obtenido por el oficialismo, en votos se traduce en una ventaja de algo
más de dos millones.
Ellos utilizaron como estrategia la
imagen de Hugo Chávez luego del fracaso del aumento de los salarios, cierre de
las fronteras, de la regulación de precios de los productos básicos, de la
violencia, el resultado final nos indica que el expresidente también fue
derrotado inmisericorde, lejos de representar un Juan Domingo Perón “hecho” en
Venezuela.
Días atrás declaraba por este mismo
medio que de esa derrota del Psuv saldrían a relucir las diferencias endógenas,
una auténtica olla de presión contenida. Pienso, decía entonces, que el día 7
de diciembre adversarios como Marea Socialista, Jorge Giordani, Héctor Navarro,
Nícmer Evans y Ana Eisa Osorio, entre otros, solicitarían la renuncia a la
directiva política nacional del Psuv, así como a todos los ministros del tren
ejecutivo, ojo, mucho cuidado si esa exigencia no se extendía hasta al propio
presidente Nicolás Maduro.
También decía, además, que un
Presidente con 90% de rechazo no tenía fuerza para ordenarle a las Fuerza
Armada, por ejemplo, que saliera a la calle a reprimir un pueblo que acababa de
manifestarse abiertamente contra los candidatos y el gobierno nacional.
Agregaba, que ante la avalancha de
votos que con toda seguridad se iban a lograr, el Gobierno y el Consejo
Nacional Electoral no tendrían otra opción que aceptar la voluntad del pueblo.
Termino, luego de este terremoto
electoral del 6D, que no se persiga un solo venezolano por razones políticas
pero bajo ninguna circunstancia se debe dejar de castigar con severidad
ejemplarizante los delitos de los funcionarios, sería un error cómplice.
Rafael García Marvez
garciamarvez@gmail.com
@RGarciaMarvez
Carabobo - Venezuela
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