La publicación de este artículo
coincide con los primeros días de 2016 cuando la nueva Asamblea Nacional tomará
posesión. Como la mayoría de los logros humanos, en este caso de Diputados,
tiene que ver con otras cosas de las que usualmente comentamos luego del
triunfo como, lo bueno de la simbología de la “manito”, el formidable aporte de
las redes sociales, el trabajo puerta a puerta, etc. Hay centenares de acciones
anteriores que también tienen mucho que
ver con el sonoro triunfo que llegó a acumular una mayoría emblema del
parlamento.
En nuestra opinión el trabajo de la
oposición fue muy bueno y contó con un catalizador tremendo en el descontento
masivo personificado en Nicolás Maduro. Para colmo, Maduro se puso al frente de
la campaña del PSUV como si de una
elección presidencial se tratara y eso no los ayudó.
Pero independientemente de los
desaciertos del régimen y del disgusto colectivo, los gobiernos comunistas
nunca pierden elecciones. Al decir de la periodista Jurate Rosales lo asombroso
de lo que pasó en Venezuela es que es la
primera vez, en el mundo. que a un régimen marxista se le quiebra su columna de
fraude electoral. A que se debió entonces este milagro??.
Volvemos a los héroes olvidados del
pasado. El sistema electoral venezolano fue comprado y diseñado para poder
escribir los resultados aún antes de las elecciones. Todos los personeros del
gobierno lo defendían a muerte y la presidenta del CNE nunca se cansó de
alabarlo como “la pepa del queso” de los sistemas electorales. Pero algo pasó.
Durante los años de victoria tras victoria el gobierno y el CNE empezaron a
hacer concesiones. Total siempre ganaban, hasta que ocurrió el error mortal.
Posiblemente mareados de soberbia y triunfalismo cedieron en permitir la
apertura de las cajas votación.
Ese día el sofisticado sistema automatizado
pasó a ser un sistema de voto manual. Se volvió a la vieja escuela de que
teniendo los resultados en la mano con las actas, la movilidad para hacer
trampas disminuía drásticamente. Estas elecciones se efectuaron en muchos
lugares y para cada circuito el número de mesas era limitado y más fácil de
controlar. Con las actas en la mano, reflejo de la revisión de las cajas, ya
solo había que sumar.
Así el CNE se
convirtió en un organismo poco útil para el régimen y en realidad ya solo le
queda el TSJ para inventar triquiñuelas desesperadas.
Valgan entonces estas
líneas para aplaudir a esos miles que ayudaron en esta carrera de obstáculos. A
todos los que marcharon en protestas. A los que lucharon de las más ingeniosas
y valientes formas, a los impetuosos y a los serenos y a los miles que
perdieron trabajos, empresas, libertad y vidas.
Edison hizo miles de
pruebas buscando un filamento para su bombillo. Le preguntaron si no se sintió
alguna vez frustrado de tantos fracasos. Edison dijo, nunca fracasé, siempre
descubría otra forma de no hacerlo.
Nuestro pasado de
lucha y descubrimientos se concentra hoy en la nueva Asamblea.
Suerte. Viva Venezuela.
Eugenio Montoro
montoroe@yahoo.es
@yugemoto67
Zulia - Venezuela
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